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Estereotipos en la literatura infantil


Enviado por   •  15 de Mayo de 2015  •  Síntesis  •  1.198 Palabras (5 Páginas)  •  793 Visitas

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Estereotipos en la literatura infantil

(Stereotyping in children's literature)

Inmaculada Quiles Ávila

La literatura para niños y niñas ha tenido, tradicionalmente, un foco muy

marcado en la divulgación de una moral específica, constituyendo un medio

para la transmisión de infinidad de mensajes acerca de las condiciones de

hombre y mujer.

El escritor Italo Calvino establece, en este sentido, la función de esta literatura:

“la fuerza emotiva con que los niños y niñas se identifican con los personajes

les confiere un gran poder de sugestión, que es reforzado por los innumerables

y coherentes mensajes que se transmiten”.

El cuento infantil corporiza una gama de estereotipos que reflejan la cultura y

las tendencias de su época. Estos estereotipos, lejos de mantenerse estables,

han ido variando y actualizándose en el tiempo. Pero no podemos olvidar que

se han presentado, predominantemente, modelos cerrados, conclusos,

inamovibles, que han pretendido consolidar un modelo social sexista,

discriminatorio, que en definitiva perpetúa la división social, no solo en clases

sino en sexos. Veamos algunos ejemplos:

Las Hadas: son los espíritus sobrenaturales femeninos, representan la magia

“blanca”, la protección materna, (hada madrina). El Hada protege al héroe (el

príncipe), a la niña inocente (“La Bella durmiente”), contra el poder destructor

de la bruja o el mago.

Las Brujas: son las eternas villanas de los cuentos, la parte regresiva del ser

humano, encarnan un poder maligno al que es necesario combatir y destruir.

Los ogros: encarnan la crueldad, la violencia en grado extremo, suelen ser

torpes. (el ogro de “Pulgarcito” degüella a sus hijas por error...)

El lobo: simboliza el miedo a la noche, a la oscuridad. Es el animal salvaje que

más veces aparece como villano en los cuentos. (“Caperucita”, “Los tres

cerditos”)

La madrastra: va acompañada por la pérdida de seguridad y desamparo de un

niño. Representa un quiebre en la vida familiar.

Las princesas: habitualmente caprichosas, inútiles, consentidas, bellas, son

seres que requieren protección heroica.

La niña desamparada: representa el instinto maternal, (cuida de sus hermanos

pequeños), asume el rol de una madre ausente, cumple funciones de ama de

casa. Es una heroína “sumisa”

El niño desamparado: aunque cuida de sus hermanos menores, cuando debe

asumir su defensa contra los villanos de turno, se destaca por la valentía y

arrojo. Es un héroe “de acción”.

Por otra parte, en numerosos cuentos tradicionales encontramos la utilización

de un lenguaje masculino que engloba y anula lo femenino, la adjudicación de

roles sociales diferentes y discriminatorios para niños y niñas, con el fomento

de funciones sociales, elementos externos de vestimenta, adornos y actitudes

cuya presencia o ausencia definen al ser humano. Así, y por no referirnos a los

aspectos más tópicos, mientras los niños y hombres presentados son

predominantemente activos, emprendedores y en definitiva capaces de

resolver conflictos sociales o personales por sí mismos, las niñas y las mujeres

dependerán siempre de la capacidad de ayuda de los anteriores con la

consecuente pérdida de identidad, no ya femenina, sino personal y de

autoestima. Pero el sexismo no puede interpretarse únicamente como

discriminación sexual de la mujer, de la niña o de los personajes femeninos. El

hombre también es preso de la propia maraña que ha creado y que le obliga,

también a él, a negarse a sí mismo como ser humano.

Así durante generaciones, la sociedad se aseguraba el traspaso de roles

inamovibles, en los que la mujer perdía sensiblemente. Veamos los siguientes

ejemplos:

Mientras todo eso ocurre,

la princesa no se aburre:

ella gobierna el hogar,

lava, plancha, de guisar...

procura agradar a todos,

la tratan con buenos modos,

y los días van pasando,

ya al galope, ya volando.

("La zarevna muerta y los siete paladines", versión rusa de Blancanieves)

O en la versión alemana:

"El espejito respondió:

De vuestra belleza

estáis orgullosa,

pero Blancanieves

es aún más hermosa.

Al oír esto, la Reina se encolerizó y se puso verde y amarilla

...

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