EL RACIONALISMO. DESCARTES
Enviado por MR.AG1000 • 28 de Agosto de 2013 • 4.217 Palabras (17 Páginas) • 547 Visitas
EL RACIONALISMO. DESCARTES.
Descartes no puede soportar lo dudoso. El conocimiento ha de ser ABSOLUTAMENTE SEGURO o ha de ser abandonado, dejado de lado como INSUFICIENTE.
Descartes se pregunta ¿DE QUÉ PUEDO ESTAR SEGURO? En un primer momento, su pensamiento puede caracterizarse como filosofía de la desconfianza. Como nuevo hombre que se dispone a filosofar (porque hasta ahora la filosofía no ha hecho nada sino fracasar) tiene que comenzar, iniciar radicalmente el filosofar, como si antes de él nadie hubiese filosofado.
De este modo, el radicalismo cartesiano se manifestó como preocupación por evitar el error. Eso lo lleva a LA DUDA METODICA. Se trata de hacer de la duda UN MÉTODO (para llegar al cogito, el PENSAR, Descartes dice: COGITO, ERGO SUM. PIENSO, LUEGO SOY). Usar este método para evitar los errores e incertidumbres. Quiere un saber ABSOLUTAMENTE CIERTO cuya verdad esté más allá de toda posible duda.
¿Cuál es, en efecto, la manera más segura de encontrar algo absolutamente seguro, si es que lo hay? Pues ello consiste en dudar de todo para ver si forzando la duda hasta sus mismos limites, queda algo que resista a ella.
La duda es entonces:
METÓDICA: Es decir que se la emplea como INSTRUMENTO o camino para llevar a la verdad y no quedarse en ella.
UNIVERSAL: Porque habrá de aplicarse a TODO sin excepción. NADA deberá quedar excluido de ella hasta llegar al caso de que resulte imposible la duda.
HIPERBÓLICA: Será llevada hasta su último extremo, hasta su última exageración. AL MÁXIMO POSIBLE.
Deben darse por ERRONEAS, aún aquellas cosas que pueda suponerse un MINIMO de duda.
Descartes introduciría la duda en los principios o fundamentos sobre lo que los conocimientos (que son infinitos) se apoyan. En las fuentes de los conocimientos. Estas son:
Tradición
Saber sensible, conocido a través de los sentidos
Saber racional, a través de la razón.
CRÍTICA AL SABER SENSIBLE
Descartes apunta dos argumentos para probar que este tipo de saber debe ser puesto en duda:
PRIMERO: se funda en las ilusiones que nos traen los sentidos. Debemos dudar de los sentidos, ya que a veces, se equivocan. Es propio de la PRUDENCIA no confiar jamás demasiado en aquellos que nos engañan una vez. Por lo tanto no podemos saber si los sentidos no nos engañan también en TODOS los casos. No es seguro que NO nos engañen y como hay que dar por FALSO todo lo dudoso, se deberán desechar aquellos saberes proporcionados por los sentidos
SEGUNDO: en los sueños. Descartes dice: Sin embargo hay muchas cosas de las que NO puede dudarse, por ejemplo, que estoy aquí, rindiendo el examen final de filosofía. Sin embargo, todo podría ser un sueño, ya que no tengo indicios ciertos para distinguir el sueño de la vigilia.
TODO CONOCIMIENTO SENSIBLE ES DUDOSO
CRÍTICA AL CONOCIMIENTO RACIONAL
Aquí también propone Descartes dos argumentos.
I. Hay hombres que se equivocan al razonar, aun acerca de los más simples asuntos geométricos y cometen razonamientos equívocos. Por lo tanto, hay posibilidad de equivocarse aun en las cosas más sencillas, entonces, cabe la posibilidad de que todos los argumentos racionales sean falsos.
Esta postura –dice Descartes- que no es decisiva, pero sirve para poder enunciar su segunda postura.
