El Clima Moral Del Renacimiento
Enviado por NinaKurone • 13 de Junio de 2013 • 973 Palabras (4 Páginas) • 1.983 Visitas
El clima moral del Renacimiento
Desarrollo del espíritu humanista.
El clima moral del renacimiento.
Desarrollo del espíritu humanista
Es claro que no se puede hablar del Renacimiento como si fuera una sola época o una sola fuerza y tuviera una sola fecha, como la Revolución Francesa. Además, por muy dramática y dolorosamente hermosa que fuera la vida y la cultura de Italia en los siglos XV y XVI, la época de los humanistas y el apogeo del arte italiano no señalan uno de los acontecimientos intelectuales más importantes de la historia occidental.
La época del Renacimiento y de la Reforma es, más que ninguna otra, una época de compromiso.
Lo que el Renacimiento y la Reforma tenían de mejor no podía durar; era el nombre entusiasmo de la juventud, y lo que se necesitaba era el duro y penoso trabajo de la madurez.
Los pueblos de Occidente estaban abandonado el mundo antiguo; pero arrebataban afanosamente los tesoros de Grecia y Roma mientras marchaban hacia el nuevo.
La ordenada sociedad medieval permitió que las fuerzas que habían creado se desarrollaran hasta que naturalmente rebasaron el estrecho y fijo bastidor en que funcionaban. Se volvieron con afán hacia la literatura de Grecia y Roma, que les revelo hombres con intereses similares y, eventualmente, les llevo a investigar el mundo real en que vivían. La compleja jerarquía de la sociedad medieval, con su contralor común fijo, se manifestaban cada vez más inadecuada para satisfacer las nuevas necesidades
y demandas de la naturaleza humana, y para organizar sus diversas y cambiantes actividades. Las fuerzas centradas en los miembros individuales quebraron lazos delicadamente ajustados, y en todos los campos de la aspiración humana, en la religión, en la ciencia, en el arte, en la vida económica, en el controlador político, se acentuo cada vez mas el crecimiento y la expresión de las potencialidades contenidas en los elementos individuales, y cada vez menos la organización de estos elementos en conjuntos hacia los cuales los miembros individuales gradualmente perdían el sentimiento de la responsabilidad.
El pulido y urbano Ciceron, que había tomado el mundo intelectual de Grecia y lo había traducido del idioma de la libre e inquisidora Atenas a la lengua romana del mercado y el foro, que había despojado a la sabiduría antropomórfica de Grecia de todo cuanto aleja al espíritu humano de las pasiones y la voluntad de la vida mortal del hombre, este Cicerón se convirtió naturalmente en el ídolo de aquellos que pasaban sus días en el palacio o la plaza y su concepción de la cultura, como esencialmente constituida por estudiar humanitarismo de la literatura , el estudio de la humanidad y de las letras, eran aclamada por quienes no se satisfacían con las ‘’verdades divinas’’ de Santo Tomas.
El humanismo medieval
Este interés en la humanidad en realidad había pervivido claro y lozano desde antes de que el cristianismo conquistara a los barbaros. La vida homérica con su epopeya pagana mas sabe realmente a experiencia humana, y podemos estar seguros de que jamás se perdió bajo la impronta del ideal santo.
Cada vez que surgía una literatura laica
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