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El Esclavismo


Enviado por   •  28 de Febrero de 2013  •  2.143 Palabras (9 Páginas)  •  394 Visitas

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En la Grecia clásica la esclavitud era un hecho aceptado, pero como en tantos otros temas, también en el caso del abolicionismo existe un precedente griego. Bastó que durante unos pocos siglos, en esta pequeña parte del mundo, los gobernantes o tiranos se conformasen con gobernar o tiranizar, sin la obsesión totalitaria de querer imponer dogmáticamente una filosofía o unos libros sagrados, para que surgiesen tal variedad de ideas que parece como si "todas" hubiesen tenido un antecedente griego o se hubiesen "inventado" en Grecia.

En el caso del abolicionismo lo podemos deducir de esta afirmación de Aristóteles:

"Hay quienes tienen la opinión que el poder del señor sobre el esclavo es cosa fuera de la naturaleza, porque es en virtud de una ley que este es esclavo y el otro libre; pero en cuanto a la naturaleza no difieren en nada y que por esto no es justa la esclavitud, pues es cosa forzosa y violenta".

Lamentablemente, no conocemos los nombres, ni las obras de estos abolicionistas, pues una "selección natural" va en contra de que pervivan a lo largo de los siglos los textos de las ideas filosóficas o religiosas que no son compatibles con las estructuras del poder imperante. Así pues, nos hemos enterado de sus argumentos por haber sido replicados por Aristóteles.

Dice Aristóteles, en defensa de la esclavitud como algo natural:

"es necesario que se unan como una pareja aquellos elementos que no pueden estar el uno sin el otro, como con el macho y la hembra para conseguir engendrar...; como ocurre con el ser que gobierna y el ser que obedece para su mutua conservación. Así, el ser que con su inteligencia puede prevenir las cosas es un jefe natural y por naturaleza dueño, y aquel que con su vigor corporal es capaz de realizar las cosas, por naturaleza es un subordinado y es esclavo por naturaleza. Por esto el señor y el esclavo tienen el mismo interés común."

Y afirma también Aristóteles que los esclavos resultan un medio necesario para el buen funcionamiento de la ciudad, pues son un instrumento imprescindible para conseguir lo necesario:

"...cualquier ciudad consta de familias,..., la familia si es perfecta consta de esclavos y de libres."

"sin las cosas necesarias ni se puede vivir, ni bien vivir"

"Los instrumentos son unos animados, y otros cosas muertas y sin vida."

"... si cada instrumento pudiera, cuando lo llaman o cuando sintiera que convenía, hacer por si mismo lo que le tocase hacer...no necesitarían los maestros de un oficio de operarios, ni los dueños de esclavos."

Insiste en quienes por naturaleza son esclavos, afirmando:

"Aquel que por naturaleza no se pertenece a sí mismo, sino que es hombre de otro hombre, es por naturaleza esclavo: es hombre de otro, cualquiera que siendo hombre, es objeto de propiedad; y un objeto de propiedad que es un instrumento diferenciado al que se manda que actúe.

¿Existen o no, hombres que por naturaleza son así? ¿Es o no, mejor y justo que alguno sea esclavo? o al contrario ¿toda esclavitud es contra natura?

Examinemos ahora estas cuestiones: no es difícil entenderlas con la razón y comprenderlas a fondo partiendo de la experiencia de los hechos que suceden. Porque el mandar y ser mandados no solamente son cosas que la necesidad requiera, sino que también son útiles; y ya desde el nacimiento, salen unos para ser mandados y otros para mandar...

... claramente se muestra conforme a la naturaleza y a la utilidad que el cuerpo sea mandado por el alma, y la parte afectiva por el entendimiento y por la parte que desarrolla el uso de razón. En cambio, querer que manden igual o invertir el orden es perjudicial para unos y otros.

Lo mismo se observa en el hombre, en relación con los demás animales: los animales mansos son por naturaleza mejores que los fieros, y a unos y otros lo mejor es ser mandados por el hombre porque de esta manera se libran de peligros.

Asimismo el macho, comparado con la hembra, es por naturaleza el más principal, y ella inferior; y él es el que manda y ella la que obedece. Pues de la misma manera es necesario que este principio ocurra entre todos los hombres. Todos aquellos que difieran de los otros como el alma del cuerpo o los hombres de los animales, como ocurre con aquellos cuya actividad sea el uso de su cuerpo -y que esto sea lo mejor que saben hacer- son por naturaleza esclavos, para los cuales lo más conveniente es como en los casos citados, ser gobernados por sus dueños".

Pero, Aristóteles acepta que este justificada la controversia al referirse a la esclavitud para los vencidos en una guerra:

"... por naturaleza, unos hombres son libres y los otros esclavos, y a estos les conviene más la esclavitud y es justo que la ejerzan.

Pero algunos afirman lo contrario, y bien fácilmente se puede demostrar que tienen razón en cierta forma. En efecto, las palabras esclavitud y esclavo pueden enfocarse de dos maneras. Y una de ellas es la de los esclavos y esclavitud por ley; siendo la ley una convención o consentimiento, según la cual los vencidos en una guerra son posesión de los vencedores. En este caso, es cuando muchos de los entendidos en leyes reprenden la justicia de este hecho, como reprenderían a un orador que defendiese ir contra las leyes, al parecerles una enormidad que el más fuerte sojuzgue al más débil y lo convierta en su esclavo y su subordinado. Unos tienen esta última opinión; otros -y muy sabios- tienen la precedente.

Pero la causa de esta controversia, y lo que hace titubear a las razones, es que de alguna manera la virtud, cuando encuentra los medios, puede justamente forzar, y el que vence a otro es porque destaca en algún aspecto positivo, por lo que parece que la fuerza no se consigue sin poseer alguna clase de virtud. Por esto la controversia es sobre la justicia de la ley, y por esto a unos les parece que lo justo es la benevolencia, y a otros, que lo justo es que el más fuerte sea el señor.

Y si estas argumentaciones se oponen aisladamente quienes dicen que la excelencia en virtud no hace que se mande y gobierne, no resultan ni convincentes ni persuasivos.

Pero algunos que defienden fuertemente cierta noción de justicia, pues a su entender, la ley es en cierta forma justicia, afirman que la esclavitud resultante de una guerra es justa, pero al mismo tiempo reconocen que puede

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