El tema de la clonación lo fue de ciencia ficción hasta finales de 1997
Enviado por Christopher_Gama • 15 de Abril de 2018 • Ensayo • 1.258 Palabras (6 Páginas) • 151 Visitas
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El tema de la clonación lo fue de ciencia ficción hasta finales de 1997, convirtiéndose a partir de entonces en una cuestión biomédica tan preocupante como fascinante de cara al futuro de la humanidad, desde hace ya tiempo que se clonan genes y células para fabricar medicamento, animales para hacer renacer especies desaparecidas, salvar otras en vías de extinción o mejorar cualidades de algunas razas, sin que estas representen problema alguno. Pero en cuanto se habla de clonar a un ser humano, no hay político o científico que no alce la voz, y surge entonces un murmullo de opiniones divergentes.
Muchas veces pensamos en clonación como reproducir de manera idéntica un ser completo, cuando esto solo hace referencia a uno de los objetivos, el de la clonación reproductiva; pero hay otra, la clonación terapéutica, la cual consiste en desarrollar un embrión para extraer sus células madre y aplicarlas en la medicina (creación tejidos u órganos dañados. ). La primera ampliamente prohibida, y que incluso tiene una interdicción por parte de la UNESCO, debido a que es una práctica en contra de la dignidad del hombre; y la segunda, con una mayor aceptación, ya que incluso en países como en Gran Bretaña no sólo se autorizan dichos experimentos, si no que se incitan; pues tienes aportes numerosos, entre ellos para tratar a personas con Parkinson o el Síndrome de Huntington. Lo que muchos no se plantean es que en dicho proceso implica que se cosifique o se instrumentalice el embrión, por lo cual nos podemos cuestionar si hemos sido egoístas en pensar en este como un objeto para solucionar nuestros problemas médicos. Por lo anterior, nos desarrollaremos primero en base a la clonación terapéutica, y después a la clonación reproductiva.
Clonación Terapéutica:
El hombre forma parte de la naturaleza, pero también está fuera de ella, ya que el hombre posee un valor en sí mismo, que no depende de su utilidad social, pero nos podemos preguntar: ¿Ocurre lo mismo con el embrión y el feto?. En el hombre, el embrión se distingue del feto por una edad arbitraria de tres meses de embarazo, y que según Niceto Blázquez, se le tiene el mismo respeto a un feto muerto que a un hombre muerto, civilmente; y que desde el punto de vista jurídico no ocurre, lo cual queda claro con los siguiente. “Hubo un caso de una madre que, que tras el accidente de coche había perdido a su feto de seis meses, el Tribunal Supremo, en julio de 2001, considero que el ser en devenir, viable pero todavía en el vientre de la madre, no era un hombre. El homicidio por tanto quedo descartado” (Degos, 2005). Pero el problema surge cuando las leyes no ponen una tercera categoría junto a la de hombre y la de cosa. Esto queda claro ya que al no poderse pagar o rentarse, el embrión potencialmente humano no puede ser una cosa (basándonos en el pensamiento kantiano de que el hombre es un ser autónomo que debe ser libre), pero tampoco hombre (jurídicamente), ya que, según los jueces, el hombre no lo es hasta su primera respiración, hasta su primer grito tras salir del vientre de su madre. Pero analizando esto, podríamos pensar como Laurent Degos que “cuando el hombre manipula el inicio de la vida, se está acercando a Dios o se cree Dios mismo, puesto que crea un clon ‘a su imagen’, volviendo el así también ‘eterno’” (Degos, 2005), hablando él desde la perspectiva ideológica judeo-cristiana.
Una vez muerte, el feto vuelve al ciclo de la naturaleza. Pero si, en vida deviene fuente de células o futuro objeto del creador, cambia totalmente la finalidad, es entonces cuando “El embrión instrumentalizado vivirá para otro y no para sí mismo; se ‘sacrificaría’ por otro sin haber podido elegir” (Blázquez, 2000).
Clonación Reproductiva:
En la cuestión que se plantea con respecto al clon reproductivo, un aspecto importante a considerar son sus relaciones intrafamiliares, pues podría tener cinco madres, debido al proceso que implica clonar, y en cuanto al padre, podríamos pensar más bien en este como su gemelo, debido a que se extrae el núcleo de una de sus células, para introducirlo en el ovulo, lo cual implicaría al abuelo como el padre, y que provocaría que ya no pudiese definirse un lazo parental de primer grado con el padre o la madre debido a la disociación de estos. Otro punto importante es que habría una regresión del mundo sexuado que tenemos, a uno asexuado, una regresión del mundo viviente, pues no existiría variabilidad genética, más allá de la impuesta por las modificaciones genéticas para “mejorar” al individuo, pero que a largo plazo seria desastroso. De hecho, uno de los mayores saltos de la historia natural consistió de pasar de un mundo no sexuado a uno sexuado. “La sexualidad y sus consecuencias, la diversidad de cada elemento de la especie, constituye la base de la evolución de los seres vivos, de la selección natural, lo cual provocaría una gran catástrofe en nuestra especie” (Valenzuela, 2005). Investigaciones han arrojado que uno de los primeros problemas de la clonación, es el envejecimiento del clon, debido a que no lleva a cabo un proceso reparador (llamado “enzima telomerasa”).
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