El Hombre En Busca Del Sentido

I) “…El proceso de selección era la señal para una abierta lucha entre los compañeros o entre un grupo contra otro. Lo único que importaba es que el nombre de uno o el del amigo fuera tachado de la lista de las víctimas aunque todos sabían que por cada hombre que se salvaba se condenaba a otro.”

En este fragmento, puedo apreciar claramente la lucha en sobrevivir que llevamos todos, la jerarquía de importancia que tenemos, primero nosotros, luego nuestros pares y si hay algo de espacio, los de más. No podemos entregar preferencia a personas que no conocemos, por lo tanto, es correcto tener esas prioridades si la situación así lo amerita, como podemos ver en la situación del narrador de estas vivencias.

II) “…estado del ánimo que se conoce como la “Ilusión del Indulto”, según el cual el condenado a muerte, en el instante antes de su ejecución, concibe la ilusión de que le indultarán en el último segundo…”

Este estado, por supuesto, apostaría que no lo viven solo los condenados a muerte, si no, más bien, es muy recurrente que no queramos perder la esperanza hasta el último instante, no solo apelando a la suerte como podrían hacerlo quienes tienen una terrible condena, sino que no rindiéndose hasta que realmente la “sentencia” es dictada y realmente no haya vuelta atrás. Esto puede ocurrir en situaciones comunes como la aprobación de un ramo, el ser aceptado en un trabajo, al jugar un partido de algún deporte, etc.

III) “…Alguien me susurró que si nos enviaban a la derecha (“desde el punto de vista del espectador”) significaba trabajos forzados, mientras que la dirección a la izquierda era para enfermos e incapaces de trabajar, a quienes enviaban a otro campo.”

La vida siempre nos depara situaciones en las que se nos aceptará o no, si, bajo el criterio de terceros, somos capaces de realizar ciertas tareas, y más aún, que la mayoría de las personas serán rechazadas, y aún más, podemos ser en demasiadas ocasiones ser quienes rechazarán por razones que muchas veces ni siquiera sabremos. Lo importante de esto va por ambos sentidos, si somos rechazados debemos esforzarnos en que no vuelva a ocurrir realizando una retrospectiva para saber y reparar el motivo del rechazo y, por otro lado, valorar nuestra nueva labor y luchar por realizar nuestro trabajo de la mejor forma, tanto para ascender como para demostrar que realmente se es la persona indicada para el cargo.

IV) “…Los hombres de las SS aparecieron y extendieron unas mantas sobre las que teníamos que echar todo lo que llevábamos encima: relojes y joyas. Todavía había entre nosotros unos cuantos ingenuos que preguntaron, para regocijo de los más avezados que actuaban de ayudantes, si no podían conservar de anillo de casados, una medalla o algún amuleto de oro. Nadie podía aceptar todavía el hecho de que todo, absolutamente todo, se lo llevarían…”.

Al fin y al cabo, lo realmente importante es lo que no nos pueden quitar, y así, debemos aprender a saber desprendernos de las cosas materiales, en muchas ocasiones, para obtener nuestros objetivos debemos saber desprendernos de ciertas cosas, que muchas veces ni siquiera son materiales, no nos debemos aferrar a cosas materiales, al final, nos acostumbramos a no tenerlas o reemplazarlas. A modo de ejemplo, cuando entré a trabajar me dijeron que debía afeitarme la

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