Dos Mitos De La Mexicanidad
Enviado por mitlash • 21 de Mayo de 2013 • 14.023 Palabras (57 Páginas) • 494 Visitas
DOS MITOS DE LA MEXICANIDAD *
GUILLERMO HURTADO
INSTITlITDOEINVESTIGACIFOINLEOSs6FICAS
UNIVERSIDNAADCIONAAULT6NOMDAEMExIco
A Luis Ignacio Heiguera
1. Introducci6n
Durante elperiodo posterior a la Revoluci6n tuvo lugar un movimiento que
sostenla que la cultura mexicana no debia ser una copia de la europea para
ser universal, sino que debia abordar las constantes humanas desde nuestra
perspectiva para elevar asi 10que nos es propio. Este movimiento, que tuvo
una gran presencia en las artes y en las letras -convirtiendose pronto en
el proyecto cultural del Estado-, lleg6 tambien a la filosofia y tuvo como
resultado la llamada filosofia de 10mexicano. Hoy en dfa, la opini6n de la
mayorfa de los fil6sofos mexicanos es que si bien el nacionalismo cultural
dio algunos frutos en las artes, fue un fracaso rotundo en la filosoffa. Me
parece que esta opini6n no esta fundada en un estudio cuidadoso de la filosofia
de 10mexicano, sino en un prejuicio (10que no debe extrafiarnos, ya
que muy pocos entre los fil6sofos mexicanos leen filosofia mexicana). Sin
embargo, creo que es justo sen alar que aunque no todos los resultados de
la filosoffa de 10mexicano fueron negativos, las obras de dicho movimiento
estuvieron plagadas de errores y confusiones, algunos de ellos muy graves.
El error que con mas insistencia se apunta es que no hay un problema filos6fico
acerca de 10mexicano. Otro error que se ha sefialado, mas diffcil de
formular, es que los fil6sofos de 10mexicano suponian que habfa algo asi
como una esencia del mexicano, es decir, un conjunto fijo de caracrerfsticas
poseidas por todos y cada uno de los mexicanos y sin las cuales no sedan
mexicanos. Creo que el diagn6stico de ambos errores ha sido acertado, pero
• Deseo agradecer a Lilian Alvarez de Testa, Mauricio Beuchot, Elisabetta di Castro, Luis
Ignacio Helguera, Bernabe Navarro, Joel Caraso, Carlos Pereda, Fernando Salmeron y Alejandro
Tomasini sus comentarios a versiones previas de este ensayo.
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me parece que rara vez ha sido acompafiado de una crftica cuidadosa de
los mismos, es decir, pocas veces se han ofrecido argumentos que muestren
por que la filosofia no puede ocuparse de asuntos como la mexicanidad
o por que no hay una esencia de 10 mexicano. Voy a decir algo acerca de
estas cuestiones mas adelante, pero mi prop6sito en este ensayo no es considerarlas
con la paciencia requerida -dejo esta labor para un trabajo futuro.
Mi interes primordial es ocuparme de 10 que me parece son dos errores,
cometidos por algunos filosofos de 10mexicano, que han pasado desapercibidos
y que creo que deben ser examinados para poder dar un veredicto del
movimiento. Ambos errores no s610son reprobables desde una perspectiva
filos6fica, sino tambien politica y moral, y esto es 10que me hace unirlos en
este ensayo.
Uno de ellos consiste en la tesis -defendida, entre otros, por Leopoldo
Zea- de que la Revoluci6n mexicana sac6 a flote el verdadero ser del mexicano.
Voy a sostener que esta tesis tiene una carga ideol6gica nociva que
se ha usado para justificar la permanencia en el poder del partido que se
describe a sf mismo como el heredero de la Revoluci6n. El segundo consiste
en la tesis defendida por Emilio Uranga de que el mexicano es el mas humana
de todos los seres humanos. Para entender de que manera una tesis
como esta pudo haber sido defendida por Uranga -y haber sido recibida
en el medio filosofico sin haber causado un escandalo=, debemos conocer
el contexto en el que surge la filosofia de 10mexicano. Por tal motivo, voy
a ofrecer un panorama de la filosofia de 10mexicano y de sus antecedentes
que, en algunos aspectos, difiere de las ya existentes.
Un comentario mas antes de empezar. Se podria objetar que es ocioso
atacar un movimiento muerto, de algun modo, se dirfa, es revivir un cadaver
para volverlo a enterrar. En principio, responderia que hay ciertas
deudas intelectuales que, aunque sea tarde, no pueden dejar de cobrarse;
sobre todo cuando tienen repercusiones tan graves como las que vamos a
considerar. Pero, ademas, me parece que algunos de los errores en los que
incurrleron los fil6sofos de 10mexicano siguen cometiendose en distintos
ambitos filos6ficos y extrafilos6ficos. En parte, esto se debe, como ya 10dije,
a que nunca se ha hecho una critica profunda y exhaustiva del movimiento
y, en parte, a un fen6meno que no puede soslayarse: que todavia existe gran
interes en ambitos extrafilos6ficos por la cuesti6n acerca de nuestra identidad.
Por ello, considero que una nueva critica de la filosofia de 10mexicano
es una labor oportuna y necesaria, dentro y fuera de nuestra comunidad
filos6fica. Mi prop6sito en este trabajo es avanzar algunos pasos en dicha
direcci6n.
DOS MITOS DE LA MEXICANIDAD 265
2. Los antecedentes
Antonio Caso, padre de la filosoffa mexicana de este siglo, fue el primero
en hacer un llamado expllcito a la creaci6n de una filosoffa genuinamente
mexican a, es decir, de una filosoffa que respondiera a la realidad de la patria
y no a preocupaciones _eideas extranjeras. Se ha sefialado que el prop6sito
de Caso de crear una filosoffa que se ocupara de la patria es heredero de
preocupaciones similares expresadas por Justo Sierra. Ademas, no hay que
olvidar que las reflexiones acerca del caracter nacional ya existian en otros
pafses de Hispanoamerica y en la misma Espana -recordemos que este fue
uno de los temas de la generaci6n del 98- y que para 1916 habfa en Mexico
voces como la de Manuel Gamio, quien, en su clasico Forjando patria,
llarnaba a la creaci6n de una cultura propia que tomara en cuenta nuestras
rakes. Sin embargo, Caso fue el prirnero en abordar desde lafilosofia el tema
de 10mexicano.!
Hay dos elementos que debemos subrayar en el pensamiento de Caso
sobre estos ternas. El primero es que para ella patria, Mexico, es una realidad
y no un ideal como la raza 0 la humanidad. Sin esta idea de la patria
como una realidad no podrta haberse hecho despues una ontologia de 10
mexicano. EI segundo elemento que deseo subrayar es que Caso advirti6
desde muy temprano -desde el inicio de la decada de los veinte- que la
Revoluci6n habfa destruido no s610un orden social, sino
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