Ensayo de las ceguera del conocimiento

INVESTIGACION II Y PRINCIPIOS EPISTEMOLÓGICOS

ENSAYO: LAS CEGUERAS DEL CONOCIMIENTO

PROFESOR:

CARLOS ABEL ROSSO

PRESENTADO POR:

NATALIA CASTRO COD: 153131

ANGELA CAMACHO COD: 153055

JAIRO GUTIERREZ COD: 153165

NATHALIA GUZMÁN COD: 153077

SOFIA HIDALGO COD: 153166

SALÓN 2ª NOCTURNO

UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL CALI

PROGRAMA DE DERECHO

ABRIL 2 DEL 2016

LAS CEGUERAS DEL CONOCIMIENTO

La teoría de las cegueras del conocimiento consiste en exponer que nuestro conocimiento, en todos los ámbitos que éste involucra, no es una verdad absoluta, y que éstas nociones son imperfectas, por la razón que, lo adquirimos por medio de los sentidos, y esto implica que en el proceso de aprendizaje, éste pase por medio de una especie de “cortina fantasma o de fantasías” hecha de las ilusiones, ideas, emociones, etc., que termina permeando los saberes, de todas aquellas impurezas, y al final, impide que adquiramos la verdad del conocimiento (o uno libre de las ilusiones).  

Tal como sucede en el caso de los recuerdos, que los almacenamos y distorsionamos en nuestro favor, como un medio de protección del orgullo, es decir, los recuerdos que tenemos no son copias fidedignas de lo que en realidad pasó en su momento, como tampoco lo es el conocimiento.  

Los individuos piensan, conocen y actúan según los paradigmas inscritos culturalmente en ellos, estos son conjuntos de axiomas, y en estos conceptos es donde se encuentra escondido el problema clave del juego entre la verdad y el error.

Ser autodidacta implica un riesgo mayor que el que se corre aprendiendo por medio de las personas indicadas para enseñar. Pero a veces, es un riesgo que se debe correr, si queremos cuestionar los paradigmas y las dogmáticas impuestas. Por eso, el conocimiento se debe tratar con la delicadeza de lo objetivo y lo meramente racional, examinar otros saberes, otras ideas, contraponerlas, reflexionarlas, y luego de ese análisis decidir si tomamos como nuestra verdad tal “colcha de retazos” que puede llegar a ser una noción.

Entonces, siguiendo ese orden de ideas, el conocimiento que se transmite y se pregona en los diferentes templos de educación, no son verdades absolutas, y al estar lleno de las impurezas antes mencionadas, no se deberían vender como tal, como lo cierto, como lo total. Se debería advertir al estudiante o al público en general, que en todo conocimiento, hay error, e ir más allá, incentivar a las personas a cuestionar todos los paradigmas tan arraigados que nos han venido mostrando como ciertos, y tal vez ésta luz, nos lleve a tomar conciencia sobre el mundo de las  ideas en que vivimos.

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