Deontologia
Enviado por walte • 16 de Octubre de 2013 • 3.678 Palabras (15 Páginas) • 353 Visitas
¿QUE HARÍA ARISTÓTELES SI DIRIGIERA UNA EMPRESA?
¿QUÉ HARÍA ARISTÓTELES SI FUESE DOCENTE DE LA FACULTAD?
El origen de la palabra ética se origina en el término griego ethos, de la que derivan el francés ethique y el ingles ethics (temperamento), con una significación de costumbres determinadas por los hábitos y, naturalmente, maneras de ser del hombre en manifiestos actos a través de su existencia. Sin embargo, Heidegger se proyecta mucho más al afirmar que “ethos es la morada del hombre”, relacionada con la vida íntima del alma, y no solo alude a un lugar exterior sino a lo que el hombre aporta en sí mismo. El ethos es el suelo firme, el fundamento de la praxis, la raíz de la que brotan todos los actos humanos.
Etimológicamente, ética resultaría ser una teoría o un tratado de los hábitos y costumbres que los seres humanos hacen suyos modificando su naturaleza, concepción que Aristóteles utiliza para distinguir dos tipos de virtudes, entendiendo por ellas básicamente los hábitos de hacer el bien.
Las virtudes son buenos hábitos de vida o de conducta que no solo nos perfeccionan física, mental o socialmente, sino que refinan nuestra naturaleza en su totalidad.
Virtud deriva del latín vir, que significa “virilidad, hombre”, y del griego a p e t n (arete) de similar significación. Virtud es, pues, un hábito humanizante; así, Sócrates enseñaba que la virtud es conocimiento, en tanto que el vicio es ignorancia.
Virtudes Aristotélicas:
a. Las virtudes éticas o morales, que se integran por la reiteración o repetición de actos y costumbres, sin embargo, tan solo un acto virtuoso no podrá totalmente hacer feliz al hombre.
b. Virtudes intelectuales, que son logradas o constituidas mediante el aprendizaje, a través de la experiencia y el tiempo.
Aristóteles agrega, que en las virtudes del intelecto teórico o especulativo, que se ocupan de la contemplación de lo verdadero, se pueden distinguir:
1. La comprensión: Base de todo conocimiento habitual de las verdades primarias, de los primeros principios, evidentes en si mismos.
2. La ciencia: Hábitos de las conclusiones obtenidas mediante demostraciones, es el conocimiento habitual de las ciencias particulares.
3. La sabiduría: Hábito de conocer las cosas en sus causas más altas, ordenación de principios y conclusiones en su amplio cuerpo de verdad.
A estas virtudes se agregan las del intelecto práctico, que se ocupan del hacer y del obrar.
4. Arte: Hábito de saber como hacer las cosas, producir algún objeto exterior bello. Se señalan entre las artes:
a. Las artes mecánicas.
b. Las artes liberales.
c. Las bellas artes.
5. La prudencia: Habito de saber como hacer las cosas, como dirigir la actividad, como vivir una vida humana buena. Es un hábito bueno en la parte apetitiva del alma. Dirige la actividad de la voluntad y gobierna las pasiones del apetito, de los sentidos.
La virtud es un hábito de elegir el punto medio entre dos extremos de exceso y defecto, punto medio que está determinado por la razón y guiado por la virtud de la prudencia. Hacer bien una cosa es distinto de hacerla con exceso o hacerla con defecto, consiste en dar exactamente con el medio entre el exceso y el defecto; así la virtud del valor es un medio entre la cobardía y la temeridad; la virtud de la templanza es el medio entre la gula y la abstinencia, la generosidad lo es entre la avaricia y la prodigalidad; y la amistad, entre la displicencia y el halago.
Además de las virtudes que señala el autor: Oswaldo J. Vásquez Cerna. Agapito del Carpio Menéndez en su libro: Ética y deontología aplicadas a las ciencias contables y negocios pp. 71 – 75 se consideran:
a. Virtudes Cardinales.
b. Las virtudes Teologales.
Virtudes cardinales:
Del latín cardo, igual “gozne” (centro). Son cuatro goznes, a cuyo alrededor giran las demás virtudes. Platón hace depender de ellas toda su teoría del alma humana y del estado; Aristóteles sustenta su ética en ellas, que han sido universalmente aceptadas por los cristianos.
Santo Tomás divide las virtudes cardinales en:
1. Prudencia
2. Fortaleza
3. Templanza
4. Justicia
Y se añaden las virtudes teologales, que son:
5. Fe
6. Esperanza
7. Caridad
Hablando acerca de una gran virtud cardinal como es la JUSTICIA entendemos que es aquella que le permite al hombre otorgar a cada quien lo que le corresponde o pertenece.
La justicia sustenta el gobierno de la voluntad de uno mismo en relación con otra persona.
Para Aristóteles, la justicia fue:
a. General: Abarca toda virtud que tiene algún significado social (es muy amplia)
b. Particular: Justicia que se divide en:
Conmulativa: Justicia que se manifiesta entre iguales o entre personas o entre grupos de personas que actúan como si fueran privadas.
Este tipo de justicia constituye la base de los contratos, como por ejemplo el contrato de alquileres.
Distributiva o contributiva: Constituida por la relación existente entre la comunidad y sus integrantes.
Requiere de una distribución justa, propia de los beneficios o cargas públicas entre los integrantes de una comunidad. Es violada por el favoritismo y la parcialidad de los funcionarios.
Según el autor Rios en su libro “Filosofía para principiantes” pp. 60- 61 nos dice lo siguiente:
Contrario a su maestro Platón, Aristóteles no era noble, ni millonario, ni ateniense… Sino provinciano, hijo de médico y clasemediero. (y además mujeriego contumaz) (al estilo antiguo: con una mujer y varias concubinas). Para el, la finalidad del ser humano en la tierra, era convertirse en eso: En un ser humano perfecto, no en tratar de volver a ser ángel en el cielo.
El ser humano tiene como meta en este mundo, el conocimiento de todo lo que lo rodea…y de sí mismo…
Según Parramón Ediciones S.A. en su libro: “Atlas visual de Filosofía” pp.16 manifiesta que Aristóteles (384-322ª.C) fue el primero en considerar que el conocimiento empezaba por la percepción para luego llegar a verdades universales. No creía, a diferencia de su maestro Platón, en la existencia de un mundo de verdades teóricas independientemente del mundo material.
Según Luis Bonilla Mercado en su libro “Hacia una filosofía de la Ciencia” pp. 30- 35 nos manifiesta acerca de la verdad que se expresa a través de juicios y los juicios tienen la particularidad de ser verdaderos o falsos; esto nos permite afirmar que sólo los juicios son verdaderos y falsos, las cosas o los objetos, no.
Nos hace la siguiente pregunta: ¿Cuándo un juicio es verdadero?: Cuando
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