¿Cómo y para qué surge el Círculo de Viena?

¿Cómo y para qué surge el Círculo de Viena?

El Círculo de Viena (también conocido como neopositivismo, positivismo lógico, empirismo científico, filosofía analítica y empirismo lógico) se ocupa principalmente de la lógica de la ciencia, considerando la filosofía como una disciplina encargada de distinguir entre lo que es ciencia y lo que no, y de la elaboración de un lenguaje común a todas las ciencias. Nace en los inicios del siglo XX en el contexto de que las corrientes filosóficas que sobresalían durante el siglo anterior estaban segregadas entre el estudio científico basado en lo sensible y aquel que reside su investigación en lo empírico, es decir,  lo captado por los sentidos e interpretado como cierto y aquello que se expresa como verdad luego de la experiencia reiterativa de una observación, respectivamente; sin embargo, también en ese tiempo tomaba mayor fuerza la adquisición del conocimiento de manera empírica intentando desprenderse de las nociones de la metafísica; en este contexto surgen dos importantes interpretaciones acerca del conocimiento: el racionalismo que defendía primordialmente un método deductivo bastante usado hasta entonces que incluía algunos conceptos metafísicos y la lógica-matemática y por otro lado, el empirismo que inculcaba un método inductivo que fue finalmente denominado positivismo empírico y que se instauró como la más influyente e importante interpretación del conocimiento durante el siglo XX.

Es así como surge el Círculo de Viena en el año 1922, creyendo que sería conformado principalmente por filósofos, pero nos encontramos con que está conformado por estudiosos de las matemáticas y la física, entre otras ciencias; su fundador Moritz Schlick (“El significado de una proposición es el método de su verificación”. Es el principio de verificación que utilizaba Schlick) quien tras estudios de física decidió especializarse en el estudio de filosofía se convierte a posterior en profesor de esta disciplina en la Universidad de Viena, así un grupo de filósofos y científicos entre lo que encontramos a Rudolf Carnap (“En la ciencia no hay agujeros; sino superficie por todos lados”), Otto Neurath, Friedrich Waismann (“Una filosofía está ahí para vivirla. Lo que se convierte en palabra muere, lo que se convierte en obra, vive.”), Philipp Frank, Hans Hahn, Herbert Feigl, Victor Kraft, Felix Kaufmann y Kurt Gödel comienzan a reunirse con él para tratar temáticas relacionadas con la filosofía y las ciencias, de este modo lo que comenzó como conversaciones para comparar conocimientos se transforma en un importante movimiento que marcó la manera de interpretar el conocimiento como podemos observar al correr del tiempo. Todos compartían el acuerdo en torno a que el positivismo era la corriente filosófica que los identificaba, por tanto, defendían el empirismo, rechazaban rotundamente la metafísica y buscaban unificar la ciencia en su lenguaje y métodos.
Los grandes aportes de sus componentes entre los que es imprescindible mencionar a Rudolf Carnap que estudia física bajo la tutela de Albert Einstein, desarrolla algunos ensayos de física criticados como demasiado filosóficos y es en ese periodo que conoce a Schlick quien lo invita participar del naciente movimiento en el que realiza sus mayores publicaciones, como por ejemplo, el manifiesto del año 1929 del Círculo de Viena; otro potente exponente fue sin duda alguna Otto Neurath, nacido en Oxford, estudiante de matemáticas y economía, involucrado en el ministerio de defensa en Austria que se caracterizó por rechazar la metafísica como ciencia epistemológica, descartándola radicalmente de las tesis propuestas por el Círculo de Viena, en el que participó activamente.
Introduciéndonos de lleno en que consistió el Círculo de Viena es de vital importancia mencionar algunos aspectos que determinaron la forma que fue tomando al pasar el tiempo, podemos decir que cada una de las líneas generales a las que se comprimió el pensamiento del Círculo fueron claramente definidas y establecidas producto de la ideología, experiencia y desarrollo en el trabajo de cada miembro de este, en términos simples afirma que el verdadero conocimiento es aquel que puede verificarse, como instrumento primordial se emplea la utilización de un lenguaje lógico-simbólico que procuraba delimitar las diferencias entre semántica (significado de lo planteado) y sintaxis (orden de lo planteado) complementándose con un fisicalismo, es decir, el uso del lenguaje de la física para hacer mención de cualquier enunciado empírico, en todo orden de ciencias, unificando así las mismas, todo esto sustentado en las teorías de relatividad y mecánica cuántica de Albert Einstein (docente de Carnap), lo que se transforma en una de las tesis del Circulo, también es considerado como medular el rechazo a la metafísica y teología por parte del Círculo acusando esta teoría como contraria a lo empírico y basada en lo sensible careciendo de relación con los hechos propiamente tal, finalmente se observa una restricción del dominio de la filosofía la que se usa únicamente a la eliminación de su propia problemática.
Dirigiéndonos hacia donde se apoyaba el real objetivo del Círculo de Viena encontramos una descripción que realiza Javier Echeverría en el año 1989. “En conformar una filosofía científica. Las matemáticas y la lógica, así como la física, son los grandes modelos a los que deben toda forma de discurso científico. El programa positivista de Comte en el Siglo XIX debía ser culminado, convirtiendo la biología, la psicología y la sociología en ciencias positivas. La unificación de la ciencia debe llevarse a cabo reduciendo todas las proposiciones observacionales a lenguaje fisicalista, con lo cual se mostraría que existe un núcleo común a todas las ciencias positivas”
En base a la demarcación ya revisada, y al objetivo ya planteado del Círculo que si recordamos es establecer al pensamiento positivista-lógico como la manera de pensar para llevar a cabo una unificación en la expresión de todas las ciencias en un lenguaje común, el analítico y lógico, para todas aquellas que se definan como ciencias a partir de este nuevo modelo que requiere por sobre todo el empirismo como requisito, se desprenden cuatro tesis importantes que manifiestan la esencia de estos pensadores, debemos tener en cuenta que como positivistas se ven influenciados claramente por las fases que sufrió esta interpretación del conocimiento.

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