El Cuerpo De Los Condenados

EL CUERPO DE LOS CONDENADOS

Desde tiempos inmemorables se ha castigado a los actos inmorales de las personas.

Se ha tenido la creencia de que todos y cada uno de los faltantes a la moralidad deben ser sometidos ante la ley o ante algún método hasta que sean totalmente recapacitados los actos que este haya cometido.

En tiempos pasados, estos castigos eran severos y para hoy en día crueles, aunque para ese entonces eran de lo más normal, la forma de someter a las personas “delincuentes” era de lo más común.

Los castigos como la pena de muerte mediante torturas realmente sanguinarias y crueles eran vistos por la sociedad, como buenas o de alguna manera correctas.

No obstante, hoy en día ese tipo de castigos son malévolos y realmente equívocos, pues a pesar del acto indebido que la persona haya cometido, se cree que con solo remitirlos a la cárcel unos cuantos años estos “aprenderán su lección”

A mi manera de ver las cosas, en el caso de ser algún delincuente, como narcotraficante, secuestrador, asesino entre otros más, simplemente se le mas seguridad estando dentro de prisión, pues se le brinda alimento, hospedaje y por si fuera poco contacto con otros maleantes.

Yo opino que los que afectan a la sociedad deben ser castigados como en épocas pasadas. Con castigos que de verdad les demuestren el precio por el daño que ocasionan.

La pena de muerte en ocasiones puede sonar dura pero, en realidad es lo que merecen aquellas personas que dañan la integridad social.

¿Aunque quienes somos nosotros para juzgar los actos de las demás personas?

Realmente no nos interesan, nunca nos fijamos en que está bien o que está mal, hasta que nos afectan de alguna forma, ya sea con nosotros mismos o familiar o seres queridos, incluso solo conocidos, y es ahí cuando decimos que entonces y solo entonces debemos denunciar aunque sepamos de muchos otros casos y estos por lo tanto no nos afecten.

Lo bueno y lo malo solo podemos definirlo mediante las enseñanzas morales que llevemos desde casa, los valores, las costumbres e incluso la propia religión o creencias de este tipo, algunas cosas pueden parecer buenas para alguien, algunas otras pueden parecer de un carácter pésimo; pero eso solo lo sabremos si realmente tenemos bien establecida nuestra forma de pensar.

Así mismo, tiempo tenemos que saber que en cada acto hay una consecuencia y si esta amerita algún alto precio, en realidad lo tenemos que pagar.

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