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El Pequeño Libro De Filosofia


Enviado por   •  14 de Enero de 2015  •  7.199 Palabras (29 Páginas)  •  689 Visitas

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EL PEQUEÑO LIBRO DE FILOSOFÍA

CAPITULO 1.

EL ANTIGUO LEGADO DE LA FILOSOFÍA

Sócrates era un sabio, jovial e ingenioso, a veces incluso insistía en interrogar de un modo que rebasaba los parámetros de una conversación cortes. A Sócrates le encantaba discutir con todo el mundo. Como el mismo admitía ser un tábano, un fastidioso insecto que te persigue para picarte. De modo que aunque era el hombre más sabio de los alrededores insistía en que en realidad, era un ignorante. Sócrates seguía el famoso oráculo de Delfos. La enseñanza que más típicamente se asoció siempre a este oráculo es, “conócete a ti mismo” y eso es lo que precisamente definió la vida de Sócrates.

Sócrates descubrió que tenía un alma.

Un alma que podía ser separada del cuerpo, que tenía que existir antes del mismo. Pues consideraba que hay cosas que sabemos que no podemos haber aprendido a partir de la mera experiencia sino aun antes de haber nacido, también mencionaba que la justicia y la belleza absoluta nadie la podrá experimentar jamás. Todo lo que encontramos en el mundo pertenece a la esfera de los imperfectos, objetos de nuestra experiencia.

Sócrates no dejó nada escrito, todo lo que sabemos de él, es por medio de Platón. Esto es difícil, porque es complicado conocer donde acaba el pensamiento de Sócrates y donde comienza el de Platón.

Para Sócrates y Platón este mundo perfecto y eterno le da significado a la vida terrena y explica la importancia última del alma. Pero ¿Qué es el alma? A caso es otro nombre para designar al yo verdadero. Sócrates se quejaba de que su alma estaba atrapada en su cuerpo, con todas sus necesidades y vulnerabilidades. El mismo deseaba una vida después de la muerte, en la que pudiera desembarazarse.

Se hizo preguntas como ¿qué nos pasa después de la muerte? ¿Permanece una parte esencial en nosotros del alma, cuando morimos? A caso ¿puede nacer en otro cuerpo? ¿En otra persona? ¿En otro tipo de criatura. Él consideraba el cuerpo como un préstamo temporal que daba origen a otras preguntas ¿sí el alma sobrevive a la muerte de tu cuerpo, retiene tu personalidad?, ¿tus recuerdos? ¿Tus hábitos personales? ¿Tus necesidades y deseos? ¿En qué medida tu alma es como tú? Sócrates consideraba la idea de que tenía un alma que se parecía mucho así mismo, pero sin cuerpo, lo más importante de nuestra vida, decía, es la salud del alma. La salud del alma depende a su vez de la virtud de ser una buena persona. Sócrates fue sentenciado a muerte algunos dicen que fue inculpado con engaños por no respetar las leyes de Atenas, corromper a la juventud, ofender a los Dioses. Pero aun con esto, acepto su destino, nos enseñó a vivir bien para morir bien, fue capaz de morir en paz porque tenía confianza, en que había sido un hombre virtuoso y que había perseguido las cosas realmente importantes de la vida.

Considero que la manera en que vive su vida es mucho más importante que cuándo o cómo muere la persona.

La vida y el modo de vivir en China

Confucio también se preguntaba ¿Quién soy y que estoy haciendo aquí? Él también era un sabio, insistía que lo más importante de la vida son las relaciones que uno establece con otras personas. Tenía además, una concepción muy poderosa de la entidad individual y la virtud. Compartía la idea de que lo más importante en la vida es, ser virtuoso, una buena apersona, vivir de manera correcta. Esto tenía que ver con ser honorable y leal en las relaciones con otras personas.

En medio de la guerra y el caos Confucio intento exhortar a los líderes de la sociedad de china a ser virtuosos. Acometió esta tarea con lo que el llamó el dao. Seguir el dao es ser una persona virtuosa. El dao es un camino que se extiende ante nosotros como una calle y un camino, que uno mismo forja al actuar. Confucio enseñaba que uno sigue al Dao, siendo respetuoso con las costumbres de su ciudad. A su vez en esa época, surgieron otros sabios que se llamaban así mismos daoistas, estos ofrecían al mundo una visión diferente de lo que es ser una buena persona y vivir una vida llena de sentido. Los daoístas insistían en que el mejor líder no lidera, el mejor maestro no enseña. Es fácil comprender lo que esto significa no inculcar las opiniones propias en los demás sino al contrario dejarlo encontrar su propio camino.

Los daoístas a diferencia de Confucio desafiaron las convenciones y los valores imperantes en realidad, trabaron lazos de amistad y desempeñaron un importante papel en la estética de la cultura china, pero al igual que Confucio no aceptaron la concepción socrática del alma individual. Tanto para Confucio como para los daoístas el dao no es un camino estrictamente individual. Uno sigue el camino como individuo pero el camino mismo no es solo un sendero por el que por casualidad transita un individuo.

La memoria colectiva para Confucio y la naturaleza para los daoístas nos proporcionan un modelo de seguir.

Los daoístas enfrentaban la muerte con una calma pasmosa, porque la muerte de un individuo no significaba más que una gota de agua que se une con el océano, un ciclo más de las estaciones del mundo natural.

El uno de la india.

En su tiempo los vedas se convirtieron en una fuente de inspiración para muchas de las religiones del mundo, empezando por el hinduismo, que por muchos siglos se refirió tan solo a colecciones de creencias religiosas y practicas locales, que dio lugar al budismo que se ha convertido en una religión global. El hinduismo y el budismo eran también filosofías llenas de cuestionamientos sobre el significado y la existencia, conclusión de que nosotros no somos en modo alguno individuos sino partes del Uno del cosmos, considerado este como un todo.

Los seguidores del Uno decían que el yo individual es problemático y es menos real que el ser omniabarcante, esto se refería se referían a que todas las personas y las cosas en conjunto formaban el atman.

El atman es la conciencia universal y a la vez es uno con brahman”, considerando este segundo término como lo que hoy llamamos Dios.

Siddhartha Gautama, el buda (el iluminado) vio el universo como un todo, el decía es una ilusión. No hay brahman, no hay atman. No hay almas individuales. Buda comentaba “elimina las ilusiones del yo y de las necesidades personales y eliminarás parte del sufrimiento de las condición humana”.

El budismo se convirtió en una filosofía bastante alegre y pacifica que mucho tenía en común con el daoismo con su difuminación del yo. El budismo como el daoismo enseñaba que no hay un yo distintivo, individual; y que el yo al igual que el universo como un todo, es impermanente y siempre cambiante.

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