FILÓSOFOS COMTEMPORÁNEOS HANNAH ARENDT

RECUPERACIÓN DEL ÁREA DE FILOSOFÍA

FILÓSOFOS COMTEMPORÁNEOS

HANNAH ARENDT

ERIKA ALEJANDRA OSPINA LONDOÑO

PENSAR

I.E “PEDACITO DE CIELO” A.U.V

SEPTIEMBRE DE 2017

Introducción

Se considera perteneciente a la época contemporánea a todo movimiento cultural, social, político y filosófico que haya tenido lugar desde la Revolución Francesa hasta nuestros días.

Durante todo este tiempo transcurrido las sociedades han sufrido grandes cambios desde lo social hasta lo humano. La riqueza dejó de ser privilegio de la monarquía, se definieron las clases sociales y se remarcó las diferencias entre ellas. Culturalmente el conocimiento se ha difundido saliendo de la época del oscurantismo donde el conocimiento solo era para privilegiados y clérigos, teniendo el vulgo mayor acceso a los saberes.

Grandes sucesos han marcado esta época entre ellos las Primera y Segunda Guerra, y el nacimiento Movimientos político- sociales como: el fascismo, el leninismo y nacional socialismo del que se derivó el nazismo, es precisamente a una filosofa detractora de este movimiento a quien escogí para basar mi ensayo.

Escogí a una mujer porque en una sociedad donde aún hoy es básicamente patriarcal, el pensamiento y los aportes femeninos son de suma importancia  para formarse un juicio valorativo de nuestra realidad.

Hannah Arendt

Hannah Arendt: Nacida en Linden- Limmer, Hannover, Alemania, el 14 de octubre de 1906, con el nombre de Johannah Arendt,  fue una escritora, ensayista política y filósofa alemana  de origen judío, apátrida, fue exiliada por las SS de Alemania en 1933 cuando se inició el Holocausto nazi, se refugió durante un tiempo en Francia, donde llegó a estar presa y posteriormente viajó a Estados Unidos donde en 1955 adquirió la ciudadanía estadounidense, fue una de las pensadoras más influyentes del siglo XX.

Gozó de una buena educación, su madre Martha Conh le brindó una educación bastante liberal tras la muerte de su padre a la edad de 7 años, estudió en la Universidad de Marburgo, en la  Universidad de Friburgo, y en la Universidad de Heidelberg, donde tuvo contacto con influyentes pensadores alemanes de la época como Karl Jaspers, quien dirigió su tesis doctoral  “el concepto del amor en San Agustín”.

Su primer libro sobre filosofía política fue «Los orígenes del totalitarismo» (1951) allí analiza el racismo, el imperialismo, el antisemitismo, igualando a nazis y estalinistas. Se centró principalmente en el nazismo al que consideraba basado en una profunda germanidad sino un nacionalismo corrosivo, una grave enfermedad.

Fue una fuerte crítica de todo lo que le rodeaba, en ocasiones controversial, jamás se filió con una identidad política, aunque por un tiempo apoyó al sionismo, del cual luego se formara Israel, posteriormente se alejó de este movimiento precisamente por evitar los nacionalismos, desde que era muy joven mostró su espíritu independiente, a pesar de que no pertenecía a ningún comunidad religiosa siempre se consideró judía.

Estando en Estados Unidos junto con su segundo esposo logró salvar a su madre y la trajo consigo a EUA, allí trabajó como columnista y ensayista para importantes revistas y periódicos además de ejercer cátedras en algunas universidades, ya estando allí y después de la guerra hizo varios viajes a Alemania reencontrándose con sus amigos y maestros Karl Jaspers y Martin Heidegger, hizo una fuerte crítica de la Alemania de la posguerra, recalcó la indiferencia del pueblo alemán, mientras en toda Europa se sentía la tristeza de los campos de exterminio, en Alemania nadie lloraba a los muertos.

Posteriormente en 1961 en el juicio del oficial de las SS Adolph Eichman, capturado en Argentina por el servicio secreto judío Mossad, Arendt fue enviada como corresponsal al juicio, de allí se desprendieron una serie de artículos y posterior mente el libro “Eichman en Jerusalen” La banalidad del mal, este libro hasta hoy le ha costado controversia a la autora, sobre todo porque para Hannah Arendt el criminal no era un monstruo sino un ser irreflexivo que obedecía ciegamente las ordenes de un régimen totalitarista capaza de convertir a personas comunes en seres incapaces de razonar, además de reprochar a los mismos dirigentes judíos de la época de traicionar a su propio pueblo para salvar su propia carne, entregando las listas con los nombres de sus congregaciones y decidiendo a quien mandar a los campos de concentración, allí una vez más quedó impreso el carácter reflexivo y analítico de Hannah Arendt, hasta el día de hoy se escuchan voces en pro y en contra de la interpretación suya del holocausto nazi.

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