Guerro Pallas: “Curriculum democrático y los retos de la escuela del siglo XXI”
Enviado por Valen Rollie • 9 de Noviembre de 2021 • Resumen • 4.022 Palabras (17 Páginas) • 102 Visitas
Guerro Pallas: “Curriculum democrático y los retos de la escuela del siglo XXI”.
- Escuelas democráticas: la concepción de “curriculum democrático” forma parte de lo que los autores denominan “cultura escolar democrática”, la cual es una característica de las escuelas democráticas y cuenta con 5 dimensiones que la caracterizan:
* Valores institucionales.
* El curriculum y su proceso de construcción.
* El profesorado y su desarrollo profesional.
* Las condiciones organizativas, la participación y el liderazgo.
* Las relaciones con las familias y el entorno.
Pero antes de abordar al curriculum, que como podemos observar representa una de las dimensiones de esa cultura escolar, es necesario tener una visión global de la escuela democrática, porque en el conjunto de todas las dimensiones tiene lugar el curriculum democrático.
La idea de escuela democrática, está sujeta a distintas interpretaciones debido a las tradiciones culturales diferentes, o perspectivas teóricas distintas e incluso contrapuestas. Para ello los autores toman a la conferencia de 1994, la cual se proponía debates e intercambios de experiencias en torno a los siguientes tópicos:
- Los procesos de democratización en el aula (practica de enseñanza, relaciones profesores-alumnos, participación del alumnado y educación para la autonomía).
- Democratización del curriculum (selección de contenidos desde un enfoque democrático).
- Democratización y gobierno escolar (participación de todos los miembros de la comunidad escolar).
Los participantes de esta conferencia, al interesarse por cuestiones pedagógicas, que NO se discuten como temas propios de la democratización de las escuelas, pero que de igual manera tienen relación con la democratización escolar, como por ejemplo: relaciones entre la escuela y el estado; genero; etnicidad; desigualdad social, etc, se reconoce que estos asuntos pueden mejorar la discusión acerca de la democratización en las escuelas.
Este planteamiento recoge, para los autores, algunas acepciones acerca del tema, por ello nos plantean lo siguiente:
- Una primera tradición, centrada en la participación y los procesos de toma de decisiones. El tema central es la distribución del poder en las instituciones educativas, reclamando una mayor igualdad para todos sus participantes (Acá citan a Fernández de castro y Rogero, Torres).
- Una segunda concepción relacionada a “escuelas de la ciudadanía”, “educación cívica”, etc. Su interés radica en la selección de contenidos del curriculum y tuvo una gran influencia al respecto sobre la LOGSE, especialmente en su propuesta de contenidos actitudinales y en la de los temas transversales que reflejan esos valores. Podríamos decir, que el interés de esta tradición se centra en el curriculum, concretamente en el proceso de selección de contenidos. (No cita a nadie).
- La tercera forma de interpretación es concebir las escuelas democráticas como instituciones justas o que persiguen la justicia social (Conell), o lo que se llama actualmente como “buena educación para todos” (Darling-Hammond). También se podría incluir aquí a las denominadas “escuelas o aulas inclusivas” (Ainscow; Stainback), por la razón que en el fondo la inclusividad se reclama para todo el alumnado. Este enfoque enfatiza el derecho a la igualdad en la educación más allá de su universalización, exigiendo la misma calidad para todos los ciudadanos. Esto es similar a lo que Ashenden y otros denominan “igualdad de utilidad” de la educación para todo el alumnado y sin ningún tipo de discriminación.
El autor considera la propuesta de Appel y Beane interesante para retomarla por la razón que los autores plantean que “las escuelas democráticas, como la democracia misma, no se reproducen por casualidad. Se derivan de intentos explícitos de los educadores de poner en vigor las disposiciones y oportunidades que darán vida a la democracia […] estas disposiciones y oportunidades implican dos líneas de trabajo. Una es crear estructuras y procesos democráticos mediante los cuales se configure la vida en la escuela. La otra es crear un curriculum que aporte experiencias democráticas en los jóvenes (p: 24). Esta concepción centra su interés en las culturas organizativa y curricular.
En términos similares Gimeno considera a una escuela democrática con 3 principios básicos: libertad, igualdad y solidaridad, los cuales se proyectan sobre 5 ámbitos de la cultura escolar: el acceso a la educación, los contenidos de la enseñanza y de la educación, las prácticas de organización y metodológicas, las relaciones interpersonales, y las relaciones escuela y comunidad.
Desde el punto de vida del autor, una escuela democrática debe integrar todo lo mencionado anteriormente. Genéricamente, una escuela democrática, es una escuela justa, es decir, comprometida con la reconstrucción democrática de su cultura para poder integrar adecuadamente a todos sus alumnos, y ofrecerle una buena educación que le permita participar en la sociedad. Esto es un proyecto que es inacabado. La educación que piensa el autor, está en sintonía con lo que se denomina como “educación para la ciudadanía democrática o compleja”, en el sentido de integrar adecuadamente las identidades culturales de cada grupo en un contexto cultural común que representaría la franja cultural compartida por todos los miembros de cada formación social. Por lo tanto, es una escuela comprometida con la formación de la ciudadanía. Por ultimo entienden a las escuelas democráticas como “organizaciones que aprender” (Bolivar, Santos Guerra) y que se comportan como comunidades de aprendizaje emancipadoras (Elboj y otros; Flecha).
2- PRINCIPIOS CARACTERISTICOS DE UN CURRICULUM DEMOCRATICO BASICO:
Los autores han adoptado como base el planteamiento de Ashenden y otros, según estos autores, un curriculum democrático deber ser “común, cooperativo, útil, inclusivo, practico, realizable, reflexivo, moral, planificado y coherente”. Pallas, al tomar esto como una base, ha hecho una interpretación de cada uno de ellos más abierta, actualizada, y relacionada a nuestra realidad educativa:
Primer principio a comentar es el que exige que el curriculum, para ser democrático debe ser común (si esta característica no se da, las demás pueden resultar irrelevantes). Pero ¿Qué significa un curriculum común? Existe un consenso en considerarlo como: un conjunto de conocimientos aceptad por la sociedad que deben proporcionar una experiencia educativa común para todos los miembros de la comunidad (Kirk).
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