El ser humano: una amenaza para todo lo que lo rodea y si mismo

El ser humano: una amenaza para todo lo que lo rodea y si mismo

Juan José Ardila acosta

Once 1

Profesora

Lina M. Álvarez Holguín

Esp. en literatura

I.E alcaldía de Medellín

Área de humanidades

Medellín

17-04-2020

Se dice que hace algunos millones de años, emergió lo que se llama hoy en día, la era del hombre. Pasando por diferentes épocas como el descubrimiento del fuego y por la era de piedra, de bronce y hasta lo que llevamos y conocemos hoy.

Espadas, capas, lanzas e incluso una cruz o animales en banderas, colores o una simple figura son lo que caracterizaban al hombre que peleaba y defendía por y para su honor arrasando todo a su paso sin pensar en que se equivoco alguna vez. Siempre pensando solo en una figura superior la cual meritaba su lucha.

Pocos saben nombrar el sentido de moral que acompaña a ese hombre, si tan solo quería pelear por algo de honor, lo cual se admira pues tener un pecho el cual no relucía por tan semejante magnitud de bello que traía ahí era signo de un hombre fuerte y además honorable o también quien se arrodillaba ante su rey para levantar una espada y cuidar de el en su ejército.

Pero esto nos lleva a la destrucción masiva de el gran imperio del hombre. Hoy presentare El ser humano: una amenaza para todo lo que lo rodea y si mismo.

El humano ha construido sobre “la gran roca” su palacio, palacio que han intentado destruir las diferentes ideas religiosas y por el poder.

Lo que ha ignorado el hombre todo el tiempo es que el mismo es su propia destrucción, ganar guerras conlleva a un bando perdedor, cosa que luego va a afectar al ganador de una manera u otra, si levanta su espada para defenderse tendrá que pagar por el daño, pero si pierde, no solo es su honor lo que se juega si no -como hace algunos siglos-, su familia, sus tierras y su dinero.

No nos olvidemos de su gran acompañante en toda su historia, la mujer. No es cómplice del hombre -no-. Es nada más ni nada menos que también la protagonista de este asunto, asunto que envuelve a ambos en la culpabilidad de la caída libre de sí mismos.

La amenaza de la destrucción del humano comienza cuando tener tierras pasó de ser lo mas simple del mundo -pues el trueque lo hacía simple- a ser una prioridad. La ley que acompaña esto es “si tienes tierras, siembra de lo contrario perecerás o por hambre o por el hecho de que no tienes donde vivir”.

Acabar siendo el ganador por un pedazo de tierra que en ningún momento tuvo dueño trae lo que mencione atrás, tendrá que pagar después y se verá afectado, pero perder es certeza de que ya no hay nada por lo que luchar en la vida, ni siquiera un segundo intento así salieras ganador compensaría lo que perdiste por primera vez o esto es lo que nos hace saber los libros de la antigüedad.

Si dejamos a un lado la lucha por el poder llegamos al punto de invención.

Abordamos este tema con un único inicio, religión.

Mover masas con una ideología es la manera mas sutil -sin llegar al nacionalismo- para poner de tu lado al mundo, el ser supremo que promete leche y mujeres o el otro que ofrece el cielo, pero si arremetes contra Él, te da el infierno, son algunas referencias a las ideologías y religiones que hoy el mundo tiene.

Cuestionar a la religión principal del mundo era un paso para la muerte segura, pues no se aceptaba que hubiera lugar para otro pensamiento y critica diferente en el mundo.

Comencemos en Europa, el mundo era el centro del universo -según la religión-. Y estar de lo contrario era signo de que provenías del mismísimo demonio. Las guerras abarcaron ese mundo que nunca tuvo salida y decir que la tierra no significaba nada te daba paso seguro a la hoguera, te consideraban brujo o bruja hechicero o seguidor de algún bufón que se niega a pagar impuestos a la iglesia.

Aun con el mundo encima porque el humano creó algo para destruir algo -religión a mito- no hay tiempo para aquel que por mas acertado que fuese en cuanto al verdadero Dios pensara en el problema que desde un principio amenaza con él y su entorno.

Hablamos de la desigualdad social que hasta hoy en el siglo XXI viene de la mano con el humano.

Hay sociedades enteras que caracterizan a sus ciudadanos como desde el más pobre hasta el más rico, el que mas roba -porque su gobierno no le aporta- hasta el que mas tiene porque tiene acciones en la empresa que maneja un país.

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