ESTUDIOS DE HISTORIA DEL PENSAMIENTO CIENTIFICO (FICHA DE LECTURA)

Koyré, Estudios de historia del pensamiento científico.

En el siglo XVI se llevó a cabo una de las revolución más importantes del pensamiento científico, más profunda que la del revelamiento del cosmos por parte de los griegos. Esta última percibe al Universo como estático, jerarquizado y cualitativo. Aristóteles, quien define esta cosmovisión, dice que las cosas deben estar dispuestas en un lugar natural y, que por un motor externo a él el cuerpo se mueve llegando siempre a este término, si lo quitas este volverá al reposo. La jerarquización del mundo se comprende por cielo y Tierra, donde los fenómenos, que en esta jerarquización se definen bajo teorías, se pueden probar con los sentidos, es decir, estéticamente, cualitativamente. La Tierra como centro del universo, una visión antropocéntrica y jerárquica del cosmos, se destruye dando paso a la ciencia moderna.

Galileo, en Padua, el año 1610, comprueba la teoría Heliocéntrica de Kepler y Copérnico, a través del telescopio. Esto es un quiebre fundamental en la historia, rompe con el paradigma medieval de las ciencias, provocando gran controversia principalmente en la Iglesia Católica, pero luego Roma aceptará que el Sol es el centro del universo.

La observación de Galileo por el telescopio ya no es meramente una observación natural, sino que es asistida por un instrumento y por una antes dada teoría que debe ser corroborada (observación derivada). Es correcto darle mucho merito a Galileo, pero también cabe destacar a Descartes, quien destituye de toda autoridad a las verdades que de los sentidos podemos recibir, postulando que los sentidos nos engañan, siendo ya no verdades sino que falsedades. Entonces, ¿qué comprendemos como verdadero ahora? Galileo utiliza la matemática, cosa indispensable para la investigación de la física, cuestión ya entendida por Platón. Esto se justifica, porque las matemáticas no pueden ser discutidas, uno más uno siempre será dos y no tres. Al no pertenecer al mundo sensible no nos engañan.

“Si reivindicamos para las matemática un estatuto superior, si además le atribuimos un valor real y una posición decisiva en física, somos platónicos” (Koyré, 2003, pág. 172). La matematización de la física por parte de Galileo es consecuencia de las influencias que Platón causó en él.

A partir de esta revolución el Universo deja de ser comprendido como estático, jerarquizado y cualitativo. Es ahora dinámico, no existe jerarquización y es ahora cuantitativo. Dinámico, porque se rompe con la idea de que cada objeto debe pertenecer a su lugar natural estático. Esto se debe gracias al concepto de fuerza (capacidad de un objeto en oponerse a una resistencia, si no la hay este seguirá infinitamente en movimiento constante). La no jerarquización del mundo es por la no distinción entre el cielo y la Tierra, ahora todo tiene igual valor al poder estudiar los fenómenos de arriba

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