El Bien Común
Enviado por AleFi_PG • 4 de Julio de 2012 • 2.785 Palabras (12 Páginas) • 1.417 Visitas
INTRODUCCIÓN
La presente investigación monográfica sobre “El Bien Común”, es un tema muy interesante y de suma importancia para todos nosotros los seres humanos.
Es conocido que en la actualidad se atravesamos por una época complicada en la cual se están perdiendo los valores. Las personas solo piensan en sus propios intereses y se olvidan de ayudar al prójimo, respetar sus derechos y hacer el bien. El mundo se está volviendo cada vez más materialista y en lo único que las personas piensan es en tener mucho dinero; podemos observar como cada día muere gente y suceden hechos trágicos a los cuales ya nos hemos acostumbrado y no hacemos nada por cambiar y mejorar nuestra sociedad.
Si bien es cierto quizás es una tarea difícil buscar un cambio radical en la conducta de las personas, pero no es imposible. Si nosotros nos lo proponemos lo podemos lograr, si empezamos a respetar nuestros derechos a ayudarnos los unos a los otros, a trabajar como una sola familia, vamos a lograr cosas increíbles, entre ellas mejorar nuestra situación de vida y si es posible, ¿Por qué no? alcanzar la tan anhelada “Paz Mundial”.
Por esta razón la finalidad de este trabajo de investigación es descubrir el verdadero significado de “El Bien Común”, identificar todo lo bueno que generaría su práctica y motivar a llevarlo a cabo en todos los aspectos de nuestras vidas.
Asimismo, trataremos sobre los Derechos Humanos; los deberes que cada persona tiene para con la Sociedad; el respeto y la tolerancia a las demás personas.
Todos tenemos algo que dar y estamos aquí en la tierra con una misión divina la cual debemos encontrar y luchar por cumplirla.
SUMARIO
CAPÍTULO I
“EL BIEN COMÚN”
1. El Bien Común.
1.1. El Bien y El Bien Común.
1.2. Bien Propio y Bien Común.
1.3. El Bien Común de la Humanidad.
1.4. Amor con Orden.
1.5. Las Falsas Filosofías.
2. El Bien Común y los Entes.
2.1. La Bondad del Ente.
2.2. Ordenación de los entes al Bien Común.
2.3. El Bien Común distribuido en el orden del universo.
2.4. Ordenación de cada sustancia singular al Bien Común.
2.5. Ordenación Directa de los entes espirituales al Bien Común.
CAPÍTULO II
“EL BIEN COMÚN, FIN DE LA SOCIEDAD CIVIL”
1. El Bien Común y la Sociedad.
1.1. El Bien Común Trascendente, Bien Común Intrínseco y Bien Común Particular.
1.2. El Bien Común de la Familia.
2. El Bien Común y la lucha de la Sociedad por alcanzarlo.
2.1. El Bienestar Material.
2.2. La Paz.
2.3. Los Valores.
2.4. El Permisivo.
2.5. Deberes respecto al Bien Común.
2.6. El Bien Común Ley y Justicia.
CAPÍTULO I:
“EL BIEN COMÚN”
1. El Bien Común.
1.1. El Bien y El Bien Común.
Se denomina “Bien” a todo aquello que un ser viviente apetece, o también, y más propiamente, aquello que lo complementa y perfecciona. “Bien” significa perfección y perfectividad, porque todo aquello que hay en un ente y que lo perfecciona, es un bien de él, y también aquello que no hay en un ente, pero que es capaz de perfeccionarlo, también se denomina bien de ese ente.
Se llama Bien Común a aquello que es capaz de perfeccionar a más de un ser, tanto cuando es un medio para ello, como cuando es ya un fin o perfección lograda. Siempre el bien común es el bien de esto o aquello en cuanto a esto o aquello es parte de un todo. De acuerdo con el diccionario de la lengua, “común” significa “lo que no siendo privativamente de ninguno, pertenece o se extiende a varios”. En síntesis, Bien Común equivale, al conjunto de condiciones necesarias para que los hombres, las familias y las asociaciones puedan lograr su mayor desarrollo.
1.2. Bien Propio y Bien Común.
Ya que el universo creado está hecho de partes, podemos considerar el bien propio a cada una y al bien común el universo entero. Cada parte está relacionada con Dios u ordenada a Él con un Fin de todas las cosas, pero esta ordenación de todo ente a Dios implica una ordenación correspondiente de las partes entre sí: Así aparece clara la diferencia entre bien propio y bien común. En el universo, existe una real unidad de orden entre todos los entes que lo componen. Esta “unidad de orden” implica dos cosas:
a) Que aquellas partes son distintas entre sí.
b) Que, sin, embargo, están relacionadas las unas con las otras.
Tal unidad de orden es consecuencia de la ordenación de cada una a Dios. Una filosofía que excluyera a Dios de la realidad haría que el universo careciera de sentido. La criatura espiritual se halla en la cumbre de la jerarquía de los entes del universo creado. Por este motivo, la criatura espiritual tiene una ordenación especial al bien común, puesto que puede alcanzar a Dios mediante sus propias operaciones de conocimiento y amor.
¿Por qué deberíamos amar a Dios por encima de todas las cosas? Porque Él es el fin de nuestro ser, el fin último, “El Bien Común”. ¿Y por qué habríamos de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos? Porque si debemos tender al bien común, también debemos tender a que se realice el bien “propio” de cada uno. La tendencia al bien común implica la obligación de expandir el bien sobre los demás, esto es de buscar el bien propio de cada uno.
1.3. El Bien Común de la Humanidad.
El Bien Común Humano es aquel que es capaz de perfeccionar a más de un hombre, como miembro de alguna comunidad. El ser humano es, como se sabe un ser naturalmente social. Se une con sus congéneres formando grupos de diverso tipo, por un natural impulso y también para conseguir, en esa unión, ciertos fines, que constituyen el bien común peculiar de cada uno de tales grupos. El bien común de los hombres se denomina “común” por doble razón:
a) Porque puede ser participado por muchos.
b) Porque para obtenerlo es necesario el esfuerzo mancomunado de muchos.
De este modo tenemos que un bien común por participación de muchos, y también un bien común por gestión de muchos.
2. El Bien Común y los Entes.
2.1. La Bondad del Ente.
El “Bien” puede ser escrito por su efecto, como lo hace Santo Tomás de Aquino siguiendo a Aristóteles: Bien es aquello que todas las cosas desean. En la medida en que las cosas tiendan a su perfección; las llamamos buenas:
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