¿EXISTE UN SEGMENTO DE MERCADO EN FACATATIVÁ PARA UN AUTOSERVICIO CON FORMATO DE COMPRAS A GRANEL, INCENTIVADO POR EL PRECIO Y EL CONSUMO AMBIENTALMENTE RESPONSABLE?
Enviado por Gabicocardenas • 3 de Octubre de 2017 • Ensayo • 5.002 Palabras (21 Páginas) • 306 Visitas
¿EXISTE UN SEGMENTO DE MERCADO EN FACATATIVÁ PARA UN AUTOSERVICIO CON FORMATO DE COMPRAS A GRANEL, INCENTIVADO POR EL PRECIO Y EL CONSUMO AMBIENTALMENTE RESPONSABLE?
ANGIE KATHERINE ROJAS PADILLA
ANYI GABRIELA CARDENAS GÓMEZ
MARIA FERNANDA RODRÍGUEZ GIL
NATHALIA LISETH SÁNCHEZ DÍAZ
SERGIO ESTIVEN GARZÓN MONROY
INVESTIGACIÓN DE MERCADOS
701 N
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS, ECONÓMICAS Y CONTABLES
UNIVERSIDAD DE CUNDINAMARCA
EXENCION FACATATIVÁ
2017
DEFINICIÓN DEL PROBLEMA
¿Existe un segmento de mercado en Facatativá para un autoservicio con formato de compras a granel, incentivado por el precio y el consumo ambientalmente responsable?
Hipótesis
A. Positiva o H+
Los habitantes de Facatativá están dispuestos a adoptar una forma de consumo responsable con el medio ambiente realizando compras a granel.
Negativa H-
Los habitantes de Facatativá no están dispuestos a adoptar una forma de consumo responsable con el medio ambiente a la hora de comprar alimentos y productos para el hogar por desconocimiento de los beneficios que brindan.
OBJETIVO GENERAL
Identificar la viabilidad de cambio en hábitos de consumo de los habitantes de Facatativá a la hora de comprar alimentos y productos para el hogar.
Objetivos específicos
• Identificar el hábito de consumo de los habitantes de Facatativá a la hora de comprar alimentos y productos para el hogar.
• Conocer cuál es la inclinación del habitante facatativeño hacia la implementación de hábitos de consumo ambientalmente responsables.
• Identificar, si los precios bajos son un verdadero incentivo para que el habitante Facatativá adopte nuevos hábitos de consumo.
MARCO TEORICO
No hace 60 años en el comercio predominaban los establecimientos que expendían sus productos sin requerir de un envase o empaque, eran tiendas a granel en donde se iba con un recipiente, una canasta o una bolsa artesanal y se compraban alimentos por peso y se empacaban dentro de una bolsa de papel y el desperdicio era mínimo, pues solo se consumía lo necesario. En la actualidad, es difícil encontrar tiendas que ofrezcan este formato, donde su cliente tiene la posibilidad de comprar productos sin envases y que permitan comprar solo lo necesario.
El cambio en los hábitos y formatos de compra es el principal responsable del incremento desmesurado de desechos plásticos, en una actividad tan cotidiana como la compra de unas galletas, lo más probable es que se deba desenvolver como mínimo un cartón o un plástico antes de consumirlas finalmente, sin contar que para transportarlas al lugar de consumo final se utilice una bolsa plástica, la cantidad de desechos que se generan en las compras es alarmante, en el mundo se tiran a la basura 280 millones de toneladas de plástico al año, 11,6 millones de toneladas de basura produce Colombia al año, Alrededor de 80 por ciento de la basura marina se origina en la tierra y la mayoría es plástico, El plástico no es reciclable. (El PET sí lo es). Tampoco es biodegradable, es un material que ni la tierra ni el mar pueden digerir.
Parte de la problemática es el desperdicio, Según la FAO, un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se pierde o se desperdicia en todo el mundo, lo que equivale a cerca de 1 300 millones de toneladas al año, equivalentes al 33 % de toda la oferta mundial de alimentos destinados al consumo humano. De este 33 %, el 54 % corresponde a pérdida y el 46 % corresponde a desperdicio. Así mismo, la producción agropecuaria y el consumo tienen la mayor participación en la pérdida y el desperdicio mundial con 26 % y 34 %, respectivamente (FAO, 2014). De acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social y la FAO (2012), en 2010 se perdieron en Colombia 1.426.932 toneladas de frutas y verduras en la etapa de poscosecha.3 Esta cifra equivale al 39 % total de la oferta de frutas y verduras de ese año. De esta pérdida total, el 32 % correspondía a frutas (1.154.923 toneladas) y el 7 % a verduras (272.009 toneladas). De ese 34 por ciento, 22 % se pierde por ineficiencias en la cosecha, pos cosecha, empaque, transporte y procesamiento, y 12 % lo desperdician los almacenes, los supermercados y los consumidores
Comprar a granel no es solamente bueno para el planeta. También los agentes que participan en el proceso de comercialización a granel se benefician.
Los productores y distribuidores: se ahorran el coste de envasar, así como el tiempo que requiere el envasado
Los tenderos: puede simplificarse la logística
Los compradores: Comprar a granel proporciona más libertad a la hora de decidir la cantidad que desea consumir, si queremos mucha y también si queremos muy poca; nos evitará que el producto se estropee por haber en el envase demasiada cantidad. Además, vemos lo que compramos, sin ningún envase que nos lo impida. Y, por último, conseguimos llenar el cubo de envases más despacio, con lo que deberemos bajar la basura a la calle menos veces.
Se desperdicia menos. Se compra lo justo y lo necesario, atractivo para las personas que viven solas, en el caso de familias numerosas o establecimientos hosteleros, también se agradece comprar grandes cantidades sin tener que volver a comprar cada poco tiempo.
Se fomenta un consumo responsable reduce la cantidad de cartones y plásticos que conlleva comprar en grandes superficies. De esta forma, se ahorra energía y materiales para el envasado, y también la acumulación de residuos en casa.
Ahorro. En realidad, supone un ahorro para el consumidor, porque solo pagan por aquello que consumen, y no tiene costes adicionales, como por ejemplo el embalaje que, en algunos productos, puede superar el precio del producto.
Al poder comprar cantidades mínimas se da la posibilidad de probar muchos productos diferentes y lograr una dieta variada.
Poder ver lo que se compre sin llevarse sorpresas al abrir el envase. De esta forma se controla la calidad y la cantidad de lo que se adquiere.
Calidad. Este tipo de comercios suelen ir asociados a productos ecológicos, de elaboración artesanal o de proximidad.
En Alemania recientemente ha surgido una tendencia con miras a redimir el antiguo hábito de consumo a granel, una iniciativa impulsada por jóvenes emprendedores que pretenden establecer el hábito de moda, es una iniciativa que se ha extendido en grandes ciudades de Europa en los últimos cinco años que tiene como como promesa eliminar los envases y embalajes, una filosofía llamada “pre-cycling” en el que se pueden comprar todo tipo de alimentos (granos, cereales, frutas, verduras, panadería, productos de aseo y bebidas). Ha tenido una gran acogida por personas jóvenes que están comprometidas con el consumo responsable con el medio ambiente.
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