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El Hombre Animal Racional


Enviado por   •  29 de Octubre de 2013  •  6.911 Palabras (28 Páginas)  •  1.470 Visitas

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EL HOMBRE COMO ANIMAL RACIONAL Y COMO ESPIRITU EnCARNADO

1- INTRODUCCIÓN

En este trabajo voy a intentar aclararme a mi mismo el tan famoso ¿qué es el hombre?; pero hasta qué punto llega nuestra ignorancia si no sabemos ni lo qué somos... Todas la culturas cuentan con una determinada concepción del ser humano. No podía se de otro modo ya que, al ser la cultura obra suya, no podía dejar de atribuirse un cierto protagonismo en relación con los otros seres distintos de él, en medio de los cuales se desarrolla. Por eso, cuando desde la filosofía se ha planteado el problema del hombre - en qué consiste ser hombre - se ha pretendido buscar alguna propiedad que, por pertenecerle a él en exclusiva, inmediatamente lo diferencie de todos los demás seres. Tiene o no naturaleza, algo propio, y como tal una esencia, algo que le haga ser lo que es y no otra cosa, algo, en definitiva, que establezca su diferencia específica dentro de su género animal.

Las respuestas a este problema así planteado han sido afirmativas. Se ha definido al hombre como animal social, animal racional, animal que hace o fabrica cosas, como el ser que conoce, que es capaz de hablar, capaz de manejar símbolo, dominador de la naturaleza mediante la técnica y la ciencia, etc.

Sin duda alguna, hay que continuar afirmando que el hombre es el objeto de estudio propio de la humanidad: lo principal continúa siendo conocernos a nosotros mismos. Las ciencias que estudian al hombre nos dicen que está constituido por un organismo, resultado de un proceso muy complejo de evolución de la vida, denominado proceso de hominización. Este proceso introdujo en el planeta una nueva dirección, es decir, la evolución de la vida del hombre en términos de sociedad humana. Las diferencias de condición con respecto a los demás seres son muy grandes porque dirige el proceso mediante la cultura, su verdadera naturaleza, en beneficio propio. En este sentido, afirmamos que el hombre tiene historia, está sometido a un proceso de humanización.

“El hombre “va siendo” y “dessiendo” -viviendo- Va acumulando ser -el pasado-: se va haciendo un ser en la serie dialéctica de sus experiencias...

El hombre es lo que le ha pasado, lo que ha hecho... En suma, que el hombre no tiene naturaleza, sino que tiene historia. O lo que es igual: lo que la naturaleza es a las cosas, es la historia -como res gestae- al hombre”.

J. ORTEGA Y GASSET: Historia como sistema, pp 79-80

¿Cómo podemos saber qué es ese ser humano que, a fin de cuentas, somos? ¿Observando sus formas de vida? ¿Acudiendo a las ciencias biológicas, culturales e históricas? ¿Cómo averiguar si la forma en que se vive en un momento histórico es auténticamente humana? ¿Acaso podemos descubrir una naturaleza humana, permanentemente en el espacio y en el tiempo?

Resulta muy difícil llegar a conocer lo que es verdaderamente el ser humano. En principio, por su carácter problemático, incluso enigmático y misterioso, así como su dudable libertad de elección o su posible unidad cuerpo-espíritu. Ahora entraré en profundidad en aquellos aspectos más dudosos sobre el hombre tratándolos desde diferentes puntos de vista como son todos los importantes filósofos y también intentaré dar mi opinión siempre bajo la tutela de alguno de ellos.

2- EL ORIGEN DEL HOMBRE

- Linneo (1707 - 1778), al inventariar los productos o bienes de la naturaleza, estableció lo que denominó “systema naturae” o sistema de la naturaleza, en el que establecía una clasificación de los animales y de las plantas, de sus especies, en principio, según el grado de similitud que aparecía entre ellas. Sin embargo, acabó estableciendo la existencia de parentesco o de comunidad de origen entre las especies. Así, por ejemplo, colocó al hombre entre los animales vertebrados en general, entre los mamíferos en particular y entre los primates en específico, junto con los monos.

- El hombre es una animal más, producto de la evolución biológica. El hombre no ha existido siempre sobre la Tierra, sino que apareció en un tiempo relativamente reciente. Como cualquier otra especie viviente, la especie humana representa el término de una larga serie de transformaciones, de un proceso evolutivo.

- El hecho de la aparición del hombre es el caso más notable de la evolución biológica porque, una vez conseguidos los caracteres que lo hicieron posible, se produjo una inflexión o cambio cualitativo de tendencia, es decir, se produjo la emancipación de lo biológico para dar paso a la evolución cultural exclusiva del hombre. Éste ya no evoluciona en términos de individuo sino de sociedad e influye en todo el proceso anteriormente explicado.

Así lo señala Faustino Cordón en su libro La naturaleza del hombre a la luz de su origen biológico, cuando dice:

“La aparición del hombre nada menos que culmina y cierra la evolución de los animales. El hombre es un animal más (un animal genuino, un individuo directamente supracelular), pero podemos afirmar que ya no constituye una especie animal. En efecto:

1. Por una parte, a diferencia de las especies animales, que se caracterizan precisamente por el hecho de que cada una evoluciona por la selección de sus individuos ejercida por un determinado conjunto de otras, el hombre deja de evolucionar en término de otros animales y pasa a hacerlo en términos de la sociedad humana.

2. Y, en segundo lugar, el hombre mismo, lejos de tender a diferenciarse en especies, (por ley de la evolución cultural), tiende a una progresiva integración: a que cada hombre viva (sea) en función de grupos sociales cada vez más amplios, que en aspectos cada vez más numerosos, alcanzan ya a la humanidad entera.

Por otra parte, el hombre, desde su surgimiento, interfiere con amplitud e intensidad creciente sobre la evolución natural de los animales, a la que desorganiza cada vez más, de modo que el paulatino aumento de número de especies propio de la evolución de los animales, va siendo sustituido por una acelerada desaparición de especies. En resumen, el cambio esencialísimo que ha supuesto la parición del hombre puede enunciarse diciendo que ha cerrado la evolución animal (que ha pasado a producirse bajo su conducción o, al menos, sufriendo su influencia) y ha iniciado una evolución primitiva suya: la de los individuos humanos en función de la sociedad y viceversa. El hecho diferencia, evidentemente, al hombre, por su naturaleza, de la de todos y cada uno de los demás animales y obliga a entender el surgimiento del hombre contratándolo con el proceso de la evolución conjunta de todos los animales, de la que el hombre es el resultado decisivo, final.

Sobre el vasto telón de fondo de toda la evolución animal habremos, pues, de interpretar el proceso concreto de especialción

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