El Camino De Ser
Enviado por ashka19 • 9 de Octubre de 2011 • 2.409 Palabras (10 Páginas) • 600 Visitas
En el presente ensayo hablaré de los pensamientos que tuve al leer la novela de Isabel Allende “El plan infinito”, tocaré temas sociales, pero más que nada son temas de autorreflexión, abriendo los ojos hacia lo que hacemos como personas, reflexionando acerca de nuestras acciones, en lugar de ver lo que los demás hacen con sus vidas. Este ensayo es un alto para que, busquemos realmente lo que queremos lograr y los caminos que debemos de tener en cuenta para poder llegar a tener éxito en lo que nos proponemos, tomando como eje central lo que es el destino.
En el momento en que las personas, humanos, llegamos a la Tierra, justo cuando empezamos nuestra existencia, revelo que me parece falsa la expresión “cuando nacemos tenemos un camino predestinado”. Es un hecho que nos vemos envueltos, cada quien, en un mundo diferente, nos afrontamos a una realidad distinta, y no por ello, esa realidad siempre va ser la que nos toque toda la vida, no por esa razón, nos debemos quedar estancados ahí, ni por bueno ya que llegaríamos a un punto de conformismo, ni por malo, porque debemos de buscar la superación, el vivir de una mejor manera y ser felices.
El destino, he dicho un poco sobre lo que pienso acerca de este tema, pero de acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, destino significa “Circunstancia de serle favorable o adversa esta supuesta manera de ocurrir los sucesos a alguien o a algo.” Y como he mencionado anteriormente, pienso que ésta definición es equívoca, como yo lo veo, lo que realmente expresa, es que, “destino, es lo que hacemos de él”, lo que yo me dispongo a hacer, los caminos que voy a tomar, mis decisiones, ese es mi destino, un ejemplo es que aunque mis dos padres hayan sido químicos, eso no quiere decir que yo por ende también lo vaya a ser, o no porque la vida me de las oportunidades o los caminos para convertirme en maestra, deba de escoger ser eso, si no me gusta, si no es lo que realmente quiero decidir y dedicarme, aunque toda la vida se me abran las puertas para convertirme en maestra, no voy a serlo, porque así es como he escogido.
Por el otro lado, si yo quiero ser fotógrafa, y no tengo las herramientas, contactos, etc., pero tengo la voluntad, la verdadera voluntad y el querer hacer las cosas, agotaré todas las formas de poder llegar a ser lo que quiero, cada camino que se me ocurra tomar, cada opción que se me venga a la mente, no importa cuán loca o descabellada parezca, lo voy a intentar, si lo logro, que bien, si no, a como yo lo veo, aún no he dado mi máximo para realizar lo que deseo, porque he comprobado el poder de lo que verdaderamente es la voluntad humana y de lo que es querer, y aún no he evidenciado que algo me impida de gran manera llevar a cabo lo que me propongo, incluyendo ser bloqueado por otras personas, pero si llegará un punto en mi vida en el que tenga que comprobar ese hecho, entonces ya no estaría en mis manos, si no puedo der fotógrafa porque se me ha bloqueado el camino, lo seguiré intentado, no importa qué, pero buscaría otra cosa que hacer, no quedarme estancada en algo, sino ver otras opciones, buscar nuevas metas, pero no rendirme ante ninguna.
Esos son caminos que, por el momento, he decidido elegir, son realidades en mi vida, y la manera en la que pienso acerca del destino, son justamente por la contexto en el que se ha desarrollado mi vida.
Las diversas realidades en las que cada quien vive, las reflejamos todo el tiempo, ya que forman parte de quienes somos; todo lo que nos rodea, nos afecta o nos dejamos afectar por, la manera en la que asimilamos los hechos que nos suceden, la forma en la que manejamos la realidad en la que vivimos, la cultura que nos envuelve, la educación que se nos da; son estas y más características, las razones por las que cada humano piensa, cree, ve, siente, habla, escucha de diferente manera; gracias esto cada ser es diferente y único. Pero claro está, es totalmente cierto que como individuos, nos formamos por los mismos rasgos, ninguna personas puede vivir sin corazón o sin cerebro, de ahí nuestra semejanza. A lo que voy con todo este razonamiento es, que somos iguales pero al mismo tiempo diferentes.
Por lo tanto como humanidad, debemos de aprender que no somos robots, los cuales se pueden fabricar para que no haya diferencia uno del otro, NO, todos los seres habitantes del planeta nos vemos afectados por la realidad del otro, ya que vivimos en un mismo lugar en conjunto a una gran humanidad, no somos independientes. El hombre mismo es quien se pone las paredes y piedras en su camino, nosotros mismos nos discriminamos, pensamos que el otro es menos que uno, lo hacemos a un lado, nos cerramos las puertas en nuestras narices, nos bloqueamos las salidas y entradas, y no nos interesa en lo más mínimo lo que le suceda a otras personas, nos hemos hecho tan fríos y tan piedras, que hemos olvidado que si no hubiera habido otro antes de nosotros, no habría nosotros. La verdad es que nadie es más ni menos que otro, somos diferentes y parecidos en ciertas cosas, nada más, no debemos de buscar el mal de las personas, ¿qué clase de vida es esa?, una vacía y sin un propósito real.
En lo personal, esta actitud me parece desesperante, una actitud de individualismo total que no puede ser, ya que necesitamos de los demás. No hay que olvidar a los otros y tratar de ayudarnos mutuamente, no dificultarnos más la vida, sé que es difícil, porque así yo lo vivo, pero trato de ver por los demás, no olvidarme que yo no estoy sola, que existen personas que necesitan de mí y yo de ellos, y no sólo hablo de mis seres queridos o de las personas con las que generalmente me veo rodeada, no, sino que a cada persona que se me presente, le trato de dar su lugar, ponerle atención, respetarla.
Por ejemplo, la realidad en la que vivo, más bien parte de ella, es que se está haciendo parte nuestra cultura, el no ayudar al otro, o si la otra persona ya está alcanzando un objetivo en común con el de nosotros, y nosotros vamos más rezagados en el camino, cambiamos nuestro objetivo principal, y elegimos uno nuevo, el cual es “impedir que la otra persona llegue a donde quiere”, y se nos olvida lo que realmente queríamos lograr, de lo que deseábamos hacer en verdad, estamos más atentos a lo que hace el otro de lo que realizamos nosotros mismos, no nos concentramos en su totalidad, nos comparamos con la otra persona, y vemos la forma de bloquéale el camino, en lugar de lograr el nuestro. Al llevar a cabo esto, lo que estamos haciendo realmente, es hacer a las otras personas más grandes,
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