Es la moral enemiga del progreso

Introducción

Ninguna forma parte de la defensa activa de las religiones u propagandas que quieren quitarnos el libre pensar, y aun así hemos llegado a una mutua decisión, dando un sí definitivo a los argumentos del filósofo alemán Rudiger Safranski.

El trabajo más grande que el ser humano puede realizar es el que hace sobre sí mismo, pero no encontrando fallos o buscando perfección, sino cuando se considera a sí mismo un objetivo y trata de mejorarse, alcanzando su verdadera estatura moral y espiritual, por esta razón defendemos la postura de Safranski.

DESARROLLO

La Eugenesia lo que busca es mejorar los rasgos humanos con el objetivo de obtener seres humanos perfectos. Consideramos al igual que Safranski y su colega Habermas que este es un pensamiento que tiene una visión fascista. El hombre perfecto no existe, y si se busca eliminar al débil, se olvida que el verdadero problema del hombre es su egocentrismo y superficialidad, y esto nunca se va a corregir con procedimientos que alteren o modifiquen nuestro genoma. No tiene nada de malo lo natural, y aquellos rasgos que heredamos nos hacen original, diferente al resto. Así como menciona Nick Vujicic: “Yo creo que si Dios no te da un milagro, ya tu eres el milagro de Dios para la salvación de otro.” Tenemos fe en que fuimos creados con un propósito, y la eugenesia nos arrebataría ese derecho a descubrir que aportamos al mundo.

Moviendo nuestro enfoque a una segunda objeción, la moral no es impedimento para pensar objetivamente, el narcisismo es el verdadero impedimento que estanca el progreso. Y es el mayor culpable de la búsqueda de la perfeccion. Safraski defiende a capa y espada que debemos cambiar las normativas que rigen lo que conocemos como moral. Y no podríamos estar más de acuerdo, vivimos en una moralidad hipócrita que ni siquiera manteniendo esa fina línea entre lo objetivo y lo subjetivo podríamos entender el daño que la eugenesia le causa a la humanidad, ya que esta pretende quitarnos el lado humano, pretende servirnos bebes a la carta, el simple hecho de que personas que han nacido naturalmente pretendan perfeccionar el genoma humano para eliminar lo que conocemos como errores, es una ironía. No podemos cambiar lo que se obtiene de los natural y lo espontaneo, no podemos cambiar el hecho de lo que somos y que somos fruto de algo mas allá. Y no solo afecta en la moral, nos deja con un significado de vida muy pobre. Al crear personas con características optimas, disminuiría la variedad. Todos perderíamos algo de libertad, nos veríamos obligados a ser de una manera determinada ya que al ser fetos nos manipularían los genes sin preguntarnos y si no lo hicieran seríamos más que discriminados, nos transformaríamos en seres casi inexistentes para una sociedad demasiado avanzada. La vida perdería la esencia y los sentimientos se esfumarían, llevándose con ellos nuestra razón de vida.

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