El mito de la caverna

El mito de la caverna cuenta la historia de unos hombres que desde que nacieron estuvieron como prisioneros en una cueva y no podían ver hacia ningún lado, solo al frente, en dicha caverna se podían apreciar las sombreas de diferentes figuras y ellos hacían sus propias conclusiones sobre ellas.

Los hombres solo veían aquellas figuras, y escuchar los sonidos que a veces hacían, no conocían nada más; en la historia se cuenta que si un día uno de los hombres saliera de la caverna, le costaría acostumbrarse a todo lo que hay en el exterior fuera de la caverna donde se encontraba; seguramente le molestaría  la luz del sol y tendría que cubrirse para poder soportarlo, y que cuando volviera y les contara todo a los demás prisioneros ellos  no le creerían. Y en realidad es cierto, nadie puede creer algo que no ha visto, o que simplemente para él o ella no existe. Volviese

Muchas veces las personas somos prisioneras, no podemos ver  hacia otro lado o lugar, nos parece irreal que lo que creímos durante toda nuestra vida no sea lo correcto  o pueda ser diferente y si por algún motivo tenemos que cambiar nos molesta, muchas de las veces nos negamos al cambio y condenamos a quien lo dice.

Pero muy pocas veces nos hemos puesto a cuestionar el ¿Por qué? de todo, simplemente preferimos seguir el patrón de la mayoría, tal vez sea por comodidad.

 Tenemos científicos, filósofos, etcétera, que han decidido ir más allá, y aunque en la mayoría de las ocasiones en primera instancia los llamaron “dementes” hoy son grandes figuras. Gracias a ellos que decidieron explorar es que hemos podido evolucionar y crecer; aunque aún hay personas e incluso lugares muy arraigados, es claro que no estamos igual que al principio en cuestión de creencias, ideales, tradiciones entre otros,

En la actualidad la sociedad ha cambiado, las nuevas generaciones en cierto modo son  rebeldes y se cuestionan más sobre lo que sucede y el porqué de la conducta del hombre frente a una situación, son más abiertas al cambio y tolerantes

El mito de la caverna nos enseña que debemos estar abiertos a los cambios, a lo diferente, y en lugar de no creer,  cuestionarnos e investigar, a no conformarnos con lo que contamos, sino siempre indagar en ello.

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