De Anima Resumen
Enviado por rboyart • 24 de Junio de 2015 • 2.322 Palabras (10 Páginas) • 390 Visitas
Aristóteles / De Anima
Partiendo del supuesto de que el saber es una de las cosas más valiosas y dignas de estima, y que ciertos saberes son superiores a otros, bien por su rigor bien por ocuparse de objetos mejores y más admirables, por uno y otro motivo deberíamos con justicia colocar entre las primeras la investigación en torno al alma.
Metafísicamente considerada, el alma es el acto o entelequia primera, de un cuerpo físico orgánico. Además, de acuerdo con la teoría hilemórfica, ella será también la forma del cuerpo.
Hirschberger en su Historia de la Filosofía :
Resulta que el hombre antiguo sabía lo que es el hombre, lo que es el animal, lo que es la planta. Para el hombre moderno, en cambio, el mundo se presenta como desmenuzado en átomos y sensaciones, partes dispersas de las que tiene luego él que hacer, mediante la experiencia, un todo; bien entendido que la experiencia le ofrece tan sólo y en todo momento hechos o datos fácticos, nunca realidades necesarias, quiditativas. Y así es para él el alma tan sólo un haz de contenidos que nadie sabe cómo y por qué se cohesionan y se pertenecen unos a otros. Para Aristóteles en cambio, ella es forma, es sentido y es finalidad, es la totalidad de sentido de un cuerpo. Y precisamente en virtud, de esta totalidad de sentido, viene a hacerse el cuerpo viviente lo que es. Y en esto está la esencia de la vida
En el tratado Del alma se borra por fin todo dualismo, para llegar a una fusión sustancial de alma y cuerpo.
Todo ente que tiene el principio intrínseco del movimiento tiene alma.
No hay nada en el entendimiento que no haya pasado por los sentidos, lo que le sucede al alma, le sucede al cuerpo.
Otra definición del alma, el alma es el principio vital de sensación y de movimiento. El alma es acto o entelequia primera, el fundamento de todas las potencias, es principio de acción donde residen todas nuestras potencialidades.
El hombre es una armonía entre materia y forma, el hylemorfismo. El compuesto de alma+cuerpo es el ser animado.
El alma no se da en un cuerpo, no es un accidente, ni tmpoco es cuerpo, es algo distinto.
El intelecto es en potencia todos los inteligibles, como una tabla de cera sin marca alguna, donde no hay nada escrito, pero donde todo puede escribirse: el intelecto es como una aptitud universal. Intelige al recibir las formas inteligibles de los objetos que comprende, (así como el sentido recibe la forma sensible). Pero lo universal no existe separado como el objeto sensible (‘la mesa’ universal no existe independientemente como ‘esta mesa’ particular), sino que lo universal está contenido, de alguna manera, en la sensación (en las mesas que percibimos) o en la imagen recordada de la mesa percibida, como inteligible ‘en potencia’ (porque todas las mesas particulares son ‘mesa’). Para que lo inteligible se desprenda de la materia sensible y llegue a ser inteligible ‘en acto’ (mesa es ‘plano horizontal que sirve de apoyo’), es necesario un intelecto agente (siempre en acto, siempre pensando las formas inteligibles) capaz de actualizar lo que está en potencia en las cosas sensibles, ‘iluminarlo’ y presentarlo como objeto inteligible al intelecto pasivo o paciente que es capaz de recibirlo. Este intelecto activo o agente, al igual que el intelecto pasivo, está separado, es impasible, no mezclado, pero sólo él es inmortal y eterno. Este principio nos hace pensantes, pero escapa a nuestro pensar.
Para Averroes y Alejandro de Afrodisia el intelecto agente es Dios mismo pensando en nosotros las formas universales, para Santo Tomás, en cambio, el intelecto agente está en el alma humana. 2 Lo que el intelecto pasivo recibe no es una copia o duplicado de la forma inteligible que está presente en potencia en las cosas sensibles, sino la forma inteligible misma. Al recibir la forma inteligible, el intelecto pasivo se hace esa forma, llega a ser uno con el objeto que intelige, en el sentido de que se convierte en la forma que comprende. El intelecto es afectado por lo inteligible haciéndose lo inteligible, y es posible que se conozca a sí mismo.
LIBRO TERCERO
capítulo1 Que no existe ningún otro sentido aparte de los cinco ya expuestos, pero sí una sensibilidad común
capítulo 2 En que se continúa y concluye el análisis de la sensibilidad común
capítulo 3 La imaginación señalándose cuidadosamente los rasgos diferenciales que la distinguen del resto de las actividades cognoscitivas
capítulo 4 Una exposición general sobre la naturaleza del intelecto y de la actividad de inteligir
capítulo 5 Distinción aristotélica de dos intelectos, activo el uno y pasivo el otro
capítulo 6 De cómo se lleva a cabo la intelección de los objetos compuestos y también la de los indivisibles
capítulo 7 De cuál es la conexión existente entre las distintas facultades cognoscitivas y muy especialmente entre la imaginación y el intelecto
capítulo 8 Continúa tratando de cómo se relacionan entre sí sensaciones, imágenes e intelecciones
capítulo 9 De la facultad motriz y que ésta no se identifica con ninguna de las facultades estudiadas hasta el momento
capítulo 10 Que continúa con el mismo tema de la facultad motriz analizándose en él la facultad desiderativa y el bien práctico como motor de la misma
capítulo 11 Acerca de la relación existente entre la facultad motriz y otras a ella vinculadas
capítulo 12 De cómo la Naturaleza ha distribuido sabiamente las distintas facultades anímicas entre los distintos tipos de vivientes siempre de acuerdo con los fines y las necesidades de éstos
capítulo 13 En que basándose en el funcionamiento de los órganos sensoriales se pone de manifiesto cómo el cuerpo del animal ha de ser necesariamente compuesto y una vez más, para concluir, se ofrece una explicación teleológica de los distintos sentidos
Cap 1.
No hay mas que 5 sentidos.
Si nos falta alguna sensación es que nos falta a su vez algún órgano sensorial.
La cualidades que percibimos al entrar en contacto lo percibimos con el tacto.
Las cualidades que no percibimos directamente sino a través de un medio, las percibimos en virtud de los cuerpos simples -me refiero, al aire y al agua- entonces el sujeto dotado de un órgano constituido por uno solo de estos elementos percibirá la cualidad trasmitida a través de ambos. Pues bien, entre los órganos sensoriales: la vista es de agua; el oído, de aire, y el olfato, de ambos, mientras que el fuego o no entra en la composición de ninguno o es común a todos -ya que ningún ser sin calor es capaz
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