Ensayo Filosófico
Enviado por • 3 de Septiembre de 2013 • 1.651 Palabras (7 Páginas) • 240 Visitas
INTRODUCCIÓN.
Eran filas correctas de domesticados soldados, esperando derribar a los contrarios, bajo una sola jugada de una canica rodante. Mi papá estaba tumbado en suelo, vista al frente, con la agudeza de la próxima victoria. No recuerdo cuánto tuve que pensar hasta poder anunciar que le ganaba… Ese fue, su modo directo, de promover el razonar.
“Teatro mágico. Entrada no para cualquiera. No para cualquiera. Sólo... para... locos”
La filosofía es una función de caprichoso entendimiento, apreciada desde las distintas puertas de las circunstancias. Tan desoladora como placentera. Sujeta al filósofo –o al aficionado– a un mundo lejano de la concepción de bondad o maldad, sin retorno a la simpleza cotidiana. Busca satisfacer la curiosidad humana de las causas primeras, con una práctica coherente del razonamiento desglosable, imposibilitada de verdades absolutas (más que, claro, el cambio) matizada de dualidades, con calidad de sublime.
“¿Hay aún filósofos? En realidad, en nuestra vida, hay mucho de filosófico, sobre todo en los hombres científicos; pero filósofos propiamente dichos, hay tan pocos como verdaderos nobles. ¿Por qué? Ya no se cree en los filósofos, ni aún entre los sabios, éste es el escepticismo de una época democrática que se abjura de los hombres superiores. La psicología del siglo va dirigida esencialmente contra las naturalezas superiores”
¿Por qué entonces, siendo una dama de poderosas aptitudes, pasa traslúcidamente para los espectadores diarios? El pensamiento objetivo ha sido atacado desde puntos múltiples: No somos criados bajo entrenamientos racionales. El desinterés empieza de ahí, la cuna de nuestros conocimientos primarios; la educación escolar ha sido planeada para una producción eficiente maquinalmente, apartada del disfrute del llegar a él, y el producto posterior. El deleite armónico usual nos llevaría a necesitarlo más, e incitaría la creación mental de éste deseo, y la satisfacción con la porción justa. Pero hablar de una vida lejana del lujo material, conlleva a un debate de los bienes meritorios, reincidiendo nuevamente a las clases sociales. No somos una raza autodidacta, estamos estáticos de curiosidad y pasión que produzcan movimientos sociales enteros, o bien, fidelidad de aquellos que tienen la iniciativa.
“El pájaro rompe el cascarón. El cascarón es el mundo. Quien quiera nacer, tiene que romper un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El Dios se llama Abraxas.”
DESARROLLO
Quizá, lo que me separe a él, sea el paisaje. Mi maestro justo, y mi rutina constante, se despegan de las memorias de sus tiempos. Cuando mi padre, niño, dejó su mundo puro y divinizado por la imagen de una comunidad establecida, pavimentada y educada, dejó en cruento jaque las utopías que él creía. Se enfrentó tan joven al porqué del elitismo de la burguesía... ¿Qué vale, pues, esto que yo, he aprendido por teoría?
La aristocracia concentrada aumenta su poderío de modo imprudente, consecuente así, del mismo crecimiento de la población desventurada. El modelo económico es incompetente, necesitamos una renovación que acuda a las demandas de la evolución social, abandonando las situaciones precarias de un extremo de éstas clases, y la abundancia del otro.
“Me duele éste niño hambriento, como una grandiosa espina, y su vivir ceniciento, revuelve mi alma de encina.”
Equilibrar el sistema socialista con el capital, de modo que las grandes empresas estén en manos de grandes gentes (nótese el sentido plural) encaminaría los efectos del trabajo hacia la construcción de una sociedad culta y preparada, adaptado a la ley natural de la supervivencia del más fuerte, como medio competente para impulsar la calidad futura.
“Los sabios debieran apoderarse del monopolio de la acuñación de la moneda: a ello, son acreedores por su manera de vivir y sus fines, y dar dirección a la riqueza; es absolutamente preciso que ésta sea dirigida por las inteligencias superiores”.
Por ende, para la creación de nuevos sistemas educacionales y económicos, son necesarias las revoluciones culturales que modifiquen las corrientes intelectuales, impulsando así renovaciones en las áreas de expresión, ajustadas a la época. De éste proceso radical surgirían ponentes rebelados al costumbrismo, grandes pensadores como en las épocas antiguas que despertaran a una sociedad entumecida.
¿Qué separa éste ideal del error actual? Dioses de monedas lustrosas, prejuiciosas vanidades, vicios popularizados, tecnología ociosa, poderosos y divinos entes que transformamos en diablillos vulgares. El consumismo nos arrasa. El hombre ha adoptado su valor en calidades cuantitativas extinguibles, y fácilmente superables, desplazando la trascendencia mental. Hemos cambiado con el constante paso de la ciencia y tecnología el simbolismo del estatus. Por objetivo tomamos devorar al ser que está en el paso siguiente; desechamos todo escrúpulo por rebasar en la carrera hacia el lecho de muerte más costoso.
“¿No le gustaría ser capaz de renunciar a todas sus pertenencias, y ganar la libertad y el tiempo que pierde en defenderlas?”
Confundimos el nombre mismo del país nuestro, con argumentos propios del mexicano malinchista. Adoptamos organizaciones de potencias efímeras, repitiendo el ingenuo deslumbramiento de los espejos brillantes de la época de la conquista, por armas y drogas resplandecientes, organizando el trueque de los oros potentes de talento ciudadano.
Mi país, es un país con vocación de extranjero y a veces lo forastero lo lleva de la nariz,
sin embargo
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