El concepto de apeirón en Anaximandro: una estética del origen

Valeria Barna Umaña

B50858

El concepto de apeirón en Anaximandro: una estética del origen

Xavier Puig Peñalosa

El texto que se expondrá llama particularmente mi atención ya que explica el concepto de apeirón de Anaximandro como una estética del origen, la necesidad racional por comprender el principio de la cosas vislumbrando una percepción y contextualizándola de manera lingüística, aun cuando dicho concepto de apeirón no puede ser definido ya que es un ser indefinido, y al poder definirse deja de ser apeirón. ^[a]Es una estética del origen en sentido de la relación teórico-cognoscitiva con la que se acercan a la realidad y el origen para poder comprenderlo, estudiado a partir de la percepción y la racionalización. Este artículo tiene relevancia en el curso ya que explica los conceptos tratados acerca del apeirón, así como también el significado de cosmos para Anaximandro donde se define como esférico, ordenado e infinito. Además aporta una contextualización de la época y el pensamiento en los que vivían los filósofos de esta índole.

Resumen del artículo

Se comienza con la idea de que los fragmentos de los filósofos presocráticos pueden parecer asombrantes y atractivos para quien los lea, ya que aun cuando deja una sensación contradictoria logra dar su respuesta tanto en la interrogación que lo origina como en su resolución  en el planteamiento estético que la genera. Los filósofos comienzan a preguntarse acerca del argé: el principio y/o  fundamento de las cosas que existen, el origen de lo que las hace ser. Al intentar expresar y dar forma lingüísticamente a algo que es in-forme, surge el apeirón que viene a ser lo indefinido, lo que no es pero da origen a todo lo que es. Se define el orden como un cosmos geométrico y ordenado, esta concepción de orden se relaciona intrínsecamente a el planteamiento sobre el principio de lo existente, el apeirón.

 Este concepto de apeirón tiene ciertas características, tales como el ser infinito ya que no tiene principio pero es el principio de todos los demás seres, al ser infinito es además un ser divino pues es inmortal e indestructible.  Su infinitud es tanto temporal como espacial, espacial en sentido de cosmos, este ciclo infinito adquiere un valor simbólico y geométrico de un círculo perfecto  equidistante en todos sus extremos del centro, ya que restituye la igualdad de todos los seres en esa indiferencia y en esa no forma que los anula como forma singular individual. Además es in-forme ya que no es una sustancia material sin principio conceptual, genético y autopoiético en sentido de que es capaz de reproducirse y mantenerse por sí mismo.

A partir de la pregunta por el sentido de lo existente se resuelve la paradoja en la cual se pretende a través del logos lo que en su concepto por sí mismo separa, parcela y fragmenta, ser reunificado en una unidad indefinida infinita y no dual, por esto se califica el trabajo de Anaximandro como una estética del origen. El apeirón es un  principio explicativo producto de la racionalización y de logos como capacidad enunciativa, este concepto al tener infinitud temporal  no nace ni perece, sin embargo las cosas que son consecuencia de este principio, son diferenciadas de él en tanto entran en la necesidad de tener un fin  ya que son seres temporales.

Comentario

Anaximandro tiene preocupación por el problema del principio (Arché) así que se ocupa en dar una explicación racional de dicho principio, siendo su solución final más explicativa que justificativa, dado a que le basta quedarse con dicho resultado aun cuando sea contradictorio en ciertas de sus partes.

El apeirón

A partir de un concepto ya utilizado en la antigua Grecia el cuál era el “tó apeirón” que aludía a algo que no se podía encontrar, se le da una resemantización para explicar el apeirón como lo indefinido, indeterminado y como lo que no tiene límites. De esta manera Anaximandro se distingue de las explicaciones del Arché debido a que es el primero que da una conceptualización racional de dicho término a partir de la observación y abstracción del cambio y la permanencia, a diferencia de otros filósofos presocráticos.

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