Ensayo Ética A Nicómoco
Enviado por Ivanhinhi • 10 de Agosto de 2012 • 4.021 Palabras (17 Páginas) • 462 Visitas
Introducción
El presente ensayo es un análisis de una de las obras más estudiadas de uno de los hombres cuyo razonamiento ha sido base de la actual cultura occidental, su nombre es Ética para Nicómaco, de Aristóteles. A pesar del paso de los siglos, sus postulados filosóficos siguen siendo aplicados para la vida en sociedad. No está de más mencionar que Ética a Nicómaco fue escrita en el siglo IV a. C.
Ética Nicomaquea, como también es conocida, trata de analizar de manera paulatina las cosas importantes en la vida del hombre; se abordan e intentan definir conceptos de uso muy cotidiano como el bien, la felicidad, la virtud, la moral, el placer, lo correcto, la justicia, la verdad, la amistad, entre otros.
Aristóteles considera que la ética es una parte básica de la vida del hombre, ya sea consigo mismo, ya sea en sociedad, ya que con ética se puede conseguir la integridad como ser humano y aspirar, mediante el comportamiento virtuoso, a la felicidad.
Es necesario comentar cuánta importancia le daría Aristóteles a la ética siendo ésta la única obra dedicada a su hijo Nicómaco. En otras palabras, de entre tantas disciplinas y temas estudiados por el filósofo, eligió la ética como su legado para su descendencia. Todo esto con el valioso objetivo de orientarlos sobre la manera de conseguir la felicidad.
Aristóteles se caracterizó por ser un filósofo, político y científico revolucionario, educado por los mejores pensadores de la época, cuyas aportaciones han sido de gran envergadura para futuras investigaciones en una gran variedad de materias. A pesar de sus incursiones multidisciplinarias, señaló como lo más importante y fin último del hombre, el conseguir la felicidad, por lo tanto, resulta realmente interesante leer esta obra que preparó con dedicatoria para su hijo y que por ende, realizó con tanto esmero y cuidado.
En esta tesitura, cabe señalar que esta obra es realmente importante ya que es considerada como la base de la ética occidental.
Este texto tiene el objetivo de demostrar si lo que escribió Aristóteles en tiempos radicalmente distintos a los nuestros sigue siendo útil y aplicable, principalmente respecto al comportamiento ético y moral necesario para alcanzar la felicidad.
Ética para Nicómaco, en búsqueda de la felicidad.
Aristóteles inicia su obra definiendo lo que es el bien, señala que es aquello a lo que todas las cosas (acciones, ciencias y artes) aspiran, y el fin último de las cosas no sólo es el bien, sino lo mejor. Por ejemplo, el fin de la medicina es la salud; el de la construcción naval, el navío; el de la estrategia, la victoria; el de la economía, la riqueza. Una vez entendido el fin, es más fácil realizar las acciones necesarias para lograrlo y no desviarse en el camino.
Algunas cosas están subordinadas a otras, lo mismo sucede en las ciencias, por lo que Aristóteles afirma que la ciencia política, además de ser la más importante y útil para la vida, es la ciencia soberana. Esto debido a que, la ciencia política determina cuáles otras ciencias son necesarias en las sociedades y cuáles debería aprender cada ciudadano, en pocas palabras, determina lo que debe hacerse y lo que no, y se si sirve de las otras ciencias prácticas para hacerlo.
Sigue aludiendo a la importancia de la ciencia política, agregando que cada quien juzga según su conocimiento, y mientras que los asuntos propios de una materia específica demandan un juicio especializado, sólo quien posee una cultura general puede juzgar adecuadamente en conjunto, así debe de ser el politólogo. Atendiendo a este razonamiento, los jóvenes no son jueces apropiados, ya que carecen de la experiencia de las acciones de la vida, que son valiosas para el cultivo del conocimiento de la ciencia política. En el mismo orden de ideas, Aristóteles señala que los jóvenes son dados a dejarse llevar por sus pasiones por lo que el aprendizaje de la política les será vano, puesto que el fin de la ciencia política no es el conocimiento sino la acción. Es de gran importancia aclarar que el joven no es calificado por su edad, sino por su carácter en relación a su sujeción a las pasiones. Del otro lado de la balanza se encuentran quienes acomodan sus deseos y sus acciones obedeciendo a la razón.
Entendido que todo conocimiento y acción tienden hacia algún bien, ¿cuál es el bien al que tiende la ciencia política?, es decir, ¿cuál es el bien común?, Aristóteles siempre sostuvo que el bien final para todos es la felicidad, y da por sentado que esta se consigue mediante el obrar bien. La discusión sobre que es la felicidad es por demás amplia, muchas veces derivado de la carencia personal, por ejemplo, para el enfermo la felicidad sería la salud, o para el pobre, la riqueza, etc. El vulgo y la multitud igualan la felicidad con el placer y la vida voluptuosa.
Por otra parte, Aristóteles señala que para ser feliz se necesita poseer algo de valor, cordura, justicia e inteligencia, y que la felicidad se halla con más frecuencia en los más inteligentes y en su carácter, aunque posean pocos bienes exteriores “pues su felicidad y gloria son independientes de todo bien exterior, residen en sí mismo a causa de su naturaleza. Esa es la diferencia entre la buena suerte y la felicidad” que los bienes exteriores se deben al azar, y el hombre no es bueno ni templado por caso fortuito.
En este texto, Aristóteles puntualiza los tres tipos más destacados de vida: en primer lugar la antes descrita; la vida política, en segundo lugar; y la vida contemplativa en tercero. Los primeros demuestran tener alma de esclavos y los segundos identifican la felicidad con el honor; la vida contemplativa se analiza más adelante. Finalmente, hace referencia a la vida de lucro, a la cual califica como una vida antinatural, ya que la riqueza no es el bien deseado, solamente se trata de un medio útil para conseguir otro bien.
Los bienes o fines parecen ser varios, uno para cada caso, pero en específico, la ciencia política busca un solo fin perfecto, y si fueran muchos, el más perfecto de entre ellos. El que se busca por sí mismo es más perfecto que lo que se busca para conseguir otra cosa. En este tema, el autor considera la felicidad como el fin último y que se elige por sí mismo, mientras que el honor, el placer y la intelección, si bien las elegimos por sí mismas, las deseamos a causa de la felicidad, porque suponemos que por medio de ellas seremos dichosos. Por otra parte, la autosuficiencia es un bien de gran importancia y que mucho abona a conseguir la felicidad, ya que el ser autosuficiente torna amable la vida.
El acto de un hombre de bien es hacer todo bien, y que cada obra que realice la haga con la perfección que le es propia, durante toda la vida. Es decir, no se puede ser a veces
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