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Enviado por   •  19 de Septiembre de 2013  •  482 Palabras (2 Páginas)  •  227 Visitas

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Publicado el 25/Febrero/1993 | 00:00

Quito. 25.02.93. (Editorial) Los filósofos discuten sobre lo que

debe entenderse por moderno y postmoderno. Este debate aparece

desde una perspectiva en la que se contempla la modernidad como

algo que empieza a dejar de ser y puede analizarse, que tiene

historia. Lo postmoderno sería, en cambio lo que en pieza a

gestarse una vez que la modernidad ha sido digerida. Para

nuestras sociedades que han llegado mal y tarde a la modernidad

de occidente este debate reviste curiosidad, pues todavía nos

hallamos empeñados lo mismo que nuestros conductores y políticos

en "modernizarnos". Siempre nos ha sucedido que mientras las

naciones capitanas de occidente están de vuelta, nosotros recién

estamos de ida.

La modernidad tiene que estudiarse en el terreno de la historia

porque la modernidad ha implicado un proceso y la historia ha

solido entenderse como un desarrollo lineal progresivo de la

humanidad, desde el primer año de la era cristiana y naturalmente

bajo la égida de occidente, porque la modernidad está ligada a la

civilización occidental y cristiana. Los pueblos de oriente y

los primitivos han sido vistos como naciones que debían

encarrilarse en el carro de la historia comandado por las

potencias occidentales. Así hemos entrado a la historia, a

aquella que nos han contado, porque "nuestra" historia nos ha

sido negada.

La meta de la modernidad ha sido el progreso medido desde los

parámetros de esta civilización europea. Pero la gran revolución

en la historia ha consistido en negar la consideración de la

historia como un progreso lineal y unitario, porque no existe una

medida ni un punto de vista privilegiado que determine este

progreso de la humanidad, un mejoramiento global del ser hombre.

El propuesto por occidente es solamente uno de los posibles

ideales de humanidad.

Para la filosofía de la historia, el fin de la modernidad surge

cuando la historia no se la mira como un proceso lineal unitario,

sino como un conjunto complejo y hasta caótico de diversos puntos

de vista. Nuevos sujetos y escenarios surgen en el campo de la

historia y aún dentro de esas mismas naciones de occidente que

llevaron el estandarte del progreso. Surgen nuevas

nacionalidades, nuevos grupos religiosos, nuevas cosmovisiones.

El filósofo Gianni Vattimo señala que "en su propio interior,

occidente vive una situación explosiva, una pluralización que

parece irresistible y que hace imposible concebir el mundo y la

historia según puntos de vista unitarios". La percepción de los

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