El-trabajo-juzgado-desde-la-Estética

El trabajo juzgado desde la Estética

Para realizar un producto y llevarlo a la venta es necesario de varias manos en una empresa, del trabajo en equipo; y para el que lo consumirá no es necesario más que una persona, se podría pensar que cuando se reúnen colectivamente y van de compras es un consumismo colectivo, pero es algo erróneo ya que solo son ideas o elecciones de los acompañantes pero es un solo gusto. Los consumidores seguirán solos, aunque actúen en grupo. La libertad de elección mide su diferencia en la sociedad de consumo. “Cuanta mayor sea la libertad de elección y, sobre todo, cuanto más se le pueda ejercer sin restricciones, mayor será el lugar que se ocupe en la escala social, mayor el respeto público y la autoestima que puedan esperarse: más se acercara el consumidor al ideal de la “buena vida”. La riqueza y el nivel de ingresos son importantes, desde luego; sin ellos, la elección se verá limitada o directamente vedada.”  ^[1]

Pero conviene más la cultura de consumismo que la de ahorro e inversión,  ya que entre más se compre al crédito las cosas marchan mejor, nosotros somos una sociedad de consumismo de crédito y no de ahorro, una sociedad en la que se crean tantas necesidades falsas y no se promueve la paciencia por aquello que realmente no necesitamos, o entender que cuando no se puede, no se puede y tenemos que planificar o realizar un presupuesto conforme a nuestras ganancias. Los mercados son muy listos ya que, al momento de exhibir un producto lo hacen de las mejores maneras hasta crear la necesidad falsa en las personas. Y como no hacerlo si hay personas que trabajan en publicidad y dependen del consumo de los demás. “La estética del consumo gobierna hoy, allí donde antes lo hacía la ética del trabajo”. ^[2] Dejamos las costumbres y las disposiciones del hombre en la vida, su carácter, dejamos de ser, por las percepciones y la ciencia de la perfección (vanidad) del conocimiento sensorial el cual reside en la belleza.

...