El Ambiente Escolar En Las Aulas
Enviado por coyotiiin • 10 de Julio de 2013 • 1.760 Palabras (8 Páginas) • 389 Visitas
Un poco de la vida de JACKSON PHILIP W.
Es Profesor de la Universidad de Chicago. Con una larga trayectoria desde 1968 en que publica Life in classroom (La vida en las aulas. Madrid, Marova, 1975; y en Madrid, Morata, 1991), otros libros conocidos son Enseñanzas implícitas (Buenos Aires, Amorrortu, 1999) y Práctica de la enseñanza (Buenos Aires, Amorrortu, 2002). Fue, asímismo, editor de la 3ª edición del Handbook of research on curriculum (Nueva York: Macmillan 1992) y, en los últimos años, es estudioso y editor de obras de Dewey.
Jackson en un primer momento de su investigación, parte de una especie de conductismo, como era la aplicación de tests, para abandonar este camino y bajar la arena, al ruedo, al campo de los hechos. Es decir ya no va a ser el laboratorio el lugar cómodo donde va a traducir e interpretar sus trabajos de investigación, si no que visitaran una y mil escuelas, multitud de centros educativos, para tomar ciento y miles de notas de lo que allí acontecía.
Philip W. Jackson, es uno de los primeros investigadores que verdaderamente llega a presentar una gran atención a los comentarios que realizan los profesores y profesoras acerca de su propio trabajo como profesionales y a todo lo que sucede en realidad en el interior de las aulas. Esto le permite advenir que la enseñanza es una actividad mucho más compleja de lo que la mayoría del profesorado así como muchos investigadores e investigadoras, acostumbran a pensar.
El contexto del aula, como lugar donde se producen procesos de enseñanza y aprendizaje tanto intencionados como no intencionados, tiene una serie de propiedades distintivas que afectan a las personas que allí interaccionan y actúan, pese al tiempo de organización de los alumnos y alumnas que se hayan establecidos y a la filosofía educativa a la que este adherido el profesorado.
La vida en las aulas nos es algo tan cotidiano para los que en la actualidad somos educados y los que educan, que suelen pasarnos desapercibidos los detalles de lo que a diario acontece en este entorno del saber. La autoridad del profesor, la obligada asistencia a clases y sumisión del alumno, las pruebas, las presentaciones, los turnos, los viajes por la mañana para asistir a clases, en si todo este acto de “repetición, redundancia y acción ritualista” que tanto para alumnos de cualquier grado y profesores nos es tan habitual y conocido.
Rara vez el alumno se ha cuestionado de donde surge este tipo de modalidad de estudio, de acción, ni siquiera el docente a veces suele ser capaz de explicar el por qué se enseña de una determinada manera, por qué es él el que dirige la clases, o el por qué se debe asistir de forma puntual y diaria a clases, en donde se originó este modo de enseñanza, quien fue el primero que lo implanto, por qué el alumno debe callar y dar por verdadero lo que el profesor dicta, por qué incluso las clases se deben dictar en un aula y no en un espacio libre, donde el alumno capte la realidad en todo su esplendor. Será que acaso no existe otro modo de enseñar, será que estamos tan habituados a esta modalidad que nos parece normal e incuestionable e incluso apropiada e ideal.
A lo largo de nuestra vida escolar todos nosotros hemos interactuado en un salón de clases con un grupo de persona en su mayoría desconocidas, en sus primeros años algunos niños presentan renuencia a asistir a clases, otros por otra parte parecen excitados con la idea de conocer este nuevo mundo, pero al fin y al cabo, todos, absolutamente todos, en la actualidad estamos obligados a asistir y hacer asistir a futuras generaciones a un recinto educacional. “Los pequeños deben estar en la escuela, tanto si quieren como si no”.
Algunas características de la vida escolar
La educación en chile está estipulada que sea obligatoria desde el kínder Garden hasta 4° año de enseñanza media. Durante estos trece año de estudio el alumnos convive con alrededor de cuarenta personas en promedio por año que va cursando el alumno. ¿Se comprende acaso en su totalidad la cantidad de personas que podemos conocer durante nuestra vida académica? E incluso ¿somos conscientes de que es solo en esta instancia de nuestra vida donde se es capaz de interactuar de forma inconsciente con un grupo de personas que quizás en otra situación ni si quera hubiera volteado a mirar?, ¿El alumno es un algún minuto consciente de su rol dentro de esta masa de personas?
Por lo general, la mayoría de los que hoy somos estudiantes no tomamos conciencia de la cantidad de rostros que hemos divisado dentro de los recintos escolares, pueden haber sido perfectamente miles, pero de aquellos no hemos sabido nada. Estamos tan habituados a este mundo de “rostros desconocidos” que no ponemos atención al modo y forma en que cada uno convive, quizás aquella niña que siempre iba con su bufanda rosada a la escuela era golpeada por sus padres, o aquel chico agresivo que siempre se saltaba las clases no tenía hogar, quizás nuestros propios “amigos”, de este ambiente escolar, no sabían que el fondo nos sentíamos mal, fuera
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