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Ensayo De Posmodernidad


Enviado por   •  10 de Junio de 2013  •  3.103 Palabras (13 Páginas)  •  752 Visitas

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Introducción

Hoy en día es difícil vivir en un mundo donde la tecnología, a veces, rebasa nuestra imaginación, así como nuestra inteligencia. A través de los años el mundo ha avanzado hacia una transformación en cuanto a servicios, telecomunicaciones, relaciones sociales, ideologías antiguas en relación con el hombre. En este presente trabajo el autor desea trasladar en un viaje con una retrospectiva al inicio de la modernidad, un paso amenizante y melancólico sobre la postmodernidad y sobre todo una retrospectiva de la realidad actual. Así mismo analizar el papel que juegan los medios decomunicación masivos con los valores en los jóvenes contemporáneos.

Para hablar de la postmodernidad debemos de hablar del futuro actual. Un futuro que ha estado evolucionando drásticamente, aunque a ciencia cierta se desconoce si para bien o para mal. No es posible concebir a un futuro actual sin su postmodernidad, al igual que no podemos imaginarnos a una postmodernidad sin su inseparable paso por la modernidad.

Actualmente vivimos en un mundo tecnificado y dependiente del conocimiento del ahora mejor amigo del hombre "la computadora". Es tanta nuestra dependencia hacia la tecnología computacional que un gran número de personas de distintas nacionalidades y distintos perfiles profesionales llegaron a pensar en una catástrofe mundial donde gran parte de los avances científicos y tecnológicos que tenemos pudiesen llegar a destruirse y así, consecuentemente ser víctimas de tremendas tragedias gracias a una máquina con un ordenador que se presumía estaba mal programado.

Denominados por varios grupos sociales como la "Generación Y" los jóvenes postmodernos se enfrentan con una realidad que supera el nivel de dificultad de anteriores modernas generaciones. A base del conocimiento, el aprendizaje y experiencias vitales uno va forjando su propio destino a pesar de los bombardeos diarios de las técnicas publicitarias que surgen de los medios de comunicación.

El autor ofrece una lectura comprensiva y analítica ante el problema social que se vive gracias a la postmodernidad.

• ANÁLISIS DETALLADO DE CÓMO LA POSMODERNIDAD ES PERCEPTIBLE EN MI VIDA.

• DESCRIPCIÓN DE COMO LA POSMODERNIDAD SE MANIFIESTA EN LA SOCIEDAD

Podemos ver en la modernización un proceso de reducción de la validez de algunas formas tradicionales de integración social y que, al empujar hacia una creciente secularización en la cultura, debilita las viejas formas de legitimación basadas en creencias religiosas. Lo anterior no significa, sin embargo, que la modernización no genere sus propias formas de integración .

La cuestión en América latina es si acaso la heterogeneidad cultural constitutiva de su propia y especifica modernidad hace posible todavía el funcionamiento de los sistemas sociales en un mundo crecientemente secularizado.

El llamado a una secularización de la política puede apoyarse n la cultura posmoderna en tanto esta implica cierto desvanecimiento de los afectos, propiciando una conducta "cool" e irónica. La "moda" internacional contribuye a enfriar la carga emocional de la política, disminuyendo las presiones y por tanto permite al ámbito político mayor autonomía. Tales tendencias probablemente favorezcan una consolidación democrática en nuestros países. Pero no por eso entramos en la posmodernidad.

La cultura posmoderna no orienta un proceso de secularización; es su producto. Acepta la visión liberal de la política como "mercado": un intercambio de bienes.

La crítica posmoderna de la noción de sujeto tiende a socavar las bases para repensar la política. Al identificar la lógica política con el mercado y el intercambio no puede plantearse el problema de identidad. Esta es una de las tareas mayores que enfrenta la cultura política democrática.

Sobre el proceso de secularización

La democracia moderna nace junto al desencanto del mundo. En el origen del orden recibido se encuentra la religión, la anterioridad de la religión como principio constitutivo del orden hace de la sociedad un reino del pasado puro, inmutable. La posterior racionalización, socava el carácter trascendente del fundamento. Con el debilitamiento de la garantía exterior e indiscutible surge el problema moderno de la libertad y de la certidumbre.

El fin de la religión como principio constituyente del cuerpo social marca una ruptura total. La sociedad se sigue reconociendo y afirmando a "sí misma" por medio de un referente exteriorizado, pero se trata de un dios sujeto presente en el mundo. El Estado.

"En una región tan impregnada por la Iglesia y la religiosidad popular no es fácil renunciar a la pretensión de querer salvar el alma mediante la política. Ello explica muchos rasgos de la práctica política en América Latina, lo que pareciera exigir una concepción secularizada es renunciar la utopía como objetivo factible; sin por ello abandonar la utopía como el referente por medio de lo cual concebimos lo real y determinamos lo posible."(3)

La democracia supone la secularización. Sólo una actitud laica que no reconoce ninguna autoridad o norma como portadora exclusiva y excluyente de la verdad permite a una sociedad organizarse según el principio de la soberanía popular y el principio de mayoría. La secularización significa desvincular la legitimidad de la autoridad y de las leyes de las pretensiones de verdad absoluta. Al hacer de la fe religiosa y de los valores morales un asunto de la conciencia individual, la secularización traslada a la política la tarea de establecer normas de validez sobreindividual (a través de criterios de racionalidad formal).

Perdido el encanto de un principio absoluto, desde siempre válido para todos, las divisiones de la sociedad, lo diferentes intereses y experiencias dan lugar a múltiples principios reguladores. Puesto que la religión ya no opera como un mecanismo de neutralización de los conflictos, se produce una reestructuración del conjunto de las relaciones sociales.

La secularización no abarca solamente un proceso de descontrucción. La misma descomposición del orden recibido plantea la recomposición. Esta reconstrucción ya no puede apoyarse en una legitimación divina o orientarse por criterios de algún pasado ejemplar. En vez de restaurar un orden consagrado, se trata de instituir el orden a partir de la sociedad misma. Así, la secularización hace de autoidentificación el problema fundamental de la modernidad.

"La carga religiosa de la política asume la función integradora que antaño cumplía la religión. La convivencia social es reinterpretada como comunidada través de una "teología política". Esta ofrece a la sociedad una

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