El Maestro Ideal

El maestro (a) cristiano debe ser un educador de excelencia que pueda dirigir, formar y moldear al estudiante sin olvidar que este es un ser pensante que tiene derecho a participar de una forma activa en su educación y formación. El maestro no solo debe preocuparse de la lección que va a impartir, sino, que también tiene que interesarse en el medio más efectivo de compartir las ideas y conocimientos con sus alumnos. Ser maestro es mucho más que presentarse frente a sus alumnos y ofrecer la materia, es comprender, apoyar, motivar, respetar y querer a sus alumnos. No es solo poseer un grado académico, sino es crecer en el dominio de unas destrezas especiales en conocimiento teórico y práctico en la sala de clases. El maestro ideal es en que está continuamente autoevaluándose y estudia para crecer profesionalmente recordando que es un representante del Señor Jesús y debe ser su ejemplo en todos sus actos en la vida cotidiana. Algunas características de los maestros extraordinarias son:

Formulan metas que facilitan el desarrollo de confianza en el alumno.

Buscan ideas de diversas y variadas fuentes.

Planifican mejor y están dispuestos a flexibilizar el plan de acuerdo a los intereses y necesidades del alumno.

Usan materiales comunes en forma no convencionales y creadoras.

Disciplinan a sus alumnos con menos castigo, son menos cohesivos.

Trabajan fuertemente en la individualización den la enseñanza.

Utilizan toda la ayuda que puedan conseguir. (padres, sociedad, etc)

Utilizan variadas formas de evaluar al alumno, no se limitan a las pruebas.

Son entusiastas y tienen sentido del humor.

Involucran activamente a los estudiantes en el proceso de aprendizaje.

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