EL PERFUME

EL PERFUME

DESCRIPCIÓN DEL PADRE TERRIER

Se trata de un monje calvo de aproximadamente cincuenta años de edad, el autor lo describe con un” ligero olor a vinagre”, con una prominente barriga y una gruesa nariz.

Era el administrador de los fondos de la beneficencia y repartía dinero entre los pobres, era un hombre comodino que no quería ser molestado. Las cuestiones delicadas lo disgustaban porque le representaban problemas y perturbaban su tranquilidad.

Era culto, ya que había estudiado teología, leído filosofía, sabía botánica y alquimia pero no se atrevía a cuestionar los milagros, los oráculos ni las Sagradas Escrituras porque la razón no le bastaba para explicarlos, prefería no profundizar en ese tipo de problemas, dada su naturaleza floja y porque necesitaba tener seguridad y sosiego, sin embargo había cosas contra las que luchaba y eran las supersticiones del pueblo, la brujería, los amuletos, los hechizos, conjuros, ceremonias de días de luna llena, etc.

Le deprimía el hecho de que esas creencias continuaran después de mil años de haberse establecido el cristianismo.

Terrier no se atrevía a negar la existencia de satanás ni a dudar de su poder, pues consideraba que la solución de esos problemas incumbía a esferas más allá del alcance de un simple monje.

Se trata de una historia del siglo XVIII que se desarrolla en Paris, como la obra se llama el perfume, refiere al lugar como el más putrefacto de Paris, en el que nace Jean-Baptiste entre desechos de pescado del puesto que atiende su madre de más o menos 25 años, él es el quinto hijo que nace casi muerto, todos sus otros hijos, por lo que ella decide dejarlo morir entre las vísceras y los desperdicios del pescado pero el llanto del bebé hace que se den cuenta las demás personas de su existencia y su mamá es encarcelada y decapitada por el delito de infanticidio.

El pequeño Grenoulli fue rechazado por diversas nodrizas porque era voraz y raro, decían que no olía como los bebés huelen.

Al final es dejado en un establecimiento para huérfanos a cambio de que el convento le pagara una cuota anual.

La lectura de estos tres capítulos me produjo una sensación desagradable, debido a la forma en la que describen el ambiente en el que se desarrolla la lectura, me pareció triste e inhumano que una madre dejara a su propio bebé abandonado en esas condiciones esperando que muriera, y confesar tan sínicamente que le había hecho lo mismo a otros cuatro me hizo sentir mal; también me sentí triste ya que el huérfano fue despreciado por todas las nodrizas, y que la última lo dejara de tal forma que pareciera que se trataba de alguna cosa muy desagradable, y más aún que creyera que estaba poseído por un demonio por el hecho de que no tenía olor, me hicieron pensar en lo injustos que eran al juzgar

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