El ser y el deber. ETICA PROFESIONAL

TRABAJO  DE  ETICA PROFESIONAL

YENY SOLER

ID: 274101

PROFESOR

YOLANDA APARICIO ACEVEDO

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA  MINUTO  DE  DIOS

LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA INFANTIL

SEPTIMO SEMESTRE

BUCARAMANGA

2017

OBETIVOS

GENERAL

• Reconocer la falencia del ser humano tomado desde su entorno y su diario vivir.

ESPECIFICOS

• Analizar y comprender las causas de acciones positivas o negativas del ser.

- Resaltar los aspectos que conllevan a el ser humano a ser participe de su propia destrucción.

INTRODUCCIÓN

La ética y la moral están relacionadas con el comportamiento del ser humano; es de allí donde podemos hablar de la responsabilidad como correlativa del poder. A mayor poder, mayor es la responsabilidad. Por tanto, si el desarrollo moderno nos proporciona un poder casi inmenso, hasta el punto de poder cambiar o destruir la naturaleza, incluido al ser humano, la responsabilidad ha de ser totalmente diferente a aquella que es fruto de las relaciones interpersonales. Entonces, la responsabilidad es una necesidad a la que nos vemos conducidos por los peligros que amenazan al ser humano y a la naturaleza en su conjunto, y es tal el despliegue de poder, que los peligros no conocen correlación en la historia.

ETICA PROFESIONAL

basados entre el ser y el deber, la finalidad como bien en sí, autoformación del ser entre otras podemos iniciar con  Jonás, quien se cuestiona  si lo que rige para los fines concretos rige también para finalidad misma como carácter ontológico del ser, es decir que lo primero en su factividad y lo segundo en la validez de lo “bueno o lo malo”. Será posible entonces  ver un bien en sí, e n la capacidad de  general y tener fines y que para nuestro autor es instintivamente seguro que  es superior a la ausencia  de fines en el ser Sostiene que ignora qué clase de juicio es, analítico o sintético, pero afirma que de ningún modo se puede ir más allá de la auto evidencia que éste posee Ahora bien, incluso si el reconocimiento como  axioma, acto de pura teoría, fuese una elección metafísica última que no se puede acreditar más allá, y tal vez tan poco como la autoselección  del ser que  tal reconocimiento asume,  incluso así, dicho  reconocimiento conlleva su propia intuición evidente, que Jonás va a articular en lo que sigue Veamos sus pasos. Parte afirmando que en la aspiración a la meta como tal, cuya realidad  y efectividad en  el mundo debe darse  por hecha,  se puede  ver una afirmación fundamental del ser que lo pone de manera absoluta como lo mejor frente al no-ser.

 En todo fin, el ser se declara a favor de sí y en contra de la nada. A esa sentencia del ser no hay ninguna réplica que podamos sostener, ya que, incluso la negación del ser delata, nos dice, un interés y fin. De  este  modo  lo  anterior  quiere  decir  que  el  simple  hecho  que  el  ser  no  es indiferente a  sí mismo convierte  su diferencia con  el no-ser en  el valor fundamental  de todos los valores, en el primer “sí”.7La diferencia del ser con el no-ser es precisada por nuestro autor.  

No radica tanto en distinguir algo de nada, es decir, que tratándose de indiferencia a los valores del algo sería 5únicamente la misma distinción, indiferente a los valores, entre dos indiferencias sino, más bien, se trata de la distinción entre un fin en general y la indiferencia, cuya forma absoluta la podemos ver en la nada. Así, para Jonás, un ser indiferente sólo es una forma imperfecta pues  es un  ser que  comportaría la  mácula del  sinsentido,  es decir,  de  la  nada, y,  a su parecer, sería inconcebible La presencia en el ser de fines, lo primero que puede enseñarnos es que a éste, al menos  él  mismo  le  importa.  El  valor  siguiente  sería  la  maximación  de  la  finalidad, entendida como riqueza  de metas anheladas y, con  ello, del bien y el mal posibles; este valor,  escribe,  resulta  del  valor  fundamental  del  ser  en  general  en  incremento  de  su diferencia frente al no-ser. Mientras más variado  es el fin mayor  es la diferencia; mientras más  intenso más enfática su aceptación y, a la vez, la justificación de ésta; en el fin el ser se hace a sí mismo merecedor de su dispendio así es como del ser y el saber pasaos a el futuro y la amenaza en nuestro mundo. Seguido de este encontramos un nuevo capítulo. Capitulo que habla  habla de cómo el hombre en su afán de poder, en su afán de llegar a la cima, intenta o ha pasado por encima de los demás seres, entre ellos la más perfecta que es la naturaleza en sí. en donde ella ha permitido que el hombre haya  evolucionado  tecnológicamente, de tal modo que ponga en riesgo la existencia de ella y de paso la del hombre mismo, y aun el hombre subiendo, teniendo conciencia del mal que se causa día tras día, la desbastamos, arrasamos con ella acabando con sus plantas, sus recursos hídricos, sin ningún control, sin ningún dolor, sin ningún temor, sin ningún sentimiento de pertenencia, solo por el egoísmo del ser humano, sabiendo que de ella depende la existencia de el mismo, tal ha sido la poca importancia que le hemos dado que la naturaleza ha quedado en segundo lugar, en segundo plano, y colocándose así el hombre en el primer puesto, en lo máximo de la existencia por el deseo de avaricia, de esclavitud, de éxito de poder, y muchas otras más acciones, en donde la tecnología toma un papel muy importante, muy fundamental, podemos decir que es la prioridad del hombre en el mundo, llevándonos también a sentirnos dependientes de ella, donde ya forma parte fundamental de nuestra vida cotidiana de nuestro diario vivir, volviéndonos  unos seres incapaces de depender por nosotros mismos, de realizar otras acciones  donde no esté o no influya la tecnología en nosotros, ella nos ha llevado a un círculo vicioso a un entorno adictivo, enceguecedor y destructivo, cuando ponemos a disposición esa tecnología, en zacear nuestra ambición de poder,  de gloria, usándola en construir armamento bélico, máquinas  de  destrucción bombas y mucho otras  formas con las que se resulta haciendo daño a lo que nos mantiene vivos, debilitando hasta acabar con especies, para apoderarnos  y tener ese anhelo poder una transformación del ser humano ausente de la existencia de Dios, sin valores, sin moral, donde cada día mas se va degenerando más y más la sociedad. Un futuro incierto al que estamos expuestos, por la sociedad, de consumo, por el crecimiento de la población por la riqueza, por la pobreza por la necesidad, por la codicia, por la ambición, por el poder, por sobrevivir en un mundo lleno de falta de fe de ética y valores, en donde el hombre y la  a naturaleza está en un peligroso abismo de extinguir, y es que es allí en ese momento donde despertaremos  y reaccionaremos de todo lo mal hecho en el camino.

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