Dialogo entre sentidos

Dialogo entre sentidos

La archivera es una persona exquisita pero con una actitud muy amarga y podrida en cuanto se trata de convivir con el futbolista que es un hombre muy dulce. La archivera se niega a salir con él y no se deja consumir por su dulzura. Asquerosamente hace pensar al futbolista que tiene otros amantes. El futbolista piensa que lo trata de una manera rancia porque en el fondo ella tiene un corazón blando como un bombón. Él sabe que ella lo quiere y que finge ser fría y dura como el hielo para no enamorarse de él. A veces el futbolista prueba otros manjares y queda muy satisfecho porque ya no quiere sentirse como una manzana oxidándose. Pero siempre vuelve por su platillo favorito porque para él no existe nada que la iguale o la supere con su sabor singular similar a la de una comida recién preparada. Un día se armó de sabor y le hizo una picante propuesta le dice que debe dejar de ser tan insípida, que él sabe lo realmente dulce que ella es, que no debe temer, que él es meloso, pero ella lo rechaza como de costumbre. Tiempo después se ven de nueva cuenta, ella tiene una actitud refrescante y azucarada, ella le empieza hacer caso y se olvida de lo fría que era con él, se torna en una más empalagosa y dulce que el futbolista, ahora ella es quien más lo llama para que se vean más y así puedan consumir su cremoso amor.

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