El humanismo se extigue

Los humanismos mueren

Ideas y conceptos

Leonardo Velásquez Arango

UNIVERSIDAD DEL VALLE, PROGRAMA CIENCIAS HUMANAS Y GESTIÓN

El autor asegura el ocaso del humanismo, entendido éste como la exaltación de las cualidades propias de la naturaleza humana en diferentes vertientes a saber como lo son filosóficas, literarias, artísticas, estéticas y principalmente la vertiente que está centrada en la razón como lo es la filosófica. Dicho humanismo partió como movimiento intelectual desarrollado en Europa la durante la edad moderna (principalmente siglos XIV y XV), que sustentado en el estudio de los maestros grecorromanos pretendía descubrir al hombre y dar un sentido racional a la vida.

Se decanta pues el autor, por atribuir dicho acaecimiento a la edad contemporánea y lo atribuye específicamente a un empuje realizado por el hundimiento del progreso moral (inteligencia ilustrada, conocimiento en artes, humanidades clásicas, educación en tradición greco-latina, saber científico) en pro del consumismo desmedidamente antropocéntrico y generado por imaginarios mediáticos como los que llama marketing de la carne competitiva, basados entre otros en celebridades huecas.

Habla además de una pandemia psíquica debido al culto del YO, el cual es el centro de la preocupación en contraparte del HOMBRE, una búsqueda que llega con la falta de relación radical del sujeto con la tradición humanista. Dicha pandemia debe ser atribuida “en buena parte a la derrota de las promesas modernas incumplidas de emancipación, plenitud y felicidad que fueron inherentes a la idea del progreso material, tanto como al severo recorte del horizonte futuro basado en las utopías” en la cual los tratantes del comportamiento humano llámese psicólogos, psicoanalistas e incluso escritores de autoayuda tienen mucho trabajo, así el YO que quieren encontrar no se encuentre donde lo buscan.

Basado en el concepto que la escisión de la especificidad humana en naturalezas cultural y animal (Claude-Levi Strauss), constituyen el mundo trágico en que vivimos y como solo la muerte lo resuelve, encuentra que la única salida que se ha encontrado es la creación de dogmas mediante antropomoformismos que define como inhibidores de pulsiones (energía psíquica profunda que dirige la acción hacia un fin, descargándose al conseguirlo: Hambre, sed, sueño, sexo).

Concluye que la causa de toda esta desconexión con el humanismo, es la pulsión agresiva (muerte y destructividad) que se puede domesticar, reprimir, sublimar, reglamentar, diferir y hasta desviar, pero no eliminar del sentido humano.

Para terminar, baticina que “de no ser por la configuración de un mundo de segundo orden, que pase a ser la nueva morada humana cultural artificial, de ninguna manera natural e instintiva, donde nos refugiemos a vivir, el animal humano des-sujetado y des-anillado de la naturaleza enloquecería absolutamente, mucho más de lo que ya ha demostrado estar”

Los humanismos mueren

Análisis

Leonardo Velásquez Arango

UNIVERSIDAD DEL VALLE, PROGRAMA CIENCIAS HUMANAS Y GESTIÓN

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Pienso que como en todo, excepto en las matemáticas, no existe razón absoluta. Tal vez un título tan drástico como los humanismos mueren tenga una segunda intención, llamar fuertemente la atención, más que aseverar una total desconexión de dicha calidad humana.

Si bien tiene el autor una gran parte de razón al hablar de la decadencia del humanismo en algunos sectores, pienso que esta decadencia no es exclusiva de la edad contemporánea ni la mejor exhibición de humanismo filosófico fue en la edad media, en el periodo con ese mismo nombre debido a lo artístico. Se puede incluso notar en los ejemplos que él mismo da y que al final según mi concepto, contradicen un poco la afirmación que sustenta la causa de la pulsión agresiva en el hundimiento del progreso moral.

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