El autodominio de Platón.

1. Mencione los elementos del texto de Taylor que permiten pensar en la psicología de hoy en día.

Taylor explica que Platón expone el autocontrol sobre los deseos y las pasiones, poniéndolo en lo virtuoso y moralmente superior donde el autocontrol de sí mismo es visto como lo racional mientras que los deseos encuentran lugar  en la enfermedad, lo dañino y lo falto de virtud. Con lo cual se supone que lo racional y moralmente correcto consiste en tener los apetitos y deseos dominados, también aclara que para obtener una bases morales correctas es necesario el área del pensamiento es decir la reflexión y el conocimiento de sí mismo, específicamente estas ideas logran darnos un reflejo del contexto de  la psicología actual y la sociedad moderna donde la moral se ve como las normas e ideas aceptadas de lo que es el bien y aquel que no logra mantener ocultos sus deseos inmorales es visto como un enfermo o un demente, la psicología abarca todo esto desde diferentes enfoques, en lo social, donde se desprecia al que no cumple con las normas y valores admitidos; lo cognitivo donde se analiza el porqué del comportamiento de las personas, porque actúan de ciertas formas; lo clínico donde se trata a los sujetos que no logran encajar en lo considerado como normal y lo neurológico cuando se presentan algunos casos de individuos considerados como "enfermos" que sucumben a sus deseos por alguna afección física; y todo lo anterior está además ligado al cuidado del sí, ya que la psicología se enfoca igualmente en lograr un equilibrio que no sólo sea del capricho de lo ajeno sino del individuo.

2. ¿Qué aspectos del texto pueden ayudarnos a entender la noción de dispositivo y sus efectos en la subjetivación?

En el texto, Charles Taylor, presenta como dispositivo, esto es, como instrumento para determinar, modelar y controlar, la conducta, opinión o discurso de las personas, dentro de la doctrina moral platónica (hegemonía racional), el concepto del Bien (cósmico – global) relacionado con la razón (o pensamiento) y el dominio del ser a través de ella que conlleva como frutos: unidad consigo mismo, serenidad y sosegado autodominio.

Los apartados donde se puede observar tal noción son aquellos donde Platón presenta una concepción de alma estratificada, dentro de la cual hay una superioridad y una inferioridad, a esa superioridad le llama razón y le hace poseedora de unas características especiales deseables tales como el orden, la armonía, la concordia, la unidad y la serenidad; mientras que a la inferioridad le denomina deseos y la caracteriza con condiciones tan evitables como el caos, el conflicto, la turbación y la inquietud.  

Esa concepción de alma estratificada o tripartita, admite un término medio o auxiliar de la superioridad, el espíritu, que media para el predominio de la ética platónica de la razón y la reflexión sobre la ética homérica de la acción y la gloria, de la forma en que un gobierno o Ley lo hiciera.

Tal concepción y disposición de la ética platónica sobre la homérica, conlleva efectos sobre la construcción del YO, o la subjetivación, o agente, en términos de Taylor. ¿Cómo puede darse ello? Bien, Taylor ofrece como argumentos, las referencias brindadas por Snell y Adkins  acerca del héroe homérico, un hombre particularizado, dividido, particionado, fragmentado que concibe distinto la decisión y la responsabilidad pues incluye entre sus méritos el goce del favor externo divino.

Platón parece ubicar el lugar donde se ubica la mente, los pensamientos y los sentimientos que poseen una naturaleza distinta al impulso o energía homéricas dentro de sí, en la unicidad del alma, y a tales impulsos que motivan al héroe guerrero como pasiones fuera del agente.

De tal manera, la concepción platónica incidirá en la subjetivación por la noción que de decisión y responsabilidad tendrá el agente, Platón al ubicar la sede del pensamiento y sentimientos adecuados de tal agente en el alma, única, centra al individuo, unifica al YO moral, condición necesaria para lograr el proceso de interiorización.  

Platón sustantiva la razón, al equipararla a la correcta visión del orden natural, análogo de la salud (belleza y buena condición del alma) en contraposición de la fealdad, vicio y debilidad de la enfermedad; y también al hacerla criterial al orden sumo, al bien mayor u orden superior cósmico (Idea del Bien) que engloba todos los bienes parciales y exige amor y fidelidad categóricos por parte del agente, al proporcionar el parámetro de deseable más allá del deseo de facto.

La filosofía que es el amor por el eterno orden bueno se traduce como protectora de la virtud, la vida buena, el buen obrar, que está dado por el conocimiento (percepción) del correcto orden, del Bien. El filósofo entonces es aquel que no tiene otro remedio que obrar bien dada su percepción del Bien, el Bien es externo al agente, sin embargo, al poseer una visión correcta del orden global se puede conectar con ese mundo en el cual se vive, con ese orden global, con ese Bien cósmico.

Platón usa la alegoría de la caverna para establecer la direccionalidad de la mirada del alma, no se trata de interiorizar algo que no existía en el agente, en el alma, sino en una conversión, volver a mirar al ser iluminado por el Bien.

Para Taylor entonces, lo que habría que interiorizar sería la conversión de la visión de razón, desde una concepción como un simple autodominio de las pasiones, por la visión que de Platón hace el autor, esto es, estar regidos por la razón sería, configurar la vida a un orden racional preexistente, cognoscible y amable, una suerte de visión cartesiana, que puede entenderse ahora como el sujeto gnoseológico o sujeto pensante autónomo que se hace representaciones (ideas) de la realidad, puesto que posee conciencia.

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