El Alienista Machado De Assis

EL ALIENISTA

MACHADO DE ASSIS

El termino locura nos evoca la edad media, donde se empieza a utilizar por vez primera para englobar a personas que no se sabía cómo tratar desde un punto de vista social; personas que según la época estaban muy relacionadas con la brujería y la herejía. Eventualmente hoy por hoy dicho significado no ha variado; ya que, como es común el ir en contra de estereotipos es ir encontrá de corrientes, encontrá de la sociedad misma.

El Dr. Simón Bacamarte también conocido como el alienista se entrega en cuerpo y alma al estudio del ser humano, al estudio de su psiquis y de su comportamiento en sociedad; a sus cuarenta años de edad después de haberse consagrado en santo matrimonio con doña Evarista Da Costa (mujer ni fea ni bonita)y tras verse fracasado como Padre ilustre que deseaba ser; retoma seriamente sus estudios sobre psiquiatría en la villa de Itaguaí, con tal ímpetu que comenta con las altas cortes y con el delegado de la iglesia el Sr. López su deseo de construir un centro de sanación del alma un centro que permitiera el examen de las patologías cerebrales.

Como toda idea nueva causo cierta suspicacia en los concejales; ya que era ir encontrá de lo que se creía normal para ese entonces, pero como esto iba encaminado al estudio de la ciencia con cierto recelo se aceptó el proyecto del alienista. Comenzando así de una vez por todas el estudio de los diversos comportamientos del ser humano en sociedad.

Con el pasar de los días después de la inauguración de la casa verde se manifiesta, que el número de desheredados de espíritu incrementa ya que el Dr, Simón examina cada una de las posturas, formas y expresiones de cada individuo de la villa, con tal relevancia que llega a cierto punto a estar encerrados su esposa y la cuarta quinta parte de la población; ya que para el cualquier pensamiento u actitud dejaban de ser pertinentes como para el resto de la población.

Debido a este suceso inesperado el Alienista decide replantear sus premisas y abordar la sugerencia de dejar a todos sus “ratones de laboratorio” en libertad. Devolviendo a miles de familias eso que ellos consideraban les había robado sin justa razón. Anegado por el sentimiento de culpa y el fracaso ante el estudio de las patologías cerebrales dado que no tuvo ningún resultado favorable decide refugiarse de cierto modo en la biblioteca de su casa.

El alienista termina siendo el alienado, confundido, sin capacidad para comprender lo que había pasado, cuál fue el error, quien estaba mal y quien no, donde había quedado todo el estudio, las bases, las teorías, las hipótesis, existía realmente alguien capaz de estudiar de una forma tan completa la mente, las reacciones, las emociones o simplemente determinar qué era lo normal y que no, siendo algo tan subjetivo.

Michel Foucault, en su Historia de la locura en la

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