Historia ¿para Qué?
Enviado por mirella14 • 18 de Diciembre de 2013 • 3.753 Palabras (16 Páginas) • 189 Visitas
Maestría en Alta Dirección
Materia: Metodología de la Investigación
Ensayo 2: Libro Historia ¿Para Que?
Alumna: María Espinosa
24 de noviembre de 2010
Introducción
Historia ¿Para Qué? Una pregunta que con mucha frecuencia nos hicimos y mucho mas los que estudiamos las ciencias médico biológicas. Una de las riquezas del libro son sus variados autores, por lo que tomo a Carlos Pereyra para comenzar a responderme la pregunta.
Este cuestionamiento ha puesto en debate el problema de la función o utilidad del saber histórico, se trata de cuestiones vinculadas pero discernibles, primero como el saber histórico prueba su legitimidad teórica y como en virtud de este saber es útil mas allá de plano cognoscitivo. En este caso verdad y utilidad son mutuamente correspondientes, ya que el supuesto es que el conocimiento de ciertos fenómenos constituye una guía a seguir cuando ocurran de nuevo cosas semejantes. Sin duda alguna el estudio del movimiento de la sociedad, mas allá de la validez o legitimidad de los conocimientos que genera, trae consecuencias para las confrontaciones y luchas del presente, todo discurso histórico interviene en una determinada realidad social donde es mas o menos útil para las distintas fuerzas en pugna, su legitimidad y su funcionamiento en el debate social, su utilidad ideológica – política no es una magnitud directamente proporcional a su validez teórica.
La tendencia a identificar utilidad y legitimidad del discurso histórico tiene su origen en la idea de que la historia sigue un curso ineluctable, por lo que los historiadores formulan reglas de conducta por lo que la creencia de la comprensión del pasado otorga pleno manejo de la situación actual. De acuerdo con lo que plante Bloch de que es justamente lo que legitima un esfuerzo intelectual? Sin negar, por supuesto el impacto de la historia que se escribe en la historia que se hace, la aproximación cognoscitiva del pasado es un objeto valido por si mismo o, la utilización siempre presente ideológica – política del saber histórico no anula la significación de éste ni le confiere su único sentido. La utilidad del discurso histórico no desvirtúa su legitimidad. La función del historiador no es ni amar el pasado ni emanciparse de él, sino dominarlo y comprenderlo como clave para la comprensión del presente.
Es cierto que toda situación social es resultado de un proceso, entonces el conocimiento de las circunstancias a partir de las cuales se gesta una coyuntura histórica es indispensable captar las peculiaridades ocurridas. Las entidades y fenómenos que se pueden discernir en el movimiento de la sociedad constituyen una realidad caracterizadle en términos de proceso y sistema. El impacto de la historia no se localiza en el plano discursivo de la comprensión del proceso social, se impregna en la práctica misma de los agentes, quienes actúan en uno u otro sentido según el esquema que la historia les ha conformado del movimiento de la sociedad. La actuación de estos agentes está decidida, entre otra cosa, por su visión del pasado de la comunidad a la que pertenecen y la humanidad en su conjunto.
Según Carr la doble función de la historia es hacer que el hombre pueda comprender la sociedad del pasado, e incrementar su dominio de la sociedad del presente. Y Febvre señala que la función social de la historia es: organizar el pasado en función del presente.
Abordare tres capítulos del libro en el presente ensayo lo cuales son: I.- De la memoria del poder a la historia como explicación, II.- La historia maestra de la política y III.- Historia para hoy.
I.- De la memoria del poder a la historia como explicación. (Enrique Florescano)
Historia para sancionar el presente: el pasado vivo y actuante.
La reconstrucción del pasado es un proceso que se hace a partir del presente y los hombres que gobiernen y deciden en ese presente intervienen en la recuperación del pasado. Cuando un movimiento social triunfa imponiendo su dominio político sobre el resto de la sociedad, su triunfo se convierte en la medida de lo histórico, domina el presente y comienza a determinar el futuro y reordena el pasado.
El establecimiento de la nueva versión del pasado no es resultado, de la autenticidad de los testimonios aducidos, de las fuerzas convincentes de la explicación o de la relación entre causa y efecto, es más bien impuesto por las mismas fuerzas sociales y políticas que modifican el desarrollo histórico. Obtiene su legitimidad de las masas y grupos sociales que participaron en la contienda. Para los poderosos la reconstrucción del pasado ha sido un instrumento de dominación indispensable, para los oprimidos y perseguidos el pasado ha servido como memoria de su identidad y como fuerza emotiva que mantiene vivas sus aspiraciones de independencia y liberación.
Las guerras entre naciones y poderes políticos, la lucha de clases, las acciones de conquista y dominación colonial, la opresión de las minorías étnicas o religiosas, todos estos conflictos han sido los estimulantes de la imaginación histórica y creadores de colisiones entres versiones contradictorias del pasado. Actualmente en que se lucha simultáneamente por el pasado y el presente surge con fuerza la crítica histórica, la revisión de los testimonios en que se funda la interpretación propia y la antagónica del pasado. A pesar que la reconstrucción del pasado estuvo teñida de un sentido pragmático y altamente político, el pasado empieza ha ser inducido por el porqué. No bastaba conocer los hechos y describirlos, ya era necesario comprender el sentido del desarrollo humano, indagar el porqué de sus mutaciones y variedades, explicar por que se desarrollaban y decaían pueblos y civilizaciones. A través de los siglos la historiografía mexicana ha recuperado, ocultado, descubierto, revalorizado, integrado y amputado el pasado bajo la presión de la lucha política y la conformación política y social de la nación. Independientemente de las interpretaciones divergentes, parciales de la historia y su utilización objetiva, estas sirvieron el proceso por el cual las naciones, clases, grupos e individuos adquieren conciencia del cambio histórico, ilustra los diversos estadios que recorre la conciencia colectiva e individual en el entendido de su pasado y permita conocer los mecanismos por los cuales los hombres transforman el pasado en fuerza actuante del presente, son testimonios valiosos de la formación de la conciencia histórica
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