EL OPTIMISMO LEIBNIZIANO EN OJOS DE VOLTAIRE

UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA

POSNOVICIADO SALESIANO FELIPE RINALDI

FILOSOFÍA MODERNA

HAROLD CAMILO MARÍN TORRES

2 DE OCTUBRE DE 2018

EL OPTIMISMO LEIBNIZIANO EN OJOS DE VOLTAIRE

El presente texto, tiene como finalidad explicar si Voltaire, realmente, comprendió la propuesta de Leibniz, acerca "del mejor de los mundos posibles. Además, mostrará una interpretación personal de su autor, donde se exprese la relación Voltaire/Leibniz.

Recordemos entonces, que el centro de la filosofía de Leibniz es la doctrina de las monadas, las cuales son similares a los átomos, aunque apuntan a una realidad metafísica. Y claro, en el centro de este armonioso sistema de monadas que llamamos universo (el cual esta compuesto por una cantidad infinita de ellas) va a estar Dios. Con lo anterior podemos ver según el nombrado filósofo, que cuando Dios creo el sistema de las monadas las creo tan buenas como pudieran serlo e instauró entre ellas la mejor armonía posible, ahora bien, el mundo para Leibniz es el mejor mundo posible.

Entonces, se va introduciendo esta idea del optimismo leibniziano, y cuanto más, la voluntad de Dios debe realizar lo que su entendimiento dicta como lo más perfecto, pues Leibniz imagina las monadas posibles como presentes eternamente en la mente de Dios. Es decir, se está dando a entender que tales monadas están en potencia y ellas compiten entre sí para pasar de potencia a acto. Luego, las cosas son reales cuando existe suficiente razón para su existencia.

Además, frente al problema del mal intenta encontrar unos principios donde pueda explicar ante los ojos de los hombres los caminos de Dios, en una forma compatible con la bondad de este, y cuando no se pueda encontrar una solución final a un problema, es decir, una solución racional, debemos apoyarnos en la Fe.

Pero en la obra “El Cándido” Voltaire repudia y critica esta idea del optimismo leibniziano, pues ridiculiza tal noción de ver el mundo como el mejor de los mundos posibles, ya que “Cándido” el protagonista de la historia sufre cualquier cantidad de infortunios y aun así pretende ver el mundo de tal manera, debido a las enseñanzas de su maestro filósofo. Probablemente Voltaire hace una crítica al fundamento filosófico de Leibniz mostrando cómo tal afirmación no puede ser una máxima de vida.

Al final de la obra Cándido, termina viviendo en una casa donde seguirá debatiendo junto a Martín y Pangloss ¿Quién es la persona más miserable en el mundo? Entonces, al decidir ir donde un sabio árabe él les responde que para ser feliz es necesario sufrir y gozar y no quejarse nunca, Cándido no lo comprende de manera inicial hasta que ve a un hombre labrando la tierra y concluye que el destino del hombre es el gozo y el sufrimiento en la tierra. Aún así, Pangloss insiste en que este es el mejor de los mundos posibles, a lo que Cándido responde que hay que labrar la tierra.

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