Friedrich Nietzsche y el Eterno Retorno

Introduccion:

Friedrich Nietzsche y el Eterno Retorno

Imaginemos que todo por lo que hemos pasado en nuestras vidas lo hemos vivido una innumerable cantidad de veces, cada acción, cada decisión que has tomado forman parte de un ciclo interminable de existencia, donde todo ocurrió y se volverá a repetir.

Esta es una teoría de Friedrich Nietzsche, la del “Eterno Retorno”

Nietzsche como filósofo fue uno de los pensadores modernos más influyentes de su época (Siglo XIX). Nacido en 1844 en Alemania, hijo de pastores protestantes, desde pequeño tuvo la mejor educación que sin embargo por decisión propia a la edad de 17 años estudia Filología rechazando la idea impuesta por su madre de estudiar Teología y dejando atrás la creencia cristiana. Más tarde se desempeñaría como profesor de filología clásica en la Universidad de Basilea. Posteriormente contrae Sífilis por una aventura sexual, y no se le es descubierta hasta cuando es irreversible. Los dolorosos síntomas lo dificultaron mucho en su vida pero no es sus pensamientos. Muere a la edad de 56 años tras enfermarse de neumonía. Considerándose un “Genio Loco”.

Entre las obras más importantes del alemán, esta la del eterno retorno:

Nuestra interpretación del tiempo suele ser lineal, esta consta de un pasado, presente, y futuro. Los eventos del pasado ya no pueden ser recuperados. Cada acción tiene un efecto, por ejemplo, si dejamos caer una copa de cristal sabemos cuál es su resultado (se rompería) y no dejaremos a que vuelva a su estado natural por sí sola. Pero de acuerdo a esta teoría no solo el vaso volverá a su estado natural nuevamente, sino que el universo completo formará parte de un ciclo interminable.  Al llegar al fin de la existencia todo volvería al inicio, repitiéndose todo de la misma forma (el surgimiento de los elementos, las estrellas, los planetas e incluso nuestra existencia).

De acuerdo con esta teoría se refiere que el concepto de historia lineal como creencia social religiosa no existiría, remplazándose por un concepto circular de acontecimientos. La historia no sería lineal, sino que cíclica. Una vez cumplido un ciclo de hechos, estos vuelven a ocurrir con otras circunstancias, pero siendo, básicamente, semejantes.

Hablar de cíclico no estamos hablando ciclos ni de nuevas combinaciones con nuevas posibilidades, sino que los mismos acontecimientos se repiten en el mismo orden cual ocurrieron sin ninguna posibilidad de variación, incluyendo pensamientos, sentimientos e ideas infinitamente.

Esta concepción del tiempo consiste en aceptar que todos los acontecimientos del mundo, todas las situaciones pasadas, presentes y futuras se repetirán eternamente. Según la tesis del eterno retorno todo va a repetirse un número infinito de veces, lo cual implica que las personas conocidas volverán a estar presentes, pero también el resto de los seres (animales, plantas, objetos inertes), y volverán las mismas cosas con las mismas propiedades, en las mismas circunstancias y comportándose de la misma forma. Para la defensa de esta extraña teoría Nietzsche alega el siguiente argumento: dado que la cantidad de fuerza que hay en el universo es finita y el tiempo infinito, el modo de combinarse dicha fuerza para dar lugar a las cosas es finito; pero una combinación finita en un tiempo infinito está condenada a repetirse de modo infinito; luego todo se ha de dar no una ni muchas sino infinitas veces. Sin embargo, cabe entender también la tesis del eterno retorno como la expresión de la máxima reivindicación de la vida, como una hipótesis necesaria para la reivindicación radical de la vida: la vida es fugacidad, nacimiento, duración y muerte, no hay en ella nada permanente; pero podemos recuperar la noción de permanencia si hacemos que el propio instante dure eternamente, no porque no se acabe nunca (lo cual haría imposible la aparición de otros instantes, de otros sucesos) sino porque se repite sin fin. En cierto modo, Nietzsche consigue con esta tesis hacer de la vida lo Absoluto.

A pesar de las diversas interpretaciones que se han hecho sobre la idea del eterno retorno, y a pesar de que su base explicativa podría estar en un principio algebraico, creemos que su interpretación no debe ser ni en cuanto a números, ni a una repetición individual de lo vivido, sino una repetición social, de los distintos valores, sensaciones, pensamientos e ideas de la humanidad, Los pensamientos del ayer, se repetirán mañana, las acciones humanas vuelven a su origen, y se repiten. Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha repetido y ha imitado – ya sea como parte de un rito o no- distintos modelos arquetípicos. Dicho esto, creemos que la teoría de la Fukuyama es errónea por dos principales razones: La primera, por establecer en la sociedad una meta, un fin ultimo, como la democracia liberal, y además una paz social, reconociendo además, que su establecimiento no será posible al mismo tiempo en todo el mundo, debido a que habrá países, que aun se encuentren en la transición. Creemos que bajo este escenario, donde se manifiestan dos mundos paralelos, es imposible asegurar una paz, debido a que la interacción entre estos dos mundos, puede desembocar en una guerra (como por ejemplo el petróleo). Por consiguiente, creemos que el segundo error de la teoría de fukuyama es la aspiración de querer homogeneizar a toda la humanidad bajo una idea de progreso que es la democracia liberal. Querer someter por completo a la humanidad ha esta idea es pasar por alto y no respetar la diversidad y autonomía cultural de los distintos territorios del planeta tierra. Como grupo sostenemos la idea de que el conflicto esta intrínseco en la persona individual y en devenir de la sociedad, el conflicto es parte de la historia, y siempre se manifiesta, ejemplo de esto es la crisis asiática, que dejo ver una falla en el modelo capitalista,  en plena vigencia de la teoría del “fin de la historia”. Creemos que la historia no tiene fin, sino que se repite, la  s crisis, las revoluciones y las ideologías se repiten, y quizás el dia de mañana un ideal se renueve, para comandar al mundo a un conflicto, que implicará empezar de nuevo. Y vuelta a vivir lo mismo.

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