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Humanismo


Enviado por   •  19 de Octubre de 2013  •  1.425 Palabras (6 Páginas)  •  267 Visitas

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EL HUMANISMO

EL HUMANISMO.- Fue un movimiento intelectual nacido en Italia en el siglo XIV que buscó una ruptura con la Edad Media para rescatar el mensaje intelectual y estético de la Antigüedad greco-latina. De esta manera los humanistas se dedicaron al estudio del hombre y de la naturaleza, basándose en los autores clásicos, no en los textos medievales que orientaban todo su interés a la religión o a la intervención directa de Dios sobre la vida terrena.

Rescataron el latín como la lengua más dulce y culta. También dieron importancia al griego, al hebreo y al arameo. Esto les permitía examinar los textos originales de la Biblia, de la literatura romana, de la filosofía griega, y difundir sus comentarios al respecto. La invención de la imprenta brindó una ayuda inusitada a esta labor intelectual.

Desde 1539, la palabra francesa humaniste se aplicó a los eruditos que desde el siglo XIV hasta el inicios del XVI, se dedicaron al estudio de las lenguas antiguas para tener una nueva concepción del hombre y del mundo. Estos eruditos estaban seguros de vivir en un “renacimiento”, una época totalmente novedosa que rompía con un pasado “tenebroso”, a pesar de seguir siendo tributarios del pensamiento medieval y del cristianismo. En otras palabras: a pesar de admirar la sabiduría de los griegos y de tener un espíritu crítico, los humanistas fueron profundamente cristianos.

Por ello el humanismo tuvo en sus inicios una vertiente filológica, ayudada por la imprenta, único instrumento que permitía fijar adecuadamente un texto evitando los errores de los antiguos copistas. Entonces, la filología incentivó el espíritu crítico. El pasado y el mundo serían contemplados con nuevos ojos. La experimentación se convirtió en condición indispensable de una ciencia real: el método inductivo.

El descubrimiento de la imprenta por Juan Gutemberg, en 1455, ofreció a los humanistas un gran vehículo para difundir sus ideas. De Londres a Cracovia y de Rotterdam a Venecia, se multiplicaron los talleres de imprimir. Hacia 1500, por ejemplo, 236 ciudades europeas tenían una o varias imprentas.

Como vemos, esta nueva actitud hacia el mundo revolucionó las actividades científicas. La ciencia se convirtió en una aliada esencial para que el hombre tenga fe en el progreso, en el futuro. Los humanistas destruyeron muchas ideas que en la Edad Media se tenía del hombre y de la naturaleza, y desarrollaron nuevas bases para la investigación científica. Ya no consideran indigno para un intelectual realizar experimentos prácticos.

En todo esto, cobra importancia el uso de la razón para comprender el mundo. Ya no se trata de buscar explicaciones divinas, sino de observar y experimentar. Los intelectuales tratan de buscar y encontrar leyes que rigen el desarrollo del Universo. Podríamos decir, incluso, que con el avance de la ciencia, los humanistas trataron de dar una explicación más mecanicista sobre el hombre y la naturaleza.

El desarrollo de este espíritu crítico dio también origen a una nueva visión del pasado. En lo sucesivo, no se trataría ya de mostrar la acción divina sobre la historia (tal como se hacía en la Edad Media), sino de establecer las causas reales de los acontecimientos. Ahora se reclamaba a la historia no tanto una lección moral, sino una experiencia práctica que permitiera ejercer el poder o el gobierno por medio del conocimiento directo de la realidad.

El hombre es dueño de su destino y está situado en el centro del universo y la creación. Tal como lo planteó Marsilio Ficino (1433-1499), el hombre es el vicario de Dios en la Tierra, que usa, cultiva y gobierna todo lo de este mundo. Así es una especie de Dios, nacido para regir, no tolera la esclavitud, y es capaz de dar su vida por el bien de todos. El hombre pretende todas las cosas y se transforma en todas las cosas, aun en el mismo Dios. Como vemos, para los humanistas el hombre está situado por Dios para ser el dueño del mundo y para asemejarse al mismo Dios: es por tanto la cabeza y el alma del universo.

Libertad, belleza, felicidad, respeto de sí mismo. Esos son los nuevos valores de una sociedad que respeta una moral individual que a su vez desemboca en una moral colectiva basada en la tolerancia y la armonía entre los hombres. Quizá esto entraba en contradicción con el dogma del pecado original

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