El Ateismo
Enviado por 4043 • 22 de Abril de 2015 • 1.149 Palabras (5 Páginas) • 202 Visitas
HISTORIA DEL ATEÍSMO
Iniciamos nuestro estudio haciendo un recorrido muy breve y sintético por la historia de lo que ha sido el hombre-sin- Dios.
Este problema sólo ahora se ha convertido en un fenómeno grave y de repercusiones importantes en el mundo del espíritu, de la cultura popular y de la política. Pero tiene sus antecedentes en la edad bíblica y una complicada gestación en la edad moderna.
A) El hombre-sin-Dios en la Biblia
Dios en la Biblia no es una proposición teórica, sino una existencia y una presencia activa. Su nombre "Yo soy el que soy" significa no sólo "Yo existo", no sólo "Yo soy omnipresente", sino especialmente "Yo asisto" a mi pueblo. De ahí que el hecho de estar sin-Dios no es en la Biblia una mera proposición (algo teórico) sino un estado de existencia.
Se dan en la Biblia tres prototipos de hombre sin-Dios:
El llamado en la Biblia " insensato"
"Y dijo el insensato en su corazón: no hay Dios" (Salmo 14, 1).
Hoy lo llamaríamos un ateo práctico. No niega la existencia de Dios en sentido metafísico, sino su presencia activa en medio de su pueblo. Se contrapone al hombre "sabio", quien sabe reconocer y gustar la presencia de Dios en su vida. En el fondo hay una voluntad de libertinaje: no quiere persuadirse de que Dios está a su lado y presente en todo, para poder así permitirse todo y hacer lo que le venga en gana. . .
Se diría que este ateo es el prototipo de los creyentes "incrédulos" o ateos prácticos de nuestra sociedad cristiana.
Tipo 2: Las naciones sin Dios
"Naciones que no conocen a Dios' (Jeremías 10,25).
Son el prototipo de lo que hoy llamaríamos el ateísmo político, el ateísmo de una república socialista o democrática sin-Dios. Es el caso de un pueblo que se profesa públicamente ateo.
El juicio bíblico contra este tipo de ateísmo es muy severo. Así como el pueblo de Dios es (no sólo religiosa sino políticamente) porque es el pueblo de Dios a quien conoce y reconoce; así correlativamente los pueblos sin-Dios no son, sino que "están en las tinieblas y en la sombra de la muerte" (Lucas 1, 79).
Todos los ídolos de estas naciones ateas (fuerzas y fenómenos de la naturaleza, productos fabricados por su arte, sus partidos y personajes a quienes rinden culto...) son "naderías" y sus obras son "nada9 (Isaías 41, 24) .Son no-valores, absurdos... Y el que los adora se hace como ellos (Salmo 115, 8).
Tipo 3: El filósofo sin-Dios
El Libro de la Sabiduría (del siglo I a. C.) habla de sabios griegos que exploran las obras magníficas de la creación y se quedan en sus apariencias externas bellas, sin remontarse al Creador mismo de tales obras (Sabiduría 13, 6-7).
La Biblia juzga estos señores "inexcusables9, "porque si han sido capaces de adquirir bastante ciencia como para escrutar el universo, ¿cómo no han descubierto también al Señor y Artífice del universo?" (Sabiduría 13, 8-9).
En conclusión:
"Para la Biblia el ateísmo no es una posición intelectual, sino una opción libre del hombre con todo su ser, respecto de la realidad. . . El hombre-sin-Dios (bajo cualquier forma que se le presente) es de mala fe. No tiene una existencia auténtica. Rechaza reconocer la realidad de la situación humana al rehusar reconocer a Dios quien está presente en la situación humana y quien constituye el significado todo entero de esta situación. . . Escoger, así, la existencia sin Dios es escoger la no-existencia. ¡Es caer en el absurdo!".
B) El hombre-sin-Dios en la edad moderna
—Consideramos la etapa que va desde el siglo XV, cuando sube la marea del "espíritu laico", hasta el siglo XIX, cuando Nietzche como profeta y Marx como filósofo,
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