II. Hay algunos “principios” mismos del conocimiento racional que no son conocidos de manera discursiva, sino “intuitivamente”, de modo inmediato, por simple “inspección del espíritu”. Por lo cual, Descartes propone el argumento del “GENIO MALIGNO”.
Un ser fuerte y perverso que hizo que siempre nos equivoquemos. Que haya construido de tal forma el espíritu humano, que siempre, aunque estemos seguros de dar en la verdad, caigamos en el error (hiperbolismo)
Descartes NO dice que efectivamente haya tal genio maligno, pero por ahora no tenemos ninguna razón para suponer que no lo haya, esto se convierte ahora en una POSIBILIDAD, por más remota o loca que parezca ser.
Puesto que todo debe llevarse a la duda, por más que haya que forzarla, si en verdad se quiere llegar a un conocimiento absolutamente indubitable, resulta entonces que la hipótesis del GENIO MALIGNO debe ser tomada en cuenta, ya que representa el PUNTO MÁXIMO de la duda.
EL COGITO
EL COGITO ES EL CONOCIMIENTO EVIDENTE, AQUEL AL QUE DESCARTES TRATA DE LLEGAR.
En el momento en que la duda llega al extremo, se convierte en su opuesto, en conocimiento absolutamente CIERTO.
Aunque suponga que el genio maligno existe y ejerce su maléfico poder sobre mí, yo mismo tengo que existir o ser, porque de otro modo, no podría siquiera ser engañado.
“No cabe duda alguna de que YO SOY, puesto que el genio me engaña, y por mucho que me engañe, nunca conseguirá hacer que yo no sea nada, MIENTRAS YO ESTE PENSANDO QUE SOY ALGO”
Por Lo tanto, el primer principio de la filosofía, la primera VERDAD ABSOLUTA es: YO PIENSO, LUEGO SOY” ESTO NO PUEDE SER PUESTO EN DUDA. Es indubitable, el primer conocimiento seguro, fundamento de cualquier otra verdad y punto de partida para el saber en general. SOY YO MISMO EN TANTO PIENSO.
EL CRITERIO DE VERDAD
Una afirmación es verdadera cuando LO QUE ELLA AFIRMA CONICIDE CON EL OBJETO A QUE SE REFIERE.
El criterio de verdad es mediante el cual se conoce que una afirmación es verdadera o que nos permite distinguir un conocimiento verdadero de uno falso. Ahora bien, como con el COGITO hemos hallado un conocimiento verdadero, Descartes nos dice que en él se hallará también el CRITERIO DE VERDAD. Como en el enunciado “YO PIENSO, LUEGO SOY” no hay nada que me asegure que digo la verdad, sino que VEO CLARAMENTE que para PENSAR es necesario SER. Por eso Descartes admitió esta regla como general:
LAS COSAS QUE CONCEBIMOS MUY CLARA Y DISTINTAMENTE (EVIDENTES) SON VERDAD.
LAS REGLAS DEL MÉTODO
Descartes entiende por METODO, un conjunto de reglas ciertas y fáciles por las cuales NADIE tomara JAMAS lo FALSO por VERDADERO y, llegara sin fatigarse (con inútiles esfuerzos del espíritu) sino aumentando su saber progresivamente, AL CONOCIMIENTO VERDADERO DE TODO AQUELLO DE QUE SEA CAPAZ.
Descartes enuncia CUATRO reglas en las cuales sintetiza todo su procedimiento metodológico.
I. PRECEPTO DE LA EVIDENCIA: Se debe admitir como verdadero un conocimiento solo en caso de que sea EVIDENTE, que NO SE PUEDA DUDAR DE ÉL. Para que sea evidente debe cumplir con dos requisitos: PRIMERO, Debe ser CLARO, es decir, debe estar presente ACTUALMENTE ante un espíritu atento, por ejemplo: Me duele el tobillo, el dolor ahora existe, es un conocimiento CLARO, pero
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