Critica a la figura filosofica

Crítica a la filosofía

     Sin el ejercicio de la filosofía el ser humano sería un ente estático e inerte, incapaz de progresar en todos los ámbito donde se desarrolla. Filosofar es propio de todo ser humano y es tan vital como respirar o comer, dado que éste consta tanto del plano ideal como del plano material.

     El filosofar emerge cuando la persona tienta responder determinado problema que aqueja su existencia y no puede recurrir a elementos científicos. Tampoco significa que todo conflicto que posea un ser humano debe ser tildado de “filosófico”. Russell (1945) trata el tema manifestando que la filosofía actúa tanto como la teología y como la ciencia, siendo un conjunto de especulaciones para resolver un problema pero con la rigidez y metodología de la razón. Los problemas filosóficos son complejos, nacen en el plano ideal con el propósito de poder ser resueltos y aplicar dichas respuestas en el plano material.

     La utilidad de la filosofía reside en esclarecer, dilucidar, limpiar, los pensamientos turbios y confusos del ser humano para, luego, poder influir en la realidad. Lo idóneo es que aquella influencia sea positiva, constructiva, aunque eso dependerá del enfoque que el ser-cognoscente quiera otorgarle.

     Muchos términos que el ser humano emplea cotidianamente y los fija como objetivos a cumplir son los resultados de cavilaciones filosóficas que, pese a su vigencia, aún no tienen exacta definición. Términos como felicidad, autorrealización, eternidad, esencia, etc., han sido heredados desde los tiempos primigenios de la humanidad y, pese a no gozar de conceptos concretos, motiva e impulsa a las personas a conducir sus existencias en búsqueda de ellos. Ésta es una forma de demostrar la utilidad práctica de la filosofía y su influencia en el inconsciente colectivo.

     No es preciso tomar la filosofía como una materia de estudio para llegar a conseguir un sistema útil para plantearse situaciones existenciales y darles resoluciones oportunas. La amalgama de experimentar y reflexionar provocan en el ente que sepa direccionar con mayor agudeza y previsión sus actividades, dándoles un sentido y un propósito.

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