El Arte De La Guerra
Enviado por may1988cri • 4 de Junio de 2012 • 1.558 Palabras (7 Páginas) • 430 Visitas
SunTzu
El Arte de la Guerra
La filosofía del “el arte de la guerra” ha ido más allá de fines militares; por citar un ejemplo, en la gestión de empresas esta la vinculación de palabras, es decir cambian la palabra ejercito por
empresa, o armamento por recursos.
C A P I T U L O I
Sobre la evaluación
SunTzu dice: la guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la
vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es
forzoso manejarla bien
Hay que valorarla en términos de cinco factores fundamentales, y hacer comparaciones
entre diversas condiciones de los bandos rivales, con vistas a determinar el resultado de la
guerra.
La doctrina significa aquello que hace que el pueblo esté en armonía con su gobernante,
de modo que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro.
El tiempo significa el Ying y el Yang, la noche y el día, el frío y el calor, días despejados
o lluviosos, y el cambio de las estaciones.
El terreno implica las distancias, y hace referencia a dónde es fácil o difícil desplazarse,
y si es campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de
supervivencia.
El mando ha de tener como cualidades: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y
disciplina.
Por último, la disciplina ha de ser comprendida como la organización del ejército, las
graduaciones y rangos entre los oficiales, la regulación de las rutas de suministros, y la
provisión de material militar al ejército.
El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de
aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca
del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca.
Poner cebos para atraer al enemigo.
C A P I T U L O II
Sobre la iniciación de las acciones
Nunca es beneficioso para un país dejar que una operación
militar se prolongue por mucho tiempo.
Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a
donde vayas.
Así pues, lo más importante en una operación militar es la victoria y no la
persistencia. Esta última no es beneficiosa. Un ejército es como el fuego: si no lo apagas,
se consumirá por sí mismo.
Por lo tanto, sabemos que el que está a la cabeza del ejército está a cargo de las vidas de
los habitantes y de la seguridad de la nación.
C A P I T U L O III
Sobre las proposiciones de la victoria y la derrota
Como regla general, es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo. Capturar
a sus soldados para conquistarlos y dominas a sus jefes.
Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si
no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás
otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada
batalla.
C A P I T U L O IV
Sobre la medida en la disposición de los medios
Antiguamente, los guerreros expertos se hacían a sí mismos invencibles en primer
lugar, y después aguardaban para descubrir la vulnerabilidad de sus adversarios.
Hacerte invencible significa conocerte a ti mismo; aguardar para descubrir la vulnerabilidad
del adversario significa conocer a los demás.
La invencibilidad está en uno mismo, la vulnerabilidad en el adversario.
La defensa es para tiempos de escasez, el ataque para tiempos de abundancia.
Si sólo eres capaz de asegurar la victoria tras enfrentarte a un adversario en un conflicto
armado, esa victoria es una dura victoria. Si eres capaz de ver lo sutil y de darte cuenta
de lo oculto, irrumpiendo antes del orden de batalla, la victoria así obtenida es un
victoria fácil.
En consecuencia, un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después; un
ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después.
C A P I T U L O V
Sobre la firmeza
La fuerza es la energía acumulada o la que se percibe. Esto es muy cambiante. Los
expertos son capaces de vencer al enemigo creando una percepción favorable en ellos, así
obtener la victoria sin necesidad de ejercer su fuerza.
C A P I T U L O VI
Sobre lo lleno y lo vacío
Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se
dejan atraer fuera de su fortaleza.
Si haces que los adversarios vengan a ti para combatir, su fuerza estará siempre vacía. Si
no sales a combatir, tu fuerza estará siempre llena. Este es el arte de vaciar a los demás y
de llenarte a ti mismo.
La victoria sobre multitudes mediante formaciones precisas debe ser desconocida par las
multitudes. Todo el mundo conoce la forma mediante la que resultó vencedor, pero
nadie conoce la forma mediante la que aseguró la victoria.
C A P I T U L O VII
Sobre el enfrentamiento directo e indirecto
La dificultad de la lucha armada es hacer cercanas las distancias largas y convertir
los problemas en ventajas.
Así
...