EL MANUAL DE CARREÑO

EL MANUAL DE CARREÑO

El manual de “urbanidad y buenas maneras” de Manuel Antonio Carreño, quizá ya para muchos de nosotros sea un libro sin importancia alguna, por que con el paso del tiempo se han perdido ciertos valores y modalidades en nuestra sociedad. Hay ciertos modales que no están establecidos ni escritos en ningún lugar, pero los sabemos por lógica personal, como por ejemplo, tener en modo silencioso nuestro celular al estar en alguna conferencia, o saludar cuando se pasa frente a alguien, etc. Manuel Antonio Carreño (1812-1874), recogió en su manual las formas más elementales y las reglas sobre los buenos modales para relacionarse en sociedad.

Este libro comienza con tres capítulos de introducción, el primero es “deberes morales del hombre”, en donde nos habla de nuestras obligaciones con:

Dios: en este punto nos menciona que es un mal modal por ejemplo, levantarse de la mesa después de haber ingerido alimentos y no darle gracias a Dios y a la persona que nos ha brindado esos alimentos por mas humildes que estos sean, también, darle gracias a Dios por las mañanas al levantarnos con bien siempre.

con nuestros padres: en el cual dice que debemos ser agradecidos porque nuestra madre fue quien nos llevo en su vientre, con amor sincero y desinteresado, y nos ama aunque aun sus ojos no nos hayan visto, el padre, sin embargo, es el que acompaña a su esposa con amor, la cuida a ella y a su pequeño hijo (a), el cual es el fruto de su inmenso amor. Nuestro crecimiento priva de muchas cosas y comodidades a nuestros padres, ya que ellos han puesto todo su tiempo y entereza en nosotros, nos han educado a base de buenos modales. Y cuando llegamos a una edad mas madura, y con base en valores, nuestros padres aun así a nuestra propia fuerza, Nuestros padres son al mismo tiempo nuestros primeros y más sinceros amigos, nuestros naturales consultores, nuestros leales confidentes. El egoísmo, la envidia, la hipocresía, y todas las demás pasiones tributarias del interés personal, están excluidas de sus relaciones con nosotros; así es que nos ofrecen los frutos de su experiencia sin reservarnos nada. así que debemos serle agradecidos.

Con la patria: debemos estar agradecidos con nuestra patria, por el simple hecho de que es el suelo que pisamos dia con dia, el que nos vé trabajar, estudiar, por que es el lugar donde nuestros padres han vivido, donde fue y se desarrolló toda nuestra niñez, la cual está llena de recuerdos, de tradiciones, de constumbres. Después de haber mencionado estos puntos es notable el porqué debemos tener amor a nuestra patria.

Deberes con nuestros semejantes: no podríamos tener un amor sincero a Dios n a nuestros padres si no aprendemos a amar también a las

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