Filosofía de la Diferencia

ENSAYO INTRODUCCIÓN FILOSOFÍA DE LA DIFERENCIA

Con base en las lecturas realzadas de los artículos sobre “Heidegger, Deleuze y la diferencia: Aportes para pensar la irrupción de la novedad” y sobre “Nietzsche y los filósofos de la diferencia”, en el presente trabajo pretendo definir elementos importantes de estos autores desde el análisis reflexivo en lo que respecta a la Filosofía de la diferencia.

Como punto de partida resalto a Nietzsche por su forma de pensar intempestiva, rompiendo y destruyendo todos los valores y formas de pensamiento tradicionales, no dirigido al pasado, sino en el tiempo y en contra del tiempo, con el fin de buscar nuevos saberes o formas distintas de ver e interpretar la realidad, en este sentido el filósofo nos invita a ser pensadores propositivos, generadores de conceptos nuevos o adaptados al presente o futuras realidades según el contexto.

Para Nietzsche hay dos energías o fuerzas, la activa y la reactiva, esta última depende de una condición anterior como en el modo dialectico que necesita de una negación para afirmar una cosa nueva, del mismo modo, nos presenta las diferencias puras que no están vinculadas unas cosas con las otras, establece que para que las cosas existan deben tener cierta voluntad de poder que lo diferencie del otro y eso lo hace existir, aquí juega un papel importante la energía o fuerza activa.

Con Heidegger se presenta un cambio al modelo de pensamiento, hace un análisis crítico de la historia occidental en el que expone como en todas las etapas de la historia, la realidad se ha explicado a partir de una misma lógica, a este fundamento lo llamó onto-teo-lógica y lo identificó con la metafísica. Cuando este filosofo plantea la pregunta existencial por el ser, se distancia de la historia de la metafísica occidental y la acusa de ser óntica en vez de ontológica, ya que estos solo se centraban en los entes, por ello se han olvidado del ser en sí, en general, sin atributos, además de cometer el error de confundir el ser como tal con el ente superior, que iguala al ser con cualidades asignadas. Al separar el ser del ente, la diferencia ontológica es por lo tanto, la diferencia entre el ser y los seres, que consiste en pensar el sentido del ser, las condiciones trascendentales y a priori sobre la posibilidad de ser de los entes.

En Deleuze bajo la inspiración de Nietzsche y en parte de Heidegger trata de deconstruir la subjetividad y trata de pensar lo no-pensado y velado por la lógica de la identidad, determina que la subjetividad no es la antigua noción de ser, sino la diferencia; el ser como diferencia, el ser como tiempo. Con este pensador encontramos que para la elaboración de un pensamiento de la diferencia delimita implícita o explícitamente aspectos claves del ámbito de la presubjetividad. Cuando piensa en la diferencia pura, que se genera a través de la misma diferencia, reniega al intento de reducir la diferencia a la identidad o a la semejanza de identidades, para este filosofo la identidad y la semblanza serían más que ilusiones inevitables, es decir, conceptos de la reflexión que dan cuenta de nuestro hábito de pensar la diferencia basados en las categorías de las representaciones.

Considera dos tipos de diferencias, una diferencia conceptual e intrínseca en el cual una cosa es diferente a la otra cuando no pueden definirse de la misma manera; y una diferencia no conceptual o extrínseca, en el cual las cosas son diferentes por el hecho de no ocupar el mismo lugar, aunque puedan definirse de la misma manera, de esta forma la diferencia no conceptual es pensada como repetición de lo idéntico.

Deleuze se apoya en el pensamiento de Nietzsche

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