El Diario De Mario Lupo
Enviado por Danonieltv • 1 de Mayo de 2013 • 3.771 Palabras (16 Páginas) • 2.152 Visitas
El diario de Mario Lupo Gonzales Fabila
Sábado 5 de Julio
Alguna vez intenté imaginar cómo sería mi vida sin esos pequeños momentos, como sentarme debajo de los árboles a escuchar sus increíbles historias y sentir las hojas que caen acariciando mi cara... Cuando niño mi padre me dijo que al cumplirse un deseo una hoja cae... en ese instante hubo mucha gente feliz...
me pregunto si el Sol se sentirá solo alguna vez...
Domingo 6 de Julio
Zarzamoras, ¡me gustan las zarzamoras! Pocas son las personas que puedo mencionar como importantes en mi vida, María de Paz es una de ellas.
Hoy, en la plaza, mientras escuchaba a los niños jugar y reír, me pude dar cuenta de lo rápido que pasan los años. Aún nos recuerdo así comiendo zarzamoras.
Platicar con ella hace recuerde aquellos días donde ir a lodo y ensuciarnos era lo más importante, aquellos días... ¡nunca dejaremos de reír!
Jueves 10 de Julio
Estaba arreglando un viejo cajón cuando encontré una cajita de metal, hace años que la tenía y ya no recordaba lo que había dentro, al abrirla, fue como si frente a mis ojos hubiera aparecido la imagen de aquella persona a la que nunca le fue entregado ese pequeño
broche en forma de hoja. ¿Qué hubiera pasado si lo hubiera hecho? Probablemente
no estaría solo ¿Po qué nunca pude superar mi miedo a decir lo que sentía? Siempre creí tener otra oportunidad... eres un viejo, Mario, lo sabes bien.
Martes 22 de Julio
Tantos recuerdos me asfixian y hacen que los días duren una eternidad, en estos días la Peña me anima; el lugar donde la tristeza desaparece, pareciera que las rocas la absorben.
Caminando por ahí con Kerdoc encontramos algo sorprendente: donde ninguna flor se atrevió antes a crecer había ¡flores sobre las piedras! ¿Cómo de algo tan duro puede nacer algo tan frágil? Tuve que traerla conmigo ¿Por qué no puedo ser así? ¿Por qué me siento tan triste?
Lunes 11 de Agosto
Siento palabras vacías...
Miércoles 27 de Agosto
¿Ilusiones?, ¿para qué vivir ilusionado? ¿En qué momento deje de soñar? La gente dice que cuando dejas de soñar, estás muerto, que cuando dejas de creer en el futuro tu esperanza deja de existir (¿o es al revés?); para mí es más fácil recordar el pasado, y hoy no soy nada parecido a lo que imaginé cuando era joven, sólo quedan algunas memorias y mis diarios, dudo que a alguien le interese leerlos.
¡La soledad, ya es insoportable! ¿Cuál es el sentido de toda esta soledad? Mañana cumpliré un año más y ¡no quiero nada! ¿Un año más de vivir solo?, ¿De vivir con miedo al futuro?, ¿De soportar el dolor?
Mi vida no ha servido de nada, no tuve hijos ni esposa, no hice un cambio en el mundo, no afecte la vida de nadie, no seré recordado, no soy nada. El tiempo es un puñado de espinas que penetra cada vez más hasta ya no poder.
Jueves 28 de Agosto
Resisto... pero me siento solo.
Viernes 29 de Agosto
Tuve una sensación extraña el día de hoy, muchos recuerdos llegaron a mi mente y todos los podía ver al mismo tiempo; la muerte de mi padre, la canción que cantaba mi abuela, destellos de fotografías, el atardecer en el lago, Mario con alguien de la mano, un hombre feliz de encontrar tréboles de cuatro hojas, alguien oliendo un perfume, un niño llorando, ¡todos esos eran yo! Quisiera detener esos momentos y volverlos a sentir, pero se escapan y me agotan, regresaré a la cama tengo mucho sueño.
Miércoles 10 de Septiembre
Esclarece, ¿es el amanecer para mí!, tal vez no es demasiado tarde para vivir. La orquídea que traje de la peña sigue igual como si nunca fuera a marchitarse y eso me da esperanza.
Hoy los colores resaltaron por toda mi casa, seguramente la luna y las estrellas brillarán sobre el lago de una manera especial.
Por fin cesó el ruido en mi cabeza, ahora el sonido viene de los árboles, las nubes y las montañas con ese tono grave y la hierba de mi casa al ser acariciada por el viento crea zumbidos como los de las alas de un insecto. ¡Casi puedo jurar que escuché el andar de las ocho patas de una araña! El alma no necesita palabras para expresarse.
Parece que el mundo se creó sólo para darme estos sonidos.
Jueves 11 de Septiembre
Debería poder enfrascarse la vida como se hace con los sonidos en un casete. Quiero grabar el bosque para guardarlo en mi corazón y que así nunca se vaya de mí.
Usaré aquella grabadora que mi padre me dio creo que aún funcionas, se la ganó en una rifa que organizaba cada año Doña Felicitas, esa fue la única vez que ganamos algo. Como mi padre decía: "hay gente que nace con suerte y hay otros que no"
Viernes 12 de Septiembre
Obtuve grabaciones hermosas de los lugares que he visitado,
no quiero dejar de hacer esto, ¿por qué no lo hice antes! La bruma que flota frente a mi cuando choca el agua con las piedras me hace sentir como si las nubes hubieran
bajado, el ruido suave de la cascada me hipnotiza, probablemente aquí es donde el agua libera todo lo que percibe y acumula en sus viajes, allí, cuando llega a las
rocas se libera, grita fuerte y así inunda con calma el lago, ¿será por eso que el lago es siempre es tan tranquilo y sereno? Después me senté sobre el tronco gigante de un árbol caído y comencé a grabar mientras veía toda la gama de colores que hay allí, conté 27 tonos diferentes de verde y 15 tonos de color café. Antes no me daba cuenta, pero en el bosque nunca hay silencio.
Sábado 13 de Septiembre
Impregnado por las maravillas que he estado grabando, decidí capturar la sonatina de los grillos, ésa que me ha arrullado cada noche supliendo el cuento que nunca pude escuchar en vez de mi madre antes de dormir, hasta hoy, siempre me habían relajado, pero después de escuchar las grabaciones que hice por la tarde jamás podré decir lo mismo.
¿Cómo no lo escuché mientras lo grababa? Era un gemido seco, amargo, como un lamento... Rebobiné la cinta varias veces para intentar comprender que era eso...
Mañana continuaré grabando en el mismo lugar, tal vez pueda descubrir de dónde salió ese sonido.
Jueves 18 de Septiembre
Realmente estoy sorprendido, pareciera que Kerdoc puede percibir mis sentimientos. Hoy por la tarde, estaba muy inquieto, ladró una y otra y otra vez, como queriéndome decir: ¡Afuera hay niebla! Salí y había tanta que no podía ver ni mi propia mano, era tan densa,
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