EL PIRATA

Aunque el debate acerca de la administración como disciplina inmersa en el corpus de las ciencias sociales, no registra mayores desarrollos en los escenarios universitarios y profesionales, sí de manera paulatina deja entrever algunos avances, en tanto los retos derivados del redireccionamiento del sistema-mundo, han incidido notablemente en el campo organizacional, posibilitando nuevas consideraciones desde la perspectiva disciplinaria, en donde la vinculación con otras ciencias de naturaleza social, es ineluctable.

Resulta entonces necesaria la ubicación de la administración en el contexto de las ciencias sociales, con el propósito de superar la acepción convencional que da una gran centralidad al mundo de los negocios sin mayores sustentos cognoscitivos y sin la observancia de algunas consideraciones de la ciencia y del entorno socio-económico y político-cultural.

La miopía que le asiste a la administración, en tanto técnica y práctica para la conducción de los negocios privados, ha congelado las consideraciones acerca de su proyección a partir de la justipreciación de avances y problemáticas propias de la gestiología en su acepción disciplinar, asunto el cual de una parte, ha privilegiado la profesionalización sin asegurar mayores contribuciones en el campo de la investigación y de otra, ha soslayado el contacto con las grandes angustias societales, así como la significación de la administración como acción humana y por humana inteligente, desde donde es casi imposible escapar a la interrogación teórica en profundidad. Dicho en palabras de Gareth Morgan, hoy tal vez, "lo que más se necesita en administración, es un pensamiento crítico", capaz de combatir el anticientificismo propio y común en las escuelas y prácticas empresariales.

El predominio de una visión profesionalizante e instrumental ha eclipsado los requeridos entronques de la administración con otras disciplinas de naturaleza social, situación que no ha viabilizado el esclarecimiento de ésta como práctica social, capaz de trascender su enfoque tradicional resumido en exitología empresarial, soportada en un carácter repetitivo, sin profundidad y con una amplia pobreza conceptual. Obsérvese como al interior de la gestión predominan acepciones y manifestaciones técnico-instrumentales propias de la vertiente positivista, realidad que paulatinamente se agrava, en tanto la gestiología como ciencia de la acción eficiente, se nutre de un sinnúmero de ´teorías´ y estereotipos sin mayor conexidad con la especifidad de nuestro medio y de las exigencias epocales.

Una mayor ilustración acerca de tales falencias proviene de algunos estudiosos retomados por Omar Aktouf, entre los cuales destacamos: “el profesor Leonard Sayles se pregunta acerca de lo que ocurre con la administración, cada vez más incapaz, según él, de explicar correctamente la realidad concreta

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