_Ejnemplo de la visión y del enigma

Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra

"De la visión y del enigma"

Este texto de Nietzsche constituye una metáfora o una parábola en la que a través de un lenguaje simbólico presenta un enigma. La historia gira en torno a Zaratustra, que tras pasarse cierto tiempo callado en un barco, comienza a contarle a los marineros una de sus vivencias, plagada de misterios y metáforas que ellos deben resolver.

El primer misterio que nos presenta es quienes son los marineros a los que cuenta su historia. Estos podrían ser los lectores de Nietzsche, no obstante presenta a unos marineros audaces, ya enfrentados a mares terribles. Por eso podríamos destacar que está afirmando que para entender la parábola que luego contará es necesario ya conocer la filosofía de Nietzsche, incluso otras filosofías, que nos permitan desenmarañar la incógnita. Se trataría de aquellas personas que indagan, leen e intentan comprender muchas visiones de un mismo tema antes de dejarse guiar o amoldarse al pensamiento general, serían los “valientes” que se enfrentan a la filosofía.

Entrando en la parábola, lo primero que se nos presenta es un camino ascendente, una cuesta o una montaña que debe escalar con un peso encima, un enano. Esta cuesta significaría el conocimiento, y puede ser interpretado, en términos religiosos, como un camino seguido por los profetas para alcanzar el verdadero conocimiento de la realidad. Podríamos relacionarlo aquí con el mito de la cueva de Platón, en el que el camino hacia el conocimiento también se nos presentaba como una cuesta empinada. En esta cuesta presenta en primer lugar a su espíritu, que tira hacia abajo y le dificulta el ascenso. Probablemente éste sea un símbolo de las religiones opuestas al progreso, que viven en las ideas del pasado y rechazan nuevos conocimientos. En cuanto al enano, éste simbolizaría la parte del ser que busca vivir cómodamente en la realidad conocida, sin aventurarse a explorar. Sería por lo tanto el hombre racional, aferrado a los valores del pasado y que incluso lo amenaza, diciendo que no será capaz de seguir adelante y que terminará cayendo. Pero Zaratustra logra liberarse de esa carga, con lo que probablemente Nietzsche se refiera a su crítica a la cultura occidental, defendiendo la necesidad de destruirla para alcanzar un nuevo conocimiento que ya no sea decadente, pues como sabemos, en su obra acusó a la cultura occidental de ser decadente desde el mundo griego, pues se convirtió en una cultura racional y dogmática, desvinculada de la vida, algo que Nietzsche, desde su posición vitalista, no podría compartir.

Llegado un momento, Zaratustra se encuentra ante dos caminos e inicia una conversación con el enano. Esos dos caminos representan el pasado y el futuro, mientras que el instante, el punto en el que se encuentran, sería el momento actual. Pero en este momento se presenta un nuevo conflicto, al no entender si realmente se trata de dos caminos o si es uno solo. Este conflicto significa la oposición entre un tiempo rectilíneo, irrepetible, y una concepción circular del tiempo, defendiendo que todo se volverá a repetir eternamente y que todo momento ya ha sucedido y está por suceder.

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