Dialectica
Enviado por amparox • 27 de Marzo de 2013 • 6.893 Palabras (28 Páginas) • 351 Visitas
Dialéctica 1
Dialéctica
Platón y Aristóteles discutiendo. Detalle de un bajo-relieve de Luca della Robbia,
siglo XV, Florencia, Italia.
La dialéctica —del griego
διαλεκτική(dialektiké), τέχνη(téchne),
literalmente: técnica de la conversación;
con igual significado, en latín (ars)
dialectica— es una rama de la filosofía cuyo
ámbito y alcance ha variado
significativamente a lo largo de la historia.
Originariamente designaba un método de
conversación o argumentación análogo a lo
que actualmente se llama lógica. En el siglo
XVIII el término adquirió un nuevo
significado: la teoría de los contrapuestos en
las cosas o en los conceptos, así como la
detección y superación de estos
contrapuestos. De manera más esquemática
puede definirse la dialéctica como el
discurso en el que se contrapone una
determinada concepción o tradición,
entendida como tesis, y la muestra de los
problemas y contradicciones, entendida
como antítesis. De esta confrontación surge,
en un tercer momento llamado síntesis, una
resolución o una nueva comprensión del
problema. Este esquema general puede
concretarse como la contraposición entre concepto y cosa en la teoría del conocimiento, a la contraposición entre los
diferentes participantes en una discusión y a contraposiciones reales en la naturaleza o en la sociedad, entre otras.
El término adquiere un significado no circunscrito al ámbito de la retórica gracias, fundamentalmente, a los escritos
del filósofo alemán G.W.F. Hegel. En la época en que escribe una de sus grandes obras (Fenomenología del espíritu,
1808) el mundo parece haberse puesto en movimiento, transformando de forma visible lo que había durado siglos. Se
trata de los primeros momentos del modo de producción capitalista que, a diferencia de los anteriores, se basa
primordialmente en la circulación de las mercancías y del dinero. Entonces el viejo problema filosófico del cambio
se agudiza: ¿cómo entender racionalmente que una cosa pueda cambiar de apariencia y seguir siendo la misma cosa?
Hegel concibe la realidad como formada por opuestos que, en el conflicto inevitable que surge, engendran nuevos
conceptos que, en contacto con la realidad, entran en contraposición siempre con algo. Este esquema es el que
permite explicar el cambio manteniendo la identidad de cada elemento, a pesar de que el conjunto haya cambiado.
Con el mismo proceder Karl Marx analizará la realidad social y, claramente en sus escritos a partir de 1842, la
entenderá como una realidad conflictiva debido a la contraposición de intereses materiales incompatibles. Así dirá,
en el Manifiesto comunista (1848), que "toda la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases"; esto es:
la confrontación entre clases sociales es el motor del cambio histórico.
En el siglo XX el filósofo alemán Theodor W. Adorno titulará Dialéctica negativa (1966) una de sus obras capitales.
Esta obra se inicia con una afirmación provocativa: "La formulación dialéctica negativa atenta contra la tradición".
Se refiere Adorno a que en la dialéctica de Platón o en la de Hegel el resultado del movimiento de contraposición es
la afirmación de algo, mientras que lo que él pretende es subrayar el carácter inconcluso de cualquier momento del
Dialéctica 2
movimiento de contraposición, tanto a nivel social como cultural.
Historia
Dialéctica espontánea en la Antigüedad
Para el hinduismo, la diversidad de cosas y eventos contradictorios que nos rodean son las diferentes manifestaciones
del todo, llamado Brahman. Así, a los diversos aspectos de lo Divino, dieron en la India antigua distintos nombres de
variados dioses que no son más que reflejos de una única realidad última, de manera que, por ejemplo, la fuerza
destructora y la fuerza creadora son dos manifestaciones de esa misma realidad.
La dialéctica como método en la filosofía griega
Heráclito puede ser considerado como 'padre de la dialéctica' en occidente, es el primero que considera que la
contradicción no paraliza sino dinamiza. En Heráclito se insinúa que las cosas se empujan unas a otras oponiéndose.
En toda oposición los términos que se oponen son, cada uno, la negación del otro.
En Heráclito de Efeso se puede observar con más claridad la movilidad y la negatividad que hemos sentado como
características de la dialéctica. Es bien sabido que "el oscuro", como le llamaron los antiguos, decía que "todo pasa"
y que "la guerra es el padre de todas las cosas". Conviene advertir, respecto de la primera afirmación, que un
fragmento muy citado dice que, según Heráclito, "no es posible bajar dos veces al mismo río porque los que
descienden se sumergen en aguas siempre distintas en su fluir incesante". Pero en otro fragmento, menos citado, se
lee igualmente que, "bajamos y no bajamos al mismo río, somos y no somos". Esto es importante, porque significa
que Heráclito no era heracliteano, es decir, no sostenía, como algunos manuales le hacen decir, que el incesante fluir
de las cosas destruye continua y enteramente su identidad. No es el mismo río, pero lo es; somos y no somos.
Heráclito veía a las cosas permanecer cambiando y cambiar permaneciendo.
Otro de los primeros ejemplos de aplicación del método dialéctico lo ofrecen los Diálogos del filósofo griego Platón,
quien además reflexiona sobre el funcionamiento y el alcance de este procedimiento, notablemente en sus obras
Gorgias, República VI y Teeteto.
En los diálogos platónicos tempranos, el procedimiento permite someter a examen cierto conjunto de creencias que
mantiene determinado individuo. A partir de los diálogos medios, su alcance se amplía, para poner a prueba hipótesis
o teorías con las que no necesariamente alguien está comprometido. El examen usualmente lo lleva a cabo Sócrates,
quien dirige a su interlocutor una serie de preguntas para explorar si hay inconsistencias entre sus dichos. Estas
preguntas son, pues, críticas y comprometedoras, y puede considerarse que equivalen a objeciones; pues
naturalmente, una teoría que muestra ser contradictoria no podría aceptarse como verdadera (Vg., ha sido refutada).
Por otra parte, en muchos
